Érase una vez una ardilla a la que le gustaba hacer música con su armónica. Un día se me apareció mientras yo estaba plantando unas flores en el jardín.
- ¡Hola! - me saludó la ardilla sin sentir miedo de mí. Yo me sorprendí porque no esperaba su visita.
- ¿Qué deseas de mí? - le pregunté curiosa.
- Pues yo, la verdad, que deseo regalarte un poco de mi música. ¿Te interesa escucharla?
- Mmmm.... depende de qué tipo de música quieras tocar - le contesté.
- ¡Ah! ¿Te gusta blues, jazz, música folk, música clásica, country, rock and roll y pop?
- Sí, claro - le contesté.
- ¿Qué te gustaría escuchar? - me preguntó la ardilla feliz de contar con alguien que la escuchara.
- Música country - le contesté.
- ¿Conoces la canción "Country roads" de John Denver? - me preguntó la ardilla.
- ¡Por supuesto! - le respondí feliz. La solía cantar de chica con mi hermana. ¿Qué te parece si mientras tú tocas la armónica, yo canto?
- Me encantaría - respondió la ardilla.
- Pues, entonces, empieza a tocar tu armónica y yo te sigo - le dije sonriendo.
En cuanto la ardilla se puso a tocar su instrumento, la letra de esta canción se me apareció en mi memoria. Yo me puse a cantar como en tiempos antiguos:
Almost heaven, West Virginia
Blue ridge mountains, Shenandoah river
Life is old there, older than the trees
Younger than the mountains, growin' like a breeze
Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, mountain momma
Take me home, country roads
All my memories, they gather 'round her
Miner's lady, stranger to blue water
Dark and dusty, painted on the sky
Misty taste of moonshine, teardrops in my eyes
Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, mountain momma
Take me home, country roads
I hear her voice in the mornin' hour she calls me
The radio reminds me of my home far away
And drivin' down the road I get a feelin'
That I should have been home yesterday, yesterday
Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, mountain momma
Take me home, country roads
Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, West Virginia, mountain momma, oh momma
Take me home, country roads
Take me home, down country roads
Take me home, down country roads
Cuando terminamos, la ardilla me miró con sus ojos grandes. Y me preguntó si podía regresar a mi jardín. Yo le dije que todas las veces que quisiera. Es así como la ardilla llegó con su armónica. Una veces yo cantaba, otras solamente la ardilla tocaba su instrumento. Yo le escuchaba feliz de sentirme acompañada.
Pero un buen día no vino. Y mientras pasaron las semanas, yo me preguntaba qué le habría pasado. Un día, mientras yo me encontraba regando unas plantas, llegaron dos ardillas y a mis pies me dejaron una armónica. Tenía sangre seca. Entendí. Mi simpática ardilla no podía venir más porque había muerto. Seguramente atropellada por algún conductor de automóvil o víctima de algún cuervo. Pena sentí. Las ardillas se fueron sin decir palabra alguna.
Al quedarme sola me puse a cantar la canción "Take me home country roads" en memoria de mi amiga la ardilla. Había sido nuestra primera canción a dúo. Para sorpresa mía la armónica mágica comenzó a sonar mientras yo cantaba.
En algún lugar del universo mi amiga la ardilla sonríe complacida por saber que yo no la he olvidado. Pero siente vergüenza porque ella me hizo creer que tocaba de maravilla la armónica, lo cual no era cierto. No me importó el engaño. Más bien me sentí feliz porque la ardilla había dado instrucciones antes de morir a otras ardillas para que ellas me hicieran llegar la armónica mágica.
- Pues yo, la verdad, que deseo regalarte un poco de mi música. ¿Te interesa escucharla?
- Mmmm.... depende de qué tipo de música quieras tocar - le contesté.
- ¡Ah! ¿Te gusta blues, jazz, música folk, música clásica, country, rock and roll y pop?
- Sí, claro - le contesté.
- ¿Qué te gustaría escuchar? - me preguntó la ardilla feliz de contar con alguien que la escuchara.
- Música country - le contesté.
- ¿Conoces la canción "Country roads" de John Denver? - me preguntó la ardilla.
- ¡Por supuesto! - le respondí feliz. La solía cantar de chica con mi hermana. ¿Qué te parece si mientras tú tocas la armónica, yo canto?
- Me encantaría - respondió la ardilla.
- Pues, entonces, empieza a tocar tu armónica y yo te sigo - le dije sonriendo.
En cuanto la ardilla se puso a tocar su instrumento, la letra de esta canción se me apareció en mi memoria. Yo me puse a cantar como en tiempos antiguos:
Almost heaven, West Virginia
Blue ridge mountains, Shenandoah river
Life is old there, older than the trees
Younger than the mountains, growin' like a breeze
Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, mountain momma
Take me home, country roads
All my memories, they gather 'round her
Miner's lady, stranger to blue water
Dark and dusty, painted on the sky
Misty taste of moonshine, teardrops in my eyes
Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, mountain momma
Take me home, country roads
I hear her voice in the mornin' hour she calls me
The radio reminds me of my home far away
And drivin' down the road I get a feelin'
That I should have been home yesterday, yesterday
Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, mountain momma
Take me home, country roads
Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, West Virginia, mountain momma, oh momma
Take me home, country roads
Take me home, down country roads
Take me home, down country roads
Cuando terminamos, la ardilla me miró con sus ojos grandes. Y me preguntó si podía regresar a mi jardín. Yo le dije que todas las veces que quisiera. Es así como la ardilla llegó con su armónica. Una veces yo cantaba, otras solamente la ardilla tocaba su instrumento. Yo le escuchaba feliz de sentirme acompañada.
Pero un buen día no vino. Y mientras pasaron las semanas, yo me preguntaba qué le habría pasado. Un día, mientras yo me encontraba regando unas plantas, llegaron dos ardillas y a mis pies me dejaron una armónica. Tenía sangre seca. Entendí. Mi simpática ardilla no podía venir más porque había muerto. Seguramente atropellada por algún conductor de automóvil o víctima de algún cuervo. Pena sentí. Las ardillas se fueron sin decir palabra alguna.
Al quedarme sola me puse a cantar la canción "Take me home country roads" en memoria de mi amiga la ardilla. Había sido nuestra primera canción a dúo. Para sorpresa mía la armónica mágica comenzó a sonar mientras yo cantaba.
En algún lugar del universo mi amiga la ardilla sonríe complacida por saber que yo no la he olvidado. Pero siente vergüenza porque ella me hizo creer que tocaba de maravilla la armónica, lo cual no era cierto. No me importó el engaño. Más bien me sentí feliz porque la ardilla había dado instrucciones antes de morir a otras ardillas para que ellas me hicieran llegar la armónica mágica.
MARISOL
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