Crisis mientras conversaba con Miedo le preguntó por qué le tenía tanto miedo. Él le hizo saber que ella como el cambio negativo, como la situación complicada, difícil e inestable que es, prefiere tenerla de lejos. Crisis mirándole fijamente a los ojos, le preguntó a Miedo si conocía sus otros nombres y mientras él le decía que no, ella se los dió a conocer, mejor dicho le hizo conocer sus otros sinónimos que son: Adversidad, Ruptura, Problema y Desorden. Después de escucharla, Miedo le preguntó a ella si conocía los otros nombres de él, a lo que ella se los mencionó con voz clara y sonora. Y le dijo que a él se le conoce también como Pavor, Inquietud, Ansiedad, Temor, Horror, Espanto, Apocamiento, Desengaño y Amenaza.
- ¿Y por qué tú me conoces mejor que yo a ti? - le preguntó tímidamente Miedo a Crisis.
- Pues, porque en las grandes crisis, no hay que tener miedo.
- No logro entenderte - le refutó Miedo.
- Mira, a mí no debes temerme, sino de lo que hay que tener miedo es de tu propio miedo.
- O sea, ¿que yo soy el problema? - preguntó un tanto preocupado Miedo.
- Efectivamente - le respondió Crisis. No había ni arrogancia ni desprecio de su parte hacia él. Lo que más deseaba era que él la conociera mejor. ¿Sabes? En esta vida el hombre muere varias veces. ¿Y sabes por qué? Como Miedo no sabía qué contestar, Crisis siguió hablando y le hizo saber que las varias muertes vividas por el hombre es para que después pueda volver a nacer, es decir, pueda renacer. Las crisis, aunque le cause temor, le ayuda ir cerrando círculos de una etapa e ir abriendo otra nueva.
Miedo, después de escuchar a Crisis le preguntó si era cierto que en las grandes crisis, el corazón o bien se rompe o se curte.
- Mira, si el hombre se deja envolver sólo por el miedo, pues se le rompe el corazón, pero si él se sobrepone al miedo y salta sobre su propia sombra, entonces se le curte. Es una forma de saber superar a toda crisis por más difícil que ésta sea.
Miedo pensativo le preguntó si, entonces, un corazón curtido es malo.
- ¡Noooooo! Un corazón curtido es aquél que está fortalecido después de haber afrontado determinados problemas y haberlos podido superar. Sin embargo, existe una crisis mundial, a nivel sanitario y económico, desde hace varios meses, que está generando mucho miedo en todas partes. Son muy pocos países que se salvan de la pandemia manteniéndola bajo control e igualmente tienen una economía sanamente activa. Seguramente que en estos pocos países no sólo han sabido manejar de manera asertiva el miedo, sino que sus habitantes han sabido colaborar de manera ejemplar para salir adelante todos unidos de la pandemia.
- Pero, tan malo no soy para que me tengan tanto miedo en la mayoría de los países - protestó Miedo.
- Si bien eres una emoción desagradable también eres saludable, necesario y adaptativo. Sin embargo, si el hombre siente un miedo intenso y extremo, entonces, lo lleva a un bloqueo emocional que, en muchas ocasiones, lo paraliza. El miedo le anula la capacidad de reaccionar o de buscar soluciones o alternativas que le ayuden a estar mejor para evitar que se sienta intranquilo y sienta ansiedad, sobre todo si está en cuarentena.
- Entonces, ¿qué se puede hacer para que la humanidad entera pueda manejar mejor su miedo en esta época de pandemia con una enfermedad tan cruel en esta época tan difícil que nos toca vivir? - preguntó Miedo.
Crisis, sin dudarlo, le hizo saber que uno tiene que comenzar por cuidarse a sí mismo no sólo guardando las distancias necesarias y usando mascarilla, sino también sabiendo identificar los pensamientos que generan malestar y tematizarlos con las personas amigas o familiares. También es importante saber reconocer las emociones y aceptarlas, pero no dejarse atrapar sólo por el miedo. Y para ello, lo mejor es evitar las redes que son alarmistas y evitar sobreinformarse. No dejar de rezar, meditar, estar en silencio, conectarse con uno mismo, saber agradecer, leer un buen libro, realizar algo de ejercicio, comunicarse con las personas que quieres y saber cómo están y cómo lidian con sus propias emociones.
- Y ¿qué pasa con los que pierden sus trabajos? - le preguntó Miedo retando a Crisis.
- Es un tema difícil de enfrentar porque toda crisis económica se caracteriza por afectar, de manera general, el nivel de vida de las personas ya sea con caídas en el consumo y la producción y originado un alto índice de desempleo, recortes salariales, disminución de poder adquisitivo, disminución del poder adquisitivo, recortes a subsidios, incremento de impuestos, devaluación de la moneda, escasez de capitales y elevadas tasas de interés.
- ¿Y te parece poco? - preguntó asombrado Miedo y luego le dijo a Crisis que todo lo que había explicado sobre lo que producía una crisis económica era para sentir mucho miedo y acto seguido le hizo otra pregunta: ¿Dónde está el camino para salir de una crisis?
Crisis tranquilamente le respondió que no hay camino, sino que, más bien, el camino se hace caminando. Lo importante es emprender la marcha, aunque sea dando pequeños pasos, mirando dónde estamos y a quiénes podemos recurrir para que nos ayuden de ser necesario. Nunca falta una mano amiga o la de un familiar que está allí para regalar luz porque la caminata se hace en comunidad mientras uno en cuerpo y alma mantiene viva la llama de la esperanza aunque uno se sienta como un combatiente derrotado.
- Y, ¿qué pasa con la pandemia? - le preguntó Miedo a Crisis. Luego le hizo saber que millones de seres humanos están asustados. Nadie quiere morir ni tú tampoco, querido lector. Y, sin embargo, muchísima gente ha fallecido por el Coronavirus. ¿Qué se puede hacer para no sentir miedo? Es un trauma global. Este golpe emocional que genera un perjuicio persistente en el incosciente desde hace varios meses es horrible de soportar.
- Es cierto - dijo Crisis y continuó hablando- Sin embargo, el internet y las redes sociales generan más miedo del necesario contribuyendo a que los seres humanos se sientan pasmados frente a esta enfermedad que se ha presentado de manera inesperada. Lo que se saca de todo este problema sanitario es que todos los gobiernos del mundo deben darle más importancia al área de la salud invirtiendo mucho más dinero para estar preparados a otra pandemia.
- ¿Qué? ¿Otra pandemia? - gritó Miedo asustado.
- Pues, podría pasar - respondió Crisis. El hombre no debe permitir que el miedo reine sobre su vida porque el miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peor de lo que son. Y es que todo corazón que esté lleno de miedo, al final está vacío de esperanza ... esa esperanza que empieza a ser una fuerza cuando todo es desesperado. Además, no te olvides que aunque la esperanza se vea frustrada, la esperanza constituye una dicha. Y los fracasos son, al fin y al cabo, menos horribles que su extinsión. No te olvides que cuando falta la esperanza, el alma del hombre se anquilosa y extenúa. ¡Ah! Quiero que tengas presente que en la adversidad como esta pandemia la humanidad es salvada por la esperanza porque la esperanza es como el sol que no sólo nos alumbra los sueños y arroja todas las pesadillas detrás de nosotros. Ténlo bien presente.
- ¿Quiere decir que la esperanza es un riesgo que hay que correr queramos o no? - preguntó timidamente Miedo.
- Así es, querido Miedo - le dijo con ternura Crisis y terminó diciéndole que sin riesgo no se puede hacer nada grande y memorable. La humanidad está tratando de buscar soluciones. Y aunque cometa fallas, estoy convencida que sabrá superar esta crisis aunque sienta miedo. Y como la esperanza es lo último que se pierde, entonces, hay que pensar que no hay crisis que se le resista.
Es así como Miedo logró entender a Crisis y se hicieron amigos.
MARiSOL
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