- ¿Qué es lo que buscas con tantas ansias? - le pregunta la luna curiosa a Tania.
- Busco al Amor desde hace tiempo, pero no lo encuentro por ninguna parte.
- ¿Y por qué lo buscas aquí arriba y no abajo donde tú te encuentras? - le pregunta la luna.
- Es que acá abajo él ya no vive cerca de mí - le responde Tania apenada. Y yo no sé dónde se encuentra. Por este motivo lo busco con mi telescopio. Quizás él se encuentra escondido detrás de alguna estrella. ¿Lo has visto?
La luna sonríe, luego le contesta:
- En realidad el Amor no existe, Tania.
- ¡¿Cómo?! - grita Tania espantada. Ella no puede creer lo que le responde la luna.
- El Amor, me repito, no existe - responde la luna risueña - Mira, por más que tú lo busques, nunca darás con su paradero. Es inútil todo esfuerzo tuyo. Más bien, entretente en admirar las estrellas. Ja, ja, ja.
- ¿Te estás burlando de mí? - le pregunta Tania bastante molesta.
- No, en absoluto - le responde la luna y luego agrega diciendo que el amor en sí no existe, pero lo que sí existe son las pruebas de amor. ¿Me entiendes ahora?
Tania se queda mirando a la luna en silencio. Luego de un rato le pregunta a la luna que cuál es la prueba de amor más importante.
La luna le contesta:
- Si tú lo amas a él de verdad, entonces déjalo vivir libremente. No lo sigas buscando. Él regresará a ti llegado su momento.
Tania se siente sorprendida que la luna le haya leído los pensamientos. Después de dejar su telescopio de lado, se despide de ella rápidamente. Ha descubierto su secreto. La luna le ha prometido no contárselo a nadie.
Tania no sabe todavía que esta noche cuando ella logre quedarse, por fin, dormida, él, su gran amor, regresará para tomarla en sus brazos, aunque sea por un par de minutos, porque en esta noche de insomnio él la está buscando entre las estrellas.
MARISOL
Imagen sacada de Bing
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