martes, 9 de enero de 2018

La novia del mar

 


Llegó ella de puntillas y en silencio a besarle los recuerdos inolvidables del mar ... ese mar de sentimientos profundos, anclados en la memoria, de la novia del mar.
El mar dejándose besar por ella le recuerda que tampoco él se olvida de ella. No importa que la distancia los separe porque ambos bien saben que ninguno de los dos ha extraviado la ruta que los une ... esa ruta donde cada uno de ellos ha contraído un compromiso con la vida ... esa vida que les obliga a aceptar la diferencia entre el rumbo y la meta. Ambos saben hacia adónde van aunque sus caminos de vida sean totalmente distintos porque los dos han abandonado todo lazo de dependencia.
¡Ay! El amor que se tienen se nutre no sólo de recuerdos porque la novia del mar ha aprendido a no confundirse con el mar desde tiempos inmemoriales. Él hace lo mismo pues ambos saben que tanto ella como él no están en este mundo para ni satisfacer los deseos ni del uno ni del otro ni tampoco para llenarse de falsas expectativas.
Luego después de besar la novia del mar a su querido mar se fue sin mirar hacia atrás. Ellos sabían que se volverían a ver algún día. Por lo pronto, la novia del mar se lleva al mar en su corazón... ese corazón que no sabe ni de distancias ni de ningún tiempo impuesto por tiempos idos.


MARiSOL

2 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hay amores que por siempre se llevan en el alma...

Un placer volver a visitarte, Marisol, te deseo un feliz año 2018.

Abrazos.

Marisol Cragg de Mark dijo...

Recién te leo Rafael. Disculpa si no te respondí en su momento. Recibe un cordial saludo desde Berlín. Te voy a volver a buscar en Facebook. Te deseo también un positivo y fructífero 2018.

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