miércoles, 26 de febrero de 2014

La guitarra de Paco





- ¡Me he quedado sola! - grita la guitarra mientras siente como su corazón se rompe en mil pedazos; está destrozado. No hay nadie cerca que le brinde caricias y consuelo. Se acaba de enterar de casualidad que Paco se fué de este mundo de manera violenta; fué un paro cardíaco, y él no se pudo despedir de ella. La guitarra llora desconsoladamente. Paco, su amigo del alma de años la abandonó sin querer. Y ya nada se puede hacer para que él vuelva a ella. Su tristeza es inmensa.

¿Ahora qué será de ella? Sus cuerdas se rebelan ante la idea que otra persona ya no les saque ese sonido brillante y limpio que sólo el gran Paco de Lucía lo sabía hacer como nadie. Pero morir lentamente olvidada en una esquina la pone muy nerviosa. ¿La venderán? Una angustia se apodera de la guitarra. Ella no quiere pero es que luchar ahora contra la angustia solamente la alejará de la serenidad que ella en estos momentos busca. Trata de relajarse. Y mientras inhala y exhala lentamente varias veces para evitar que la noticia la desmaye, sus ojos no pueden parar de llorar por su querido amigo y por ella también. Aquí ya no está más él para protegerla y para decidir sobre su  futuro. Esperemos que la guitarra no se debata por mucho tiempo entre dos aguas.

Marisol

Este cuento lo he escrito como un pequeño homenaje a este gran guitarrista español de flamenco y por mi admiración por él. ¿Sabías que él, en realidad se llamó  Francisco Sánchez Gómez? Si quieres informarte sobre su vida, entra a este enlace:  PACO DE LUCIA / WIKIPEDIA


 

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