El pájaro solitario, moribundo y casi congelado decidió hacer algo valiente, entrar a la chimenea aunque no pudiera ver nada por el humo que salía. No tenía nada que perder. Arriesgarse a entrar era una acción peligrosa. Si no lo hacía, moriría congelado. La temperatura era de - 20C°. Y aún no llegaba la noche ...
Es así, como el pájaro se posó sobre la entrada de la chimenea y cerrando los ojos voló en picada. Para sorpresa suya él pudo esquivar el fuego de los leños encendidos y entró a la sala de la casa donde estaba mucha gente reúnida. Al percatarse todos del pájaro, quisieron atraparlo. El gato y perro, que dormían en un rincón, se despertaron y lo comenzaron a perseguir. Todos tenían la misión de sacarlo de casa a como diera lugar. Abrieron la puerta para que saliera por ésta. Pero el pájaro no queriendo regresar al frío, voló en dirección a la chimenea para dejar que su alma saliera vestida de fuego.
Cada vez que veo un pájaro moribundo y con frío lo dejo entrar en el garaje de mi casa. Allí siempre tengo comida, agua y rincones abrigados. No voy a poder olvidar la escena vivida en la sala de mis padres. El pájaro de fuego se quedó viviendo en el fondo de mi alma para que nunca ella se me congele ante el frío de los demás.
MARISOL
Imagen sacada de bing
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