Anoche una voz invisible me hizo saber que en diferentes partes del mundo se veían nubes que pintaban corazones en el cielo, sobre todo, de día para que todos los pudiéramos ver. Y mientras esa voz me hacía saber que no se sabía quien nos mandaba esas señales, a lo lejos yo veía en una pantalla gigante (instalada en una plaza) como millones de científicos no sólo hablaban unos con otros desconcertados porque no encontraban ninguna explicación lógica a lo que estaba sucediendo, sino que no se ponían de acuerdo para descifrar estas señales de amor que se dejaban ver en todos los cielos del mundo.
Y mientras yo me preguntaba quién mandaba estas señales de amor y me cuestionaba si vida inteligente extraterrestre trataba de comunicarse con nosotros, sé que sentí una gran emoción al enterarme que alguien daba la noticia a nivel mundial que entre las principales religiones como el Anglicanismo, Brahamamisno, Budismo, Catolicismo, Confucianismo, Protestantismo, Luteranismo, Calvinismo, Hinduismo, Judaísmo, Shintoismo, Islamismo, Taoísmo y Zoroastrismo habían desaparecido entre todas ellas sus diferencias. Por fin, las religiones dejaban de ser importantes. ¡Ah! al darme cuenta que lo único importante es el amor porque éste es la única fuerza y también la única verdad que justifican nuestras vidas, una sensación de paz me invadió. ¡Ay! cómo quería eternizarla, pero no pude ...
Quien sea que emitiera estas señales me quería hacer saber que debemos aprender a amarnos los unos a los otros más allá de todas nuestras diferencias culturales, raciales o religiosas. Estas señales de amor hablaban por sí solas. Demás estaban las palabras. Dentro de mí algo me decía que hasta los que sólo usan las palabras para disfrazar sus pensamientos se podían quedar mudos antes estas señales de amor. Pero yo no, pues pegué un grito al despertarme de mi sueño al no querer salirme de éste.
Demasiado hermoso para hacerlo realidad, ¿verdad? Pero aunque la realidad sea aquello en que yo deje de creer, ésta seguirá existiendo y jamás desaparecerá aunque esta señal de amor multiplicada hasta el infinito exista sólo en sueños ... en los míos, en los tuyos ... en la de casi todos.
Demasiado hermoso para hacerlo realidad, ¿verdad? Pero aunque la realidad sea aquello en que yo deje de creer, ésta seguirá existiendo y jamás desaparecerá aunque esta señal de amor multiplicada hasta el infinito exista sólo en sueños ... en los míos, en los tuyos ... en la de casi todos.
MARiSOL
Una bonita canción para hacernos reflexionar ....
Imagen sacada de Google+
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