"Quizás sea cierto que hay que darle sentido a la vida porque ella carece de sentido. O quizás la vida cobra sentido cuando uno se compromete con ella aún en las horas más oscuras. ¡Ay! hoy día el arcoiris de mi vida se ha ido de viaje y me ha dejado sola." Así está pensando Milagros, una niña de 11 años, pero con una edad emocional mayor...
Milagros, de un tiempo a esta parte, está irritable. Nada le gusta. Y es que la vida le parece dura y fea. Y hasta, por momentos, le tiene miedo. Ya le he explicado que en el arcoiris también hay que incluir el color negro, pero no por ello hay que dejar de admirarlo. También le he dicho que las personas que le temen a la vida ya están medio muertas porque son esclavas de sus propios miedos.
Milagros también sabe que la vida es una constante lucha, y no es tan difícil como uno cree. Ella -con el tiempo- aprenderá que la vida hay que verla como una calle de sentido único, donde a medida que vamos avanzando con nuestro equipaje de éxitos y derrotas, vamos creciendo de manera inevitable.
Ahora prefiero dejarla tranquila. Mis ideas no son las suyas. Sin embargo, tengo la esperanza que mi hija Milagros se sienta de mejor ánimo cuando acepte la idea que no solamente dejará de ser una niña, sino que más de una vez en su vida verá brillar un arcoiris.
Milagros, de un tiempo a esta parte, está irritable. Nada le gusta. Y es que la vida le parece dura y fea. Y hasta, por momentos, le tiene miedo. Ya le he explicado que en el arcoiris también hay que incluir el color negro, pero no por ello hay que dejar de admirarlo. También le he dicho que las personas que le temen a la vida ya están medio muertas porque son esclavas de sus propios miedos.
Milagros también sabe que la vida es una constante lucha, y no es tan difícil como uno cree. Ella -con el tiempo- aprenderá que la vida hay que verla como una calle de sentido único, donde a medida que vamos avanzando con nuestro equipaje de éxitos y derrotas, vamos creciendo de manera inevitable.
Ahora prefiero dejarla tranquila. Mis ideas no son las suyas. Sin embargo, tengo la esperanza que mi hija Milagros se sienta de mejor ánimo cuando acepte la idea que no solamente dejará de ser una niña, sino que más de una vez en su vida verá brillar un arcoiris.
Marisol
4 comentarios:
Espero que así sea....
Abrazos.
Me gusta la frase con la que comienzas. Y yo creo que así es. Hay que darle sentido, hasta en las horas más oscuras.
Yo no vería la vida como un camino de una sola vía, la veo como un camino recto que, de cuando en cuando, se bifurca, unas veces hacia los lados y otras retrocede, pero el camino principal, ese que siempre avanza, siempre lo podemos recuperar.
Ser niño no necesariamente tiene que ser fácil, espero que tu hija se sienta mejor. En mi caso, creo que no he dejado de ser un niño, un niño de 19 años, jeje.
Por cierto, muy bonita versión de "Somewhere over the rainbow".
Saludos.
Hola, Marisol:
Ya volverá la calma y la armonía, la propia vida nos señala el camino, solamente debemos esperar pacientemente. Muy seguramente tu querida Milagros pronto lo entenderá.
Gracias por visitarme,
abrazos.
Muy cierto todo lo que dices y los milagros porqué no, hay que trabajarlos y no esperar a que se produzcan.
Me ha encantado la ilustración que has elegido.
Manel
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