viernes, 3 de diciembre de 2010

Chocolate de Navidad

http://susuangels.com/library/HeartandSoulbyWeiss.jpg "Chocolate" llegó hace tres años a tocarme las puertas de mi triste corazón un día antes de Navidad. Mi esposo -con el cual estoy casada desde hace cinco años- me lo regaló para ayudarme a salir de la depresión en que me encontraba. Y es que motivos tenía...

Cuando a mediados de Octubre mi ginecólogo me dijo que nunca podríamos tener hijos, porque soy estéril, yo le dí la espalda a mi vida. Me encerré en casa desde ese momento hasta mediados de Diciembre. No quería ver a nadie. Lo único que hacía era llorar. Y cuando quería o debía, hablaba lo indispensable con mi esposo, y por telefóno con un par de amigas y con mis padres. Y como no me sentía bien y no tenía fuerzas para nada, dejé de lado las traducciones pendientes que tenía por hacer y perdí un par de clientes por este motivo. En ese momento no me importó.

Es así, como al llegar Diciembre la casa no la decoré con adornos navideños como lo solía hacer antes... El árbol de Navidad -comprado por mi esposo- se encontraba desnudo y solitario en una esquina de la sala.

Al llegar el 24, día de Nochebuena, mi esposo -antes de salir temprano de casa- me dijo que tenía que ir a su consultorio (es veterinario) y que a al regresar podíamos salir a cenar a nuestro restaurante preferido. Pues bien, mi esposo llegó al mediodía con una canasta grande y dentro de ésta había un hermoso cachorro. Al ver a ese tierno animalito, comencé a llorar de emoción. Mi esposo después de secarme las lágrimas, me ayudó a sacarme la bata de levantar, y yo después me fuí sola al baño. Luego de ducharme, me sentía otra. Los pensamientos positivos nacían como hermosas flores de Primavera.

Es así, que mientras me miraba en el espejo del baño me propuse darle un nuevo sentido a mi vida en ese preciso momento. Después de ponerme guapa, bajé. Al ver que el cachorro -regalo de un paciente de mi esposo- dormía plácidamente en su canasta, entré a la cocina. Allí a mi esposo lo encontré preparando un pavo para la cena. Y después él de sonreirme agradecido por volver yo a ser la de antes, fuí al sótano a buscar los arreglos navideños. Luego después, me puse a decorar la sala y al árbol navideño lo vestí con mucho cariño.

Hoy en día, si bien, aún no tenemos hijos (la adopción de un niño de cinco años está en camino), mi querido "Chocolate" me ha regalado algo maravillo... ¡las ganas de vivir! a pesar de todo...

Marisol
 
http://i114.photobucket.com/albums/n268/southernliz50/beforetem002.jpg

Si quieres ver más cuadros de perros y cachorros
del pintor estadounidense John Weiss,
entra a este enlace que te dejo acá:



Aprovecho para desearte una
FELIZ NAVIDAD
y todo lo mejor para el 2011.

La foto es mía