miércoles, 30 de diciembre de 2020

¿Quizás o quizá?

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Se están peleando Quizás y Quizá. Y todo porque ambos adverbios de duda que sugieren la oportunidad de que aquello que menciona sea verdadero o de que acontezca, se disputan, en este momento, el primer lugar en importancia ante La Real Academia Española. 

Es así como la R.A.E. les pidió a los dos que se calmaran, que no discutieran más. Quizás y Quizá lo miraron furibundos. Quizás, queriendo callar tanto a la R.A.E como a Quizá, comenzó a cantar a todo pulmón: 

"Siempre que te pregunto

Qué, Cuándo, Cómo y Dónde

Tú siempre me respondes

Quizás, Quizás, Quizás..."

- ¡Basta! No me robes protagonismo - gritó alterado Quizá. Y mientras echaba chispas se le salían las lágrimas de impotencia.

- Pero, ¿qué te crees tú? - le increpó Quizás. Para tu información me hice famoso mundialmente con la canción que lleva mi nombre compuesta por el compositor cubano Osvaldo Farrés en 1947.

- Pues bien, - dijo la Real Academia Española -  escucháme bien, Quizás. Es hora que te enteres que Quizá es mucho más antiguo que tú. Viene de la locución  quiçab  que significa ¿Quién sabe? y apareció en el "Poema del Mio Cid" en el siglo XII. Es más, recién hasta el siglo XVI se encontró un testimonio  escrito donde aparecías tú en escena. 

Quizás ¡ay! no estaba nada contento con esta respuesta. Acaso, ¿no era más importante que Quizá? ¡Qué va! Ambos lo son porque para tu información, querido lector, Quizás se escribe cuando la palabra que sigue empieza con vocal. Por ejemplo: Quizás eres muy terco a mi parecer. Y Quizá se escribe cuado la palabra a continuación empieza con consonante. Por ejemplo: Quizá comamos a las dos de la tarde.

Cuando la Real Academia Española les hizo ver que no debían entrar en competencia porque ambos adverbios de duda son igualmente válidos e intercambiables en todos los contextos, Quizás y Quizá se quedaron tan pensativos que decidieron hacer las paces. Te preguntarás por qué. Pues bien, porque ambos están intrigados con los que nos depara a todos nosotros el 2021. Así es, los dos adverbios de duda quieren saber a ciencia cierta qué es lo qué se trae entre manos  el nuevo año porque el 2020 ha sido muy malo para toda la humanidad. Es más, la humanidad entera no quiere vivir más de suposiciones, sino de hechos concretos. Queremos saber cuándo podremos vivir con normalidad ya que Quizás y Quizá no nos sirven de nada. Y es que todos percibimos el drama de nuestro propio fin. Así no se puede vivir de manera normal ya que estamos todos para tendernos, más bien, en una camilla y dejarnos curar por un psicólogo o para atiborramos de antidepresivos. Quizá no todos, pero sí muchos. Si sumamos la nueva cepa del Covid-19, nos preguntamos, entonces, ¿qué pasará?   

Quizás y Quizá han hecho las paces porque se dan cuenta que, en este momento, ni el uno ni el otro les sirve a la humanidad... esa humanidad que no puede soportar mucha realidad porque la realidad ha superado a nuestra fantasía.  En todo caso, contribuimos a la protección de la humanidad si no nos resignamos. Lamentablemente hay muchos seres humanos que confunden paciencia con resignación. La diferencia radica en que la paciencia es una actitud positiva y la resignación es todo lo contrario. Y es que la resignación no es más que un estado sentimental en donde el ser humano se muestra en adaptación pasiva frente a los problemas que se le avecinan. Piensa que es producto de una "mala suerte".

Querido lector, ¿quieres vivir sólo de suposiciones y dejarte llevar por la resignación? La verdad que yo no quiero abrazarme ni a Quizás ni a Quizá. Más bien, prefiero que la esperanza nos dé este 2021 la mano a todos porque cuando todo es desesperado la esperanza empieza a ser completamente una fuerza. ¿Y sabes por qué? Porque la unión hace la fuerza. Hay miles de virólogos, médicos, científicos de todas partes del mundo que desean exterminar esta cruel enfermedad o poderla manejar de mejor manera con las vacunas. 

Confiemos en que saldremos de esta pandemia dentro del 2021 porque Quizás y Quizá no saben qué hacer. Más bien, la esperanza misma sí sabe qué hacer. Es más, constituye una dicha aunque sus fracasos por frecuentes que sean, son menos horribles que su propia extinción. Y recuerda, querido lector, que la esperanza y el temor son inseparables. No hay esperanza sin temor y no hay temor sin esperanza. 

Dejemos de lado a Quizás y Quizá y seamos más amigos de la Esperanza... ese estado de fe y ánimo optimista. Es un asidero moral que nos sirve para no caer en el desaliento. Saldremos adelante aunque Quizás y Quizá se interpongan en nuestros caminos de vida. Si bien es cierto, aún hay mucho camino por recorrer pero no por ello debemos resignarnos a pensar que 2021 será igual o peor que 2020. Y mientras en nuestras manos está en seguir siendo guerreros de la esperanza todo lo que sea necesario, Quizás y Quizá no ponen en duda mis mejores deseos para todos ustedes, queridos lectores, no sólo de fin de año, sino de este Año Nuevo que se abre paso, sin lugar a dudas. Y con la esperanza que de esta zozobra e inseguridad saldremos fortalecidos por amor a todos aquellos seres queridos que nos dejaron, víctimas del Covid-19.

 MARiSOL