jueves, 21 de julio de 2016

Dos sombras

 Bildergebnis für two shadows

La verdad que Susana no está en situación de exigir nada a nadie, ni menos a ellos dos, aunque a ella le resulte muy duro. Y mientras ella toma conciencia que ese peligro impronunciable puede materializarse en cualquier momento, Susana echa una mirada rápida a esas dos negras siluetas que se perfilan dentro de su alma.

Yo bien sé quiénes son estas dos sombras que han dejado fuera de combate a Susana, quizá sin querer queriendo, pero, en todo caso, sin ninguna  precaución y libres de toda preocupación. Me pregunto y Susana también si nada está prohibido bajo esa dictadura bajo la que ella se encuentra de manera obligatoria. Susana ya no sabe nada; sólo sé que ella está cruzando por varias encrucijadas. Dejarla sola no quiero porque todas las opciones no están abiertas, sino cerradas, por el momento.

Y mientras Susana recuesta su cabeza sobre mi hombro, ella me hace saber que no hay suficientes pruebas contundentes que refuten su teoría de vida porque ella se ha quedado sin ninguna clase de hipótesis (esa interpretación racional y anticipada que le sabe a ella a fracaso). Y mientras yo juego con sus palabras, yo la ciño fuerte a mi cintura, para no quedarnos ambos sumidos sólo en tinieblas.

- Algo pesado, oigo a lo lejos, que cae, ¿o es acaso alguien? - grita Susana con ojos desorbitados.  Y mientras yo respiro hondo para no ahogarme en su dolor,  yo me pregunto por qué ella se dejó someter a este juicio de tanta envergadura. ¡No se lo merece!

Y mientras los ojos del mundo apartan la mirada de Susana, yo no puedo aunque la mirada de su corazón se haya quedado ciega sin ninguna protección y sus manos hagan señales de precaución ante la luz de la verdad ... esa verdad que no se puede exagerar aunque nos empeñemos en que nadie sepa de ella para seguir aparentando algo que no somos. 

Te preguntarás, querido lector, quién soy yo. Me presento. Soy el Perdón ... ese perdón que debe existir cuando se hace justicia con el corazón ... ese corazón que no se cierra ante tanta ingratitud o indiferencia, quizá porque cuando se ama, de verdad, no es la cabeza la que sólo juzga, sino el corazón porque la mejor justicia se hace de corazón a corazón ... a esas dos sombras que Susana quiere, sin condiciones, porque llevan la huella de su lugar de origen de nacimiento. 


MARiSOL





Imagen sacada de Bing