lunes, 28 de abril de 2014

Escribiendo ...



Mi imaginación vuela y yo aquí escribiendo ...    escribiendo ideas que estimulan mi mente, que me llevan a otro mundo ... a ese otro mundo donde creo lo imposible ... ese imposible me sonríe cual cómplice... como ese cómpllice que se aferra a la vida ... esa vida que me hace tomar conciencia de que existo. ¿Acaso existo para engañarme? No lo creo. Más bien creo que yo existo  porque tú me imaginas a tu lado.

- Otro día se va - dice Verónica para distraerme. 
- Y yo aquí escribiendo entre la Nada y el Todo - le contesto. Sobre todo, escribo para que tú me leas sin saber si tú te haces presente en mi mundo ... ese mundo donde yo te cuento lo incontable. 
- Por mí no te preocupes. Sólo escribo como tú. Tomo impulso. Vuelo hacia mi imaginación para callar mi realidad. Shhh.... ¡No hagas ruido! - me responde Verónica.

Si supiera Verónica de lo que yo quisiera escribir y no puedo. Y, sin embargo, en mi imaginación soy libre. Pensamiento y palabra se ponen de acuerdo para seguir escribiendo. 

 MARISOL


 

sábado, 26 de abril de 2014

Palabras al viento


- ¿Por qué tus palabras siempre revolotean alrededor tuyo? -  le pregunta Minú, el amigo gatuno de Cornelia.
- Porque son parte de mí - le responde ella.
- Sí, pero ¿por qué no se alejan  nunca de ti? - le pregunta Minú.
- Porque mis palabras necesitan de mis pensamientos. Sin ellos, ellas no podrían existir. 
- Mmmm .... Minú está pensativo. Luego le pregunta a Cornelia si, alguna vez, ella ha usado las palabras para disfrazar sus pensamientos.
Cornelia mira a Minú largamente. Ella siente un nudo en la garganta. Pareciera que su amigo gatuno le puede leer los pensamientos.
- Sí - le responde con un hilo de voz Cornelia. 
- Yo creo que si a tu lengua le faltan palabras, en este momento, es porque tus pensamientos están ofuscados por la tristeza o nostalgia. ¿O me equivoco? - le dice Minú mientras mira fijamente a su amiga.
Cornelia reconoce que Minú tiene razón. Su corazón está triste.

En buena hora que el faro no está prendido porque si no él ayudaría a Minú a iluminar los pensamientos de Cornelia para saber qué es lo que  está realmente pensando su corazón.
El silencio de Cornelia le hace entender a Minú que, en este momento, el corazón de ella está desbordado por sentimientos... esos sentimientos que contradicen sus pensamientos, sobre todo, cuando piensa en Erik, su gran amor de la infancia. 
Más de una vez Minú ha visto como las palabras de Cornelia quieren tomar altura para volar en dirección de Erik, pero no pueden porque  los pensamientos de Cornelia las retienen. Definitivamente que ella tiene sus motivos para tratar de mantenerse alejada de él.

¿Y si a escondidas Minú soplara fuerte para que las palabras de Cornelia se fueran volando en dirección de Erik? Me da tentación de ayudarlo porque tanto Minú como yo sabemos que Erik sufre vivir separado de Cornelia. Y ella, en el fondo, también.
MARISOL 

 


Imagen sacada de internet

jueves, 24 de abril de 2014

La niña y el ganso

Érase una vez una niña que soñaba con alejarse del mundo que la rodeaba. Como a ella nada le gustaba del mundo donde vivía, le preguntó a un ganso grande blanco si la podía llevar a otro lugar, a otro mundo donde ella se sintiera más a gusto. El ganso aceptó transportarla a donde ella quisiera.
- ¿A dónde te gustaría que te lleve? - le preguntó el ganso.
- A un lugar donde no haya pobreza - le respondió la niña.
- Muy bien - le respondió el ganso y luego le preguntó si ella tenía algún otro deseo más.
- Sí, por supuesto. Me gustaría un lugar donde no hayan  ni voces chillonas ni gritos ni pleitos - le dijo la niña con rabia.
- ¿Qué más?  El ganso esperaba más deseos de la niña. ¿Acaso no parecía una niña mimada?
- Me gustaría vivir en un lugar ¡muy limpio! - agregó la niña de manera enfática.
- ¿Y qué van a decir tus padres cuando no te encuentren por ninguna parte? El ganso la miraba con ojos críticos.
- No me interesa volverlos a ver - respondió la niña desafiante.
El ganso se quedó sorprendido ante la respuesta de la niña.Y después de escucharla, se dirigió al lugar ideal donde ella podía ser feliz. Después de aterrizar el ganso le dijo:
- Acá te puedes quedar. Creo que te gustará.
La niña no podía dar crédito a lo que estaba mirando. Una playa limpia, de arena blanca, un mar de aguas color azul turquesa. Muchas palmeras, pero nada más.
- Pero, acá no hay nadie - le contestó la niña horrorizada. Sola no se quería quedar por nada del mundo.
- Sólo cumplo tus deseos - respondió el ganso. Tú querías un lugar limpio, sin ruidos desagradables. Y tener una isla para ti sola es de lujo. ¿No te parece?
- No me has entendido - le dijo la niña llorando. Cuando te dije que no quería escuchar voces chillonas es porque mi mamá grita mucho. No sólo ella le grita a papá, sino a mí también. No soporto sus peleas, sobre todo, cuando no sólo mi papá está borracho, sino también mi mamá. El departamento donde ellos viven siempre está sucio. Yo lo limpiaba de manera voluntaria o la fuerza. Y no es nada agradable limpiar vómitos, ¿no crees? 
El ganso arrepentido de haber pensado mal de la niña se disculpó ante ella y luego seguido le dijo que la llevaría de regreso a su mundo pero no a su casa, sino a la policía. Allí se encargarían de ayudarla. Seguramente la pondrían en manos de una asistenta social y le buscarían una familia que la acogiese con cariño. Cabía la esperanza que sus padres cambiaran de actitud.

La niña, a través del ganso, había aprendido una lección: la de no huir de sus problemas, sino de enfrentarlos.
El ganso, a su vez, había aprendido, a través de la niña, otra lección: la de no juzgar de manera equivocada. 
Y yo he aprendido con el tiempo que siempre aprendemos algo nuevo unos de otros. ¿Tú que dices? ¿Te gusta el mundo donde tú vives?

MARISOL

 


Imagen sacada de bing

lunes, 21 de abril de 2014

La armónica mágica


Érase una vez una ardilla a la que le gustaba  hacer música con su armónica. Un día se me apareció mientras yo estaba plantando unas flores en el jardín.
- ¡Hola! - me saludó la ardilla sin sentir miedo de mí. Yo me sorprendí porque no esperaba su visita.
- ¿Qué deseas de mí? - le pregunté curiosa.
- Pues yo, la verdad, que deseo regalarte un poco de mi música. ¿Te interesa escucharla?
- Mmmm.... depende de qué tipo de música quieras tocar - le contesté.
- ¡Ah! ¿Te gusta blues, jazz, música folk, música clásica, country, rock and roll y pop?
- Sí, claro - le contesté.
- ¿Qué te gustaría escuchar? - me preguntó la ardilla feliz de contar con alguien que la escuchara.
- Música country - le contesté.
- ¿Conoces la canción "Country roads" de John Denver? - me preguntó la ardilla.
- ¡Por supuesto! - le respondí feliz. La solía cantar de chica con mi hermana. ¿Qué te parece si mientras tú tocas la armónica, yo canto?
- Me encantaría - respondió la ardilla. 
- Pues, entonces, empieza a tocar tu armónica y yo te sigo - le dije sonriendo.
En cuanto la ardilla se puso a tocar su instrumento, la letra de esta canción se me apareció en mi memoria. Yo me puse a cantar como en tiempos antiguos:  

Almost heaven, West Virginia
Blue ridge mountains, Shenandoah river
Life is old there, older than the trees
Younger than the mountains, growin' like a breeze

Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, mountain momma
Take me home, country roads

All my memories, they gather 'round her
Miner's lady, stranger to blue water
Dark and dusty, painted on the sky
Misty taste of moonshine, teardrops in my eyes

Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, mountain momma
Take me home, country roads

I hear her voice in the mornin' hour she calls me
The radio reminds me of my home far away
And drivin' down the road I get a feelin'
That I should have been home yesterday, yesterday

Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, mountain momma
Take me home, country roads

Country roads, take me home
To the place I belong
West Virginia, West Virginia, mountain momma, oh momma
Take me home, country roads
Take me home, down country roads
Take me home, down country roads


Cuando terminamos, la ardilla me miró con sus ojos grandes. Y me preguntó si podía regresar a mi jardín. Yo le dije que todas las veces que quisiera. Es así como la ardilla llegó con su armónica. Una veces yo cantaba, otras solamente la ardilla tocaba su instrumento. Yo le escuchaba feliz de sentirme acompañada. 

Pero un buen día no vino. Y mientras pasaron las semanas, yo me preguntaba qué le habría pasado. Un día, mientras yo me encontraba regando unas plantas, llegaron dos ardillas y a mis pies me dejaron una armónica. Tenía sangre seca. Entendí. Mi simpática ardilla no podía venir más porque había muerto. Seguramente atropellada por algún conductor de automóvil o víctima de algún cuervo. Pena sentí. Las ardillas se fueron sin decir palabra alguna.

Al quedarme sola me puse a cantar la canción "Take me home country roads" en memoria de mi amiga la ardilla. Había sido nuestra primera canción a dúo. Para sorpresa mía la armónica mágica comenzó a sonar mientras yo cantaba. 

En algún lugar del universo mi amiga la ardilla sonríe complacida por saber que yo no la he olvidado. Pero siente vergüenza porque ella me hizo creer que tocaba de maravilla la armónica, lo cual no era cierto. No me importó el engaño. Más bien me sentí feliz porque la ardilla había dado instrucciones antes de morir a otras ardillas para que ellas me hicieran llegar la armónica mágica.


MARISOL


Si quieres escuchar a John Denver cantando 
esta misma canción, haz clic  ACÀ


Imagen sacada de google

viernes, 18 de abril de 2014

Amor ausente


Mis manos me miran y me preguntan: ¿En qué esquina del mundo se quedó conversando el Amor con el Tiempo? Las dos al unísono también me preguntan  si será cierto que ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama de verdad. No sé que contestar. Mientras mis manos me siguen mirando yo hago nacer dos personajes: Paola y Juan. Ella ya no sabe cuándo fué la última vez que lo vió alejarse de su vida. Hace ya muchos años que se dejaron de ver. Más de treinta años donde el amor persevera a pesar de hacer vidas diferentes. ¿Será posible? ¿O son solamente imaginaciones mías? 

Paola mueve su cabeza de un lado a otro. Ella no puede creer tanta incredulidad mía. Lo mismo hace Juan. Mientras mis manos tiemblan, Paola y Juan me miran serios. Ellos saben más del amor que yo. ¿Cómo estos personajes inventados por mí me pueden dar miedo? Mientras Paola me pone el espejo delante para que me vea por dentro, Juan me observa en silencio esperando a que yo termine por darles la razón. Soy terca. No quiero. Esta clase de amor será romántica pero no lleva a ninguna parte mientras no haya un final feliz. Y éste suele darse más en las películas que en la vida real. Yo no creo en los "Happy End".

- No le pongas límites al amor - me dice Paola mientras Juan le da la razón y luego él agrega diciendo: 
- No hay cosa más fuerte que el verdadero amor. El tiempo no es nada cuando se ama de verdad. Yo no digo nada. Sólo me los quedo mirando incrédula. 
- El amor verdadero hace milagros porque él ya, de por sí, es un milagro - me comenta Paola. Juan sonríe. Él sabe que Paola tiene razón.

Yo me pregunto si ha sido un error haber inventado a estos dos personajes porque mi memoria no quiere recordar. Pienso que todo milagro no puede quedarse sólo en palabras, es necesario probarlo. Sólo así podré darle crédito al amor verdadero .... a ese amor ausente que reclama, desde tiempos inmemorables, un espacio en mi corazón y yo con cólera trato de ahuyentarlo, una y otra vez, para que no me lo rompa del todo. 

Mientras yo no quiero quedarme sin más palabras para seguir escribiendo como siempre: "Érase una vez...", me miro en silencio mis manos.

 MARISOL


martes, 15 de abril de 2014

No es Otoño




Mientras aquí en mi ciudad, ubicada en el hemisferio norte, es Primavera, en el hemisferio sur es Otoño. A pesar de disfrutar del renacimiento de flores y plantas, mi corazón está en el sur ... en ese sur donde se van desprendiendo las hojas de los árboles así como la vida se va desprendiendo de nuestros cuerpos, en ese sur donde mi árbol de vida (él que se quedó allá esperando por mí) espera a quedarse despojado de hojas como yo ... sin más hojas de vida por contar. 

En este momento me pregunto ¿cuándo me convertiré yo en un árbol sin hojas?  No lo sé. Lo único que sé es que cuando yo me desprenda de la vida, otro Otoño llegará y seguirán las hojas cayendo sea en el hemisferio norte o sur. Por el momento soy flor, soy pólen, soy semilla. Me agarro a la vida. 

Mientras mi destino está en manos del hemisferio norte, el hemisferio sur espera a que yo cual hoja al viento, desde la eternidad vuelva algún día a casa ... allí donde está ubicada la existencia de mi ser.


Marisol





Imagen sacada de bing

domingo, 13 de abril de 2014

El cisne blanco



Una noche un cisne blanco se apareció en casa de Carolina, una joven mujer romántica e ingenua. El cisne no solamente había llegado a su lado para cuidarle sus sueños mientras Carolina dormía, sino  que él tenía la misión que ella aprendiera, poco a poco, a separar la verdad de la ilusión. Y es que Carolina vivía prendida de un sueño imposible. Ella quería, a toda costa, que Jorge regresara a su vida, pero el cisne sabía que él no regresaría nunca más. Sus motivos tenía. El cisne quería que el discernimiento de Carolina se impusiera ante su corazón roto. Es cierto que es bueno ser romántico y un poco ingenuo, pero también es bueno ser realista.

El cisne sabe no solamente que la verdad e ilusión navegan en aguas diferentes, sino que la realidad separa a la verdad de la ilusión porque mientras la primera es flexible, la segunda es estática. Además, la verdad nos hace percibir la profundidad de la realidad mientras la ilusión percibe la realidad solamente de manera superficial.

Es así, como después que el cisne le hablara dulcemente a Carolina, mientras ella dormía, él desapareció antes que ella despertara. Cuando Carolina abrió los ojos, vió una pluma blanca sobre su cama. Ella sabía que el cisne blanco (símbolo de luz, muerte y metamorfosis) había venido durante la noche. Carolina le haría caso al cisne aunque la realidad le supiera amarga. La luz la ayudaría a iluminar sus pensamientos para pensar claramente, la muerte la ayudaría enterrar a Jorge en su pasado y la metamorfosis la ayudaría a cambiar; dejaría de ser tan romántica e ingenua para ser más realista. 

Carolina está agradecida que el cisne la haya visitado porque sabe que él  también representa la gracia y la nobleza del corazón. O sea que no temamos por ella. Carolina no dejará de lado sus buenos sentimientos; solamente está en proceso de crecimiento personal. Dejará de soñar despierta y aprenderá a aceptar su fracaso amoroso con Jorge.



MARISOL 









La imagen es sacada de bing.
Es una obra de la fotógrafa libanesa Laura Zankoul. 
Si quieres ver más obras de ella, haz clic en:  http://larazankoul.com/


martes, 8 de abril de 2014

En patera


Nadie pide nacer en el país que nos ve crecer... Omar lo tenía claro. No dejaría que su destino fuera escrito por otros. ¿O acaso sí y era irremediable? Al final, él sabía que arriesgaría mucho en poner su vida en manos de otros que le habían prometido sacarlo de su país a través del mar; sacarlo de su continente africano al continente europeo en patera. Omar no tenía otra opción. Él deseaba llegar a la tierra prometida a como diera lugar aún arriesgando su propia vida y la de sus queridos sueños en caso ellos y él se quedaran inevitablemente durmiendo para siempre en el fondo del mar.

Por momentos el miedo y la inseguridad se apoderaban de Omar y  lo hacían pensar de manera negativa. Pero como él estaba obsesionado con la idea de salir de su país, sacudió su cabeza como tratando de espantar estas ideas porque él quería, a toda costa, evitar que su leve esperanza de conseguir visa de residencia y de trabajo en continente europeo  se ahogaran antes de  intentar reunir el dinero que necesitaba para hacerse a la mar con esos otros como él que iban a la búsqueda de una mejor vida con el riesgo de pasar, por fuerza mayor, a mejor vida.


MARISOL






Este corto animado español recibió el Premio Goya en 2007 

sábado, 5 de abril de 2014

El listón negro


En este momento Verónica quiere guardar silencio. Algo de cierto habrá que si ella calla nadie la traicionará. Ella siempre ha sido sincera, abierta.... demasiado, piensa ella. ¡Qué ingenua que fué! 
- Pero, ¿de mí también desconfías? - le preguntó su amigo, el pájaro rojo ... el pájaro del amor (si no me equivoco).
- ¡Ya no sé qué pensar! - exclamó Verónica.  
- Para mí la desconfianza es un signo de debilidad, amiga mía. ¿Qué pasa contigo? - le dijo el pájaro rojo.
- Estoy empezando a dudar de la amistad de algunas personas que creo conocer, pero que al final, no las conozco realmente porque se muestran de una manera, pero son otras, en realidad.
- Entonces, da tu amistad solamente a las personas de las cuales puedas aprender algo positivo - le dijo el pájaro rojo y luego agregó - Para serte sincero tu desconfianza hacia mí no me agrada nada y tu silencio, menos. Conmigo puedes hablar de todo. 
- ¿Te molestas conmigo si guardo ahora silencio? - le preguntó Verónica al pájaro rojo.
Él le dijo que no, que lo podía hacer.
- Gracias, pájaro rojo. Lo que sucede es que mi mente está llena de mucho ruido. Sólo quiero tenerte entre mis manos y acariciarte por un rato. Estoy decepcionada. Te pido que regreses a mí cuando me veas más tranquila. ¿Qué dices? 
- Como yo te conozco bien regresaré a ti cuando te vea más relajada. Ahora te veo tensa. Y al terminar de decir estas palabras y despedirse se fué volando el pájaro rojo.

Verónica al quedarse sola se dió cuenta que su soledad era mucho más solitaria que su propia desconfianza y que su silencio se estaba convirtiendo en el ruido más fuerte de todos los ruidos. Aceptó el reto puesto que ella quería empezar, desde hoy día, a seleccionar mejor a sus amistades, sobre todo, a las de internet, que dicen ser una cosa y son otra. Verónica los hizo desaparecer de su vida. Se quedó viuda de muchos de ellos, sin dar ningún tipo de explicación, y, por este motivo, se ha colocado un listón negro sobre su boca para no irse de lengua y así no hablar mal de ninguno de ellos. 

Yo entiendo a Verónica. No es la primera vez que limpio mi lista de amigos, sino que hasta me cambio el nombre porque en el mundo del internet son muchísimas las personas que usan listones negros sobre la boca como Verónica pero no para guardar silencio, sino para guardar en secreto su verdadera identidad.

 MARISOL




jueves, 3 de abril de 2014

Pintando estrellas


Al llegar la noche Raquel, una niña de doce años, pinta estrellas cuando el cielo está despejado. Yo siempre la observo, unas veces, en silencio, otras conversamos como ahora. Esta noche he decidido preguntarle a mi hija qué motivos tiene para pintar estrellas.
Raquel con sus ojos color cielo me responde:
- No me canso de pintar estrellas porque ellas son como los niños. ¿Sabes? Nunca hay demasiadas. Todo lo contrario.
- O sea cada estrella ¿es un niño o niña para ti? - le pregunto a Raquel.
- Sí, así es - me responde ella mientras sigue pintando. 
- ¿Por qué? - le pregunto un tanto insegura. Otra pregunta no se me ocurre hacerle. La veo concentrada pintando. No la quiero interrumpir.
- Pues, porque los niños dicen la verdad, porque nosotros, muchas veces, tenemos que ser tolerantes con ustedes, los adultos.
Trago saliva. Y mientras la miro con los ojos de mi corazón, ella continúa hablando y me dice:
-  Mientras haya niños infelices, este mundo vestido de adelantos científicos y técnológicos no tiene ningún sentido. 
- Es cierto lo que dices, hija. Mi voz se rompe en mil pedazos.
Raquel me mira y sigue hablando:
- Y ni hablar de la riqueza mal repartida, de la injusticia, de la maldad, de las guerras y de tantas cosas feas en las que no quiero pensar. Para no sentir  rabia, pinto. No quiero dejarme dominar por este mal sentimiento, mamá.
- Haces bien, hija mía - le digo en voz baja.
- Mamá, ¿quieres ayudarme a pintar más estrellas?
- Me encantaría, pero no puedo - respondo casi gritando. Siento rabia por no haberle podido ofrecer a mi hija otro mundo mejor donde hubiera podido vivir antes del accidente en bus que sufrió ella junto con otros compañeros de colegio hace ya diez años atrás. 

No quiero llorar para que mis lágrimas no me impidan ver como mi hija Raquel pinta estrellas esta noche. Mi hija al ver mis ojos hinchados me pinta estrellas sobre mis párpados para que pueda dormir y soñar con ella. 

MARISOL





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miércoles, 2 de abril de 2014

Amor y Deseo



Anoche Iris soñó con Luis.  Ella ya no recordaba cuando fué la última vez que lo vió cara a cara personalmente. En su sueño Luis no hablaba, sólo la miraba con el alma. Las palabras sobraban ... Y, sin embargo, en el preciso momento en que él abría la boca para decirle algo a Iris mientras él se acercaba para abrazarla, ella despertó sobresaltada. Al despertar Iris pensó que su sueño reflejaba una verdad escondida por mucho tiempo. Y es que ese pensamiento onírico era la señal de que su corazón estaba inquieto. ¿El de él también? Seguramente. Sé que es así.

Mientras Iris desea que él la llame y le diga simplemente: ¡Hola! ¿Qué tal?, Luis se resiste a apretar el botón verde, a pesar de haber tenido su celular ya listo para llamarla más de una vez. Pero él cree que sería un signo de debilidad llamarla. Su autorespeto quedaría por el suelo y no podría mirarse al espejo ya que Iris, hace mucho tiempo atrás, dejó de ser suya. Pero ¡Luis, cómo  te equivocas! Sé por Iris que ella desea no sólo escuchar tu voz para retenerla nuevamente en sus oídos, sino que  ella tiene mucho que decirte. Tú seguramente también.

Yo, en tu lugar, la llamaría para repasar el pasado, hablar de lo que pasó entre los dos, de los errores cometidos, de los momentos agradables y ¡de tantas cosas más! Simplemente dar el paso porque no hay peor cosa que desear hacer algo y no hacerlo cuando uno cree que está mal. Pero, Luis, ¿crees tú que perderías? Todo lo contrario, ganarías por haber saltado sobre tu propia sombra, sobre todo por haber abierto la boca. ¿Sabías que el verdadero medio de ganar mucho radica en no esperar ganar demasiado? Lo que cuenta es el hilo de la comunicación, mantener el canal abierto para dar oportunidad a que haya un intercambio sincero de pensamientos entre tú e Iris y así juntos aprender a verse con otros ojos. Sobre todo, tú, Luis necesitas que Iris te saque las vendas.

Mientras Iris tiene el deseo de sanar las heridas de Luis porque a ella le duele mucho sentir (hasta en sueños) cómo él sufre, él no se da cuenta que si se sigue reprimiendo, envenenará su alma de por vida.  O lo que es peor, si Luis sigue alimentándose de deseos reprimidos, al final su alma se pudrirá. Así que mejor llámala.

¡Ay, Luis! ¿Sabías que Amar y Desear no solamente son dos verbos distintos, sino que no se pueden poner siempre de acuerdo porque no todo lo que tú amas, puedes desear, ni todo lo que tú deseas puedes amar? 

Antes de terminar sólo quiero comentar que Iris desea que el sueño de anoche no sea sólo un sueño, porque ella sabe que cuando dos personas tienen el mismo sueño, ya en el fondo, están a pocos kilómetros uno del otro para hacerlo realidad aunque cada uno de ellos dos regrese a su propia realidad. 

MARISOL 

 


I wish you Love
Natalie Cole

 Goodbye, no use leading with our chins, this is where our story ends,
Never lovers ever friends.
Goodbye, let our hearts call it a day, but before you walk away,
I sincerely want to say.

I wish you bluebirds in the spring, to give your heart a song to sing,
And then a kiss, but more than this, I wish you love.
And if you like lemonade to cool you in some lazy glade,
I wish you health, but more than wealth, I wish you love.
My breaking heart and I agree that you and I could never be,
So with my best, my very best, I set you free.
I wish you shelter from the storm, a cozy fire to keep you warm,
Most of all, when snowflakes fall, I wish you love.

[musical interlude]

I wish you shelter from the storm, a cozy fire to keep you warm,
Most of all, when snowflakes fall, hot time, I wish you love.
All kinds of love, a whole gang of love.


Imagen sacada de bing