miércoles, 10 de noviembre de 2010

Energía de amor

 
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¿Por qué será que en el mundo terrenal hay que poseer bienes materiales para ser feliz? ¿Y todo para qué? Si cuando morimos no nos queda nada. Lo único que nos podemos llevar son nuestros pensamientos y sentimientos. Más bien, somos nosotros los que le regalamos nuestra semilla al mundo ya sea dejándole nuestros hijos y/o nuestras obras realizadas. Quizás lo que realmente cuenta no es nuestro cuerpo que nos sirve de vehículo para desplazarnos de un lugar a otro, sino nuestro espíritu, porque  él está conectado a través de una energía de amor con los demás espíritus pasados, presentes y futuros. ¿No será que esa energía de amor es eterna e inmortal? ¿Y nosotros no deberíamos sentir miedo ante la muerte porque nuestro espíritu es parte de esa energía y seguiremos viviendo otras vidas hasta alcanzar un estado de conciencia más alto?

Nelly se hace estas preguntas mientras sigue leyendo un artículo sobre el tema de la reencarnación. Es cierto que la reencarnación existe en la mayoría de religiones orientales, como hinduismo, budismo y taoísmo, y también en las religiones no "adulteradas" africanas y tribales de América y Oceanía, pero la simple idea que una persona fallecida vuelva vivir con otro cuerpo y con una personalidad más evolucionada gracias a las lecciones aprendidas o experiencias hechas en la Tierra, le parece fascinante.

Pero, ¡quién sabe qué estará Nelly pensando realmente cuando  se encuentre viviendo su último día de vida!

Marisol

La foto es mía