viernes, 17 de abril de 2020

Irse por la tangente



Rosa sabe muy bien que "irse por la tangente" es una metáfora inspirada en el mundo de la geometría que explica que una recta tangente tiene sólo un punto común con una curva. Es decir que ambas se tocan en un solo punto al cual se le llama punto tangencial o punto de tangente. Bien, por este motivo Rosa también sabe que "irse por la tangente" o "salirse por la tangente"  se refiere a la actitud que uno tiene de eludir responder a una pregunta comprometida. Rosa sabe que si ella da a alguien una respuesta que no se corresponde con lo que se le cuestiona, entonces normalmente es de manera intencionada porque se trata de una pregunta comprometida. Igualmente, si Rosa cambia de tema en mitad de una conversación o discurso para referirse a cuestiones que no guardan relación con el objeto de la discusión, ella bien sabe que se está yendo por la tangente. Y es que ésta es una expresión que se emplea mayormente en el lenguaje discursivo y político. Rosa también sabe que este sentido es negativo cuando implica buscar una salida sin afrontar el problema en sí. Sin embargo, Rosa me hace saber que esta expresión posee también un sentido positivo y afirmativo cuando caracteriza a la transfinitud de todo ser humano y a su capacidad para superar límites y desplazar fronteras, transformando el ser de las cosas y su propio ser.  Increíble, ¿verdad? Pues bien, Rosa sabe que "irse o salirse por la tangente" es una expresión luminosa de la infinitud que la alienta con profundidad, rigor y originalidad, pues es aquella  que la caracteriza. Es así como Rosa no sólo une sus letras con las tuyas entre la ciencia y la filosofía, sino que me hace saber que si la transfinitud humana se asemeja a la tangente de una curva, entonces cada ecuación hecha de la tangente posee valores propios en cada punto de la curva o será que sólo la tangente, si bien participa y se une a cada punto de la curva, no se deja encerrar en ella ni es ella misma una curva de estructura finita.

Pues bien, ¿sabías que el conjunto de tangentes de los puntos de una curva es una curva en transfinitud? por y en la tangente cada punto se libera hacia el infinito porque tiende al infinito. Y, sin embargo, Rosa no sólo no se pierde la conexión entre curva (finito) y tangente (transfinito), sino que ella muy bien sabe que la ecuación de la tangente une, por ley fija y propia para cada curva, lo finito y lo transfinito. Rosa sabe también que el hombre se parece en  lo químico, en lo sensible, en lo intelectual y en lo moral a una curva cerrada y definida. Rosa también es de la opinión que en cada punto de este conjunto de curvas conexas y multiformes puede construirse una tangente; y por cada una evadirse, de propia manera, hacia el Infinito en virtud de la transfinitud esencial al hombre. 

Rosa sabe que esta correlación entre finito e infinito, a través y en virtud de nuestra íntima transfinitud, es el filosofar como tarea vital y como empresa ontológica en que se descubre la razón propia del hombre en cuanto el ser de todas las cosas. 

Y para terminar he de hacerte saber que Rosa es de la opinión que haciendo Metafísica (esa rama de la Filosofía que estudia la naturaleza, la estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad donde se investiga las nociones como entidad, ser, existencia, causalidad, tiempo y espacio) uno puede hallar para y en una cosa finita la tangente, el punto de evasión y de superación hacia lo Infinito. ¿Y sabes por qué? Porque no sólo pensar es moverse en el infinito, sino que Dios, que es acto puro y no tiene nada de potencialidad, tiene un poder activo infinito sobre todos nosotros.
MARiSOL