jueves, 28 de febrero de 2013

La flor de Elisa


- Me quiere, no me quiere, mucho, poquito, nada, me quiere - decía Elisa en voz alta mientras observaba los seis pétalos de la flor.  Pero ella sabía que él ya no la quería.
- ¡Por favor! No se te ocurra arrancarme mis pétalos, porque sino me moriría - le suplicó la flor.
- No lo haré. Te lo prometo - respondió Elisa. 
- ¿Por qué estás triste?- le preguntó la flor a la niña.
- Quiero que Toñito me quiera como antes - le dijo Elisa. Pero dentro de ella sabía que no era posible. Él quería a otra niña. 
- Antes de estar haciéndote dependiente de si él te quiere o no, tú deberías amarte a ti misma - le íncrepó la flor. 
- ¿Piensas que no me quiero a mí misma lo suficiente? - preguntó Elisa. No queríar estar molesta con la flor, pero ...
- Mira, si él no te quiere, sus motivos tendrá - contestó la flor y siguió hablando - Me repito; No te hagas dependiente de él y...  
- ¡Cállate! consejos no necesito en este momento - gritó Elisa. Ella lo que más deseaba era volver a jugar con sus amiguitos. Pero desde que Toñito ya no quería nada de ella, a ella el cuerpo le dolía tanto ¿o era su alma?  que apenas le quedaban fuerzas como para querer reunirse con sus amiguitos de barrio o de colegio.
- ¡Bien, no digo más! - dijo la flor. 
- ¡Discúlpame! Elisa no quería pelearse con la flor. Ella solamente había querido aconsejarla y consolarla. 
- Entonces, no te quedes aquí a mi lado pensando en por qué Toñito ya no te quiere.  Yo, en tu lugar, iría a buscar a una amiga para distraerme un rato.  No te aisles. No te encierres en tu soledad.

Elisa sabía que la flor tenía razón. Pero, ¿la flor a quién tenía de amiga? Otras flores a su alrededor no habían. La flor estaba más sola que ella misma y no se quejaba de nada.
La flor escuchando los pensamientos de Elisa, le respondió sonriente:
- Te tengo a ti.
Elisa al escuchar estas palabras se sintió importante, querida y necesitada. Estaba feliz de haber ganado una buena amiga y gracias a sus palabras sintió que su autoestima podía empezar a vivir sin Toñito.


Marisol

martes, 26 de febrero de 2013

En bicicleta


- Roberto, ¡no mires hacia atrás! ¡Mira solamente hacia adelante! - le dijo Ingrid en voz alta. 
- Esto es lo que trato de hacer, pero no puedo - le contestó Roberto tristemente. Su tristeza abarcaba todos los tiempos: presente, pasado y futuro. 
Ingrid desea que él cambie su forma de pensar y, por este motivo, lo instó a que viera solamente en una sola dirección. Ella trata de ayudarlo a su manera... y es que ella conoce lo que es vivir atrapada en los recuerdos. No, no es bueno. 
- ¡No me entiendes, Ingrid! - le refutó Roberto un poco molesto y contin hablando en voz alta mientras seguía montando bicicleta -  ¡No es fácil! Tú podrás, pero yo no. Y después de decir estas palabras Roberto sintió que le pesaba el alma. No podía más. Él le dijo a Ingrid  que haría un alto. Se bajaron de la bicicleta y se sentaron bajo un árbol frondoso.
Ingrid lo miró con sus ojos curiosos y en voz baja le dijo:
- No la puedes olvidar, ¿no es cierto?
- Como me gustaría ir a un hospital especializado en corazones rotos para que me quitaran este dolor que me aprieta el pecho. Después de decir esto, Roberto calló. No podía hablar más. Tenía un nudo en la garganta y se echó a llorar sin vergüenza.
Ingrid lo abrazó fuerte. Ella estaba allí para calmar a su querido amigo. Y cuando él dejó de llorar, ella supo que lo mejor era no hacer más preguntas. Permanecieron callados un largo rato antes de continuar camino. 

Ingrid sabía que Roberto no podía olvidar a Elena... a su amor imposible. Entrar en detalles no es importante. Y es que en este momento me ronda una idea: Quizás sea cierto que tratar de olvidar a alguien es querer recordarlo para siempre.

Y así me encuentro yo... una vez más recordando. No quiero. ¡Caramba! Mañana monto bicicleta.

Marisol 

 


El Niágara en bicicleta
José Luis Guerra

Me dió una sirimba un domingo en la mañana
cuando menos lo pensaba
caí redondo, como una guanábana, sobre la alcantarilla
será la presión o me ha subido la bilirrubina

Y me entró la calentura
y me fui poniendo blanco como bola (d)e naftalina
me llevaron a un hospital de gente (supuestamente)
en la Emergencia, el recepcionista escuchaba la lotería
(¡treinta mil pesos!)

¡Alguien se apiade de mi!
grité perdiendo el sentido
y una enfermera se acercó a mi oreja y me dijo:
"Tranquilo, Bobby, tranquilo"

Me acarició con sus manos de Ben Gay y me dijo:
"¿Qué le pasa, atleta?"
y le conté con lujo de detalles lo que me había sucedido

Hay que chequearte la presión
pero la sala está ocupada y, mi querido
en este hospital no hay luz para un electrocardiograma

Abrí los ojos como luna llena y me agarré la cabeza
porque es muy duro
pasar el Niágara en bicicleta

No me digan que los médicos se fueron
no me digan que no tienen anestesia
no me digan que el alcohol se lo bebieron
y que el hilo de coser
fue bordado en un mantel

No me digan que las pinzas se perdieron
que el estetoscopio está de fiesta
que los rayos X se fundieron
y que el suero ya se usó
para endulzar el café

Me apoyé de sus hombros como un cojo a su muleta
y le dije: "¿Qué hago, princesa?"
y en un papel de receta me escribió muy dulcemente:
(mi princesa, ¿qué va a ser de mí?, uh...)
"Lo siento, atleta"

Me acarició con sus manos de Ben Gay y siguió su destino
y oí claramente cuando dijo a otro paciente:
"Tranquilo, Bobby, tranquilo"

Bajé los ojos a media asta y me agarré la cabeza
porque es muy duro
pasar el Niágara en bicicleta

No me digan que los médicos se fueron
no me digan que no tienen anestesia
no me digan que el alcohol se lo bebieron
y que el hilo de coser
fue bordado en un mantel

No me digan que las pinzas se perdieron
que el estetoscopio está de fiesta
que los rayos X se fundieron
y que el suero ya se uso
para endulzar el café

[Improv.]

No me digan que me va cayendo
de tanto dolor
no me digan que las aspirinas
cambian de color

No me digan que me van pariendo
que le falta amor
no me digan que le está latiendo, oh no...




lunes, 25 de febrero de 2013

La otra Frida


No es de Frida Kahlo de quien voy a hablar... es de mi abuela Frida. Ella se identificó con esa pintora mexicana no tanto por sus cuadros, sino porque casualmente ella amó a un hombre llamado Diego, mi abuelo. Él murió hace ocho años atrás. Y mi abuela Frida murió ayer, en el día de su cumpleaños a la edad de 100 años. 

Antes de que mi abuela muriera, dijo en voz baja que mi abuelo estaba parado junto a la cama donde ella se encontraba agonizando. Yo no lo ví, pero sí ví, mejor dicho, vimos mis padres, dos hermanos míos, mi esposo e hijos y dos sobrinos cuando mi abuela extendió su mano derecha y como mirando a alguien, dijo en voz alta: "Me voy contigo".   

Después que mi abuela Frida diera su último suspiro, abrí la ventana de su dormitorio (ella empezó a vivir con nosotros en casa de mi madre en cuanto quedó viuda) para que su espíritu volara. Después de dejar la ventana abierta de par en par (afuera brillaba el sol, el cielo estaba despejado en un hermoso día de Primavera), regresé al lado de mi abuela muerta. Sonreía. Mi madre llorando le cerró los ojos. La pena se apoderó de todos.

De repente, dos gorriones se pararon sobre la rama de un árbol, que estaba frente a la ventana, y empezaron a cantar. Y después,  todos los que estábamos allí reunidos para despedirnos de mi abuela Frida, vimos entre lágrimas como los dos gorriones entraron a la habitación y después de volar alrededor de la cama de mi abuela, se fueron por donde llegaron. Mi abuelo Diego realmente había venido a buscarla. 


Marisol



Imagen sacada de bing




jueves, 21 de febrero de 2013

Copos de nieve

Falling Snow from Matt S on Vimeo.


Mientras Nina abría su ventana de par en par para dejar entrar un poco de aire fresco a la habitación, dijo en voz alta:
- ¡Como me gustaría que los copos de nieve que caen en este momento pudieran cubrir no solamente mi jardín, sino hasta mis penas y preocupaciones! 
El deseo de Nina fue escuchado por los copos de nieve. Ellos se metieron a la habitación y la cubrieron rápidamente de pies a cabeza. Nina agitada comenzó a gritar:  
- ¡Déjenme en paz! No me gusta lo que hacen ustedes conmigo.
- Pero si tú dijiste que nosotros cubriéramos tus penas y preocupaciones. Y esto es lo que estamos haciendo - respondieron a coro los miles de copos de nieve.
- Pero yo no dije que me cubrieran a mí de pies a cabeza - respondió Nina. Apenas ella podía hablar y moverse. 
- ¡Claro que sí! Tus penas y preocupaciones viven en ti. Y por tal motivo, te cubrimos toda - argumentaron en coro los miles de copos de nieve entre risitas.
Nina se dió cuenta que ellos tenían razón. Temblaba de frío, pero también de miedo. ¿Qué hacer?
Los copos de nieve le hicieron una propuesta.
- Nos iremos por donde vinimos pero con una condición, Nina.  
- ¿Cuál? La voz de Nina era muy débil. Apenas podía respirar y hablar. 
- Que sepas vivir con tus penas y preocupaciones - le contestaron a coro los miles de copos de nieve y siguieron hablando - Ellos existen aunque tú no quieras. Pero lo importante, es que no dejes que ellos te aplasten con todo su peso como lo hemos hecho ahora nosotros contigo. Empieza tú ahora a seleccionar qué penas y preocupaciones son importantes y cuáles no lo son.
- Haré el esfuerzo por hacer lo que ustedes me piden. Es más, lo prometo - Nina apenas tenía fuerza en su voz. 
En ese momento los miles de copos de nieve cayeron a sus pies y luego rápidamente salieron volando casi todos por la ventana abierta. Digo, casi todos, porque unos pocos se quedaron allí.
- ¿Qué pasa? - preguntó Nina intrigada. 
- Nos quedamos aquí - respondieron los copos de nieve.
Nina no entendía y les preguntó qué motivos tenían para quedarse en su habitación.
- Para que veas tú con tus propios ojos como, después de haber cerrado tu ventana y con el calor de la calefacción, nos vamos a derretir - contestaron los copos de nieve.  
- ¡Me van a estropear el piso! - gruñó Nina. 
- Pues, ¡agarras un trapo y lo secas! - le respondieron impacientes los copos de nieve y luego le dijeron - Esto no es tan importante. Lo que te queremos hacer ver es que así como nosotros vamos a dejar de ser copos de nieve, pues nos convertiremos en un pequeño charco de agua y tú te encargarás de hacernos desaparecer del todo, tus penas y preocupaciones también desparecerán tarde o temprano. Todo depende de ti.
Nuevamente los copos de nieve tenían razón. Nina fue a la cocina por un trapo con una sonrisa en los labios. Y cuando ella regresó sobre el charco de agua había escrito una frase que decía claramente: ¡Mantén limpio el piso y tu mente también!


Marisol



 

Amid the falling Snow
Enya


How I remember sleepless nights
When we would read by candlelight,
And on the windowpane outside
A new world made of snow;

A million feathers falling down,
A million stars that touch the ground,
So many secrets to be found
Amid the falling snow.

Maybe I am falling down.
Tell me should I touch the ground?
Maybe I won't make a sound
In the darkness all around.

The silence of a winter's night
Brings memories I hold inside;
Remembering a blue moonlight
Upon the fallen snow.

Maybe I am falling down.
Tell me should I touch the ground?
Maybe I won't make sound
In the darkness all around.

I close my window to the night.
I leave the sky her tears of white.
And all is lit by candlelight
Amid the falling snow.




domingo, 17 de febrero de 2013

El sueño de Ana María


Los sueños de Ana María de día son realistas, pero cuando llega la noche y la toma entre sus brazos, sus sueños son surrealistas. Su imaginación subconsciente llega a ese mundo irracional donde las imágenes que ella ve en su mundo interior expresan emociones fuertes. 

Anoche Ana María soñó que veía a una niña echada en una fosa. Lo terrible era que veía que la niña estaba atada a unos cables y sobre su barriga había colocada una bomba.  Cuando Ana María le preguntó a la niña quién la había metido en esa fosa, ella le contestó molesta:
- ¡No importa quién lo haya hecho! -y suavizando después su voz continuó hablando - Lo que importa es que tú ya estás aquí. Te esperaba.
Ana María sin entender bien su respuesta, le preguntó:
- ¿Quieres que te ayude? 
- ¡Claro! ¡Sácame de acá!- dijo la niña alegremente mientras le sonreía. Pero esa sonrisa era artificial. Esa niña era mala. Algo en su mirada no le gustaba. Ana María sintió miedo ya no tanto por la niña, sino por ella también. ¿Qué pasaba?

Ana María no quería morir y menos que su cuerpo volara en mil pedazos. Era una muerte brutal a la que no quería estar expuesta. Y, sin embargo, una fuerza invisible la obligaba a acercarse más a la fosa y a tocar a la niña. Cuando explotó la bomba, Ana María despertó temblando. En ese momento no entendió el mensaje del sueño, pero cuando se calmó, se dió cuenta que ella hablando por teléfono con su madre ayer por la tarde, ella le había dicho que  la bomba ya había estallado... Contar el por qué no es importante.... para Ana María lo que más le importa es que ella no solamente despertó con vida, sino que se prometió a sí misma que no se metería más en problemas ajenos, suficiente tenía ya con los suyos propios.   
 Marisol



Pintura realista titulada : Muchacha en la ventana"  (1925) de Salvador Dalí.

jueves, 14 de febrero de 2013

Las Mujeres de San Valentín

 (Historia de la vida real)

El Día de San Valentín se celebra el 14 de febrero. En algunos países se conoce como el Día de los Enamorados y en otros como el Día del Amor y la Amistad. Es una celebración tradicional de países anglosajones que se ha ido implantando en otros países a lo largo del siglo XX. En EEUU en 1840 fué Esther A. Howland quien comenzó a vender las primeras tarjetas postales masivas de San Valentín, conocidas como «valentines», con símbolos como la forma del corazón o de Cupido. Con el internet se ha extendido la costumbre de intercambiar postales virtuales. También en este día es común la tradición de regalar rosas a aquellas personas a las que se tiene un especial afecto.

Sin embargo, hoy día en esta fecha se quiere rendir homenaje bailando por todas las mujeres violadas o golpeadas. Hoy día se celebra una campaña mundial llamada  Un Billón de Pie (One Billion Rising). En esta iniciativa mundial, más allá de toda realidad étnica, religiosa, económica y social, se quiere reforzar la dignidad, autoestima e integridad de nosotras, las mujeres, para condenar todo tipo de violencia.

Cuando Maria Elena empieza a recordar le parece mentira lo que vivió hace 29 años atrás en Berlín, en la entrada de un edificio antiguo en el distrito de Neukölln. Era invierno, principios de Enero... María Elena había ido a visitar por la tarde a una amiga (casada con policía) y después de estar un par de horas con ellos, se despidió a las 7 p.m. La estación de bus no quedaba lejos, como a unas cuatro cuadras. Pues bien, cuando ella ya estaba casi por llegar a ésta, ella sintió que unos brazos fuertes de un hombre alto alemán la agarraron por detrás;  con un brazo le apretó fuerte la cintura, la levantó en vilo mientras con el otro haciendo uso de su mano izquierda le tapó la boca mientras la metía a la entrada-garaje de un edificio cercano. En esa entrada, que se encontraba abierta, habían tirados en una esquina varios árboles de Navidad. Y allí, encima de éstos, el hombre desconocido la arrojó. María Elena sintió pánico cuando las manos de ese extraño le bajaron el pantalón. Lo único que pensó ella en ese momento fué "si me viola no puedo quedar embarazada ya que estoy menstruando". Pero, a pesar, de su miedo, luchó contra él y empezó a gritar con todas sus fuerzas. Y mientras lo hacía este hombre la golpeaba fuertemente en las piernas. María Elena no lloraba, solamente gritaba. Después de unos minutos -que le parecieron eternos -sus gritos fueron escuchados.

Un hombre joven polaco llegó cual ángel salvador. Se tiró sobre el violador y lo agarró para que no se escapara. Cuando la policía llegó con dos autos, María Elena aturdida salió corriendo del lugar. No quería hablar con nadie. Y mientras ella corría de regreso al departamento de su amiga, tres policías corrían detrás de ella mientras otros tres metían en uno de los autos al malhechor e interrogaban al muchacho polaco. Todo lo que vino después era como un mal sueño...  ir a la estación de policía, hacer las declaraciones, una mujer policía le tomó fotos de sus dos piernas (estaban moradas y negras por los brutales golpes). Esa noche María Elena se quedó a dormir en casa de sus amigos. Ellos se encargaron de llamar a la familia donde ella trabajaba como niñera cuidando de dos niños. Después de casi tres semanas, ella tuvo que dejar esa familia porque ellos quedaron impactados con lo sucedido. Tan católicos y religiosos que eran.... María Elena si bien sufrió una gran decepción, consiguió otra familia. Pero ésta es otra historia.

Al día siguiente antes de que María Elena fuera a trabajar, después de despedirse de sus amigos, ella regresó al lugar de los hechos. Allí todavía se encontraba su chalina, regalo de su madre. La recogió.  Y al tenerla entre sus manos supo que ella no tenía motivos para regresar a su país. Todavía, no. Le hubiera sucedido en cualquier parte... Un mes y medio después María Elena fué, un día después de su cumpleaños, al juicio que le hicieron al malhechor. Pero, ella después de hacer sus declaraciones ante los jueces, salió del juzgado. Los jueces respetaron su decisión. Le prometieron que castigarían al malhechor como se lo merecía.

María Elena les contó lo sucedido a sus padres y hermanos después de varios años. Si ella no se los contó en su momento no fué por vergüenza, sino por no preocuparlos. Ellos no pudieran haber hecho nada por ayudarla porque sus padres vivían en Lima y sus hermanos vivían -como ella- fuera de Perú.  

Hoy día María Elena tiene motivos para bailar con la vida cuando recuerda esa batalla de hace 29 años. La ganó como otras más... 

Marisol

   


     
"Break The Chain"
Lyrics by Tena Clark
Music by Tena Clark/Tim Heintz


I raise my arms to the sky
On my knees I pray
I'm not afraid anymore
I will walk through that door
Walk, dance, rise
Walk, dance, rise
I can see a world where we all live
Safe and free from all oppression
No more rape or incest, or abuse
Women are not a possession
You've never owned me, 
don't even know me I'm not invisible,
 I'm simply wonderful I feel my heart 
for the first time racing I feel alive, 
I feel so amazing
I dance cause I love
Dance cause I dream
Dance cause I've had enough
Dance to stop the screams
Dance to break the rules
Dance to stop the pain
Dance to turn it upside down
Its time to break the chain, oh yeah
Break the Chain
Dance, rise
Dance, rise

In the middle of this madness, 
we will stand I know there is a better world 
Take your sisters & your brothers 
by the hand Reach out to every woman & girl
This is my body, my body's holy
No more excuses, no more abuses
We are mothers, we are teachers,
We are beautiful, beautiful creatures

I dance cause I love
Dance cause I dream
Dance cause I've had enough
Dance to stop the screams
Dance to break the rules
Dance to stop the pain
Dance to turn it upside down
It's time to break the chain, oh yeah
Break the Chain, oh yeah
Break the Chain

Dance Break Inst.

Dance, rise
Dance, rise

Sister won't you help me, 
sister won't you rise x4
Dance, rise
Dance, rise

Sister won't you help me, sister won't you rise

This is my body, my body's holy
No more excuses, no more abuses
We are mothers, we are teachers,
We are beautiful, beautiful creatures

I dance cause I love
Dance cause I dream
Dance cause I've had enough
Dance to stop the screams
Dance to break the rules
Dance to stop the pain
Dance to turn it upside down
Its time to break the chain, oh yeah
Break the Chain, oh yeah
Break the Chain