lunes, 4 de octubre de 2010

El velero de la Felicidad

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¿Cuándo había sido la última vez que se sintió inmensamente feliz? No lo podía recordar. Hoy día tenía la imperiosa necesidad de hundir todos sus pesares en el fondo del lago. Y por este motivo, Carmen sacó su velero del muelle y se dispuso a navegar en sus aguas para olvidarse de sus problemas familiares y laborales aunque fuera por un par de horas.

Cientos de personas como ella habían tenido la misma idea: salir a navegar en sus veleros. ¿Pasearían también sus rabias y desilusiones? Por un momento Carmen se preguntó qué historias de vida estarían navegando sobre el lago... Quizás el problema de ella era esperar demasiado de la vida. Y, ¿si la Felicidad viajaba de incógnito en uno de los veleros? Afortunado su dueño, pero...

En un día como hoy, Carmen decidió que botaría por la borda los malos pensamientos y sentimientos que la ahogaban... ella quería sentirse feliz. Este momento sobre el lago debía ser disfrutado de principio a fin. Y al recordar la frase del dramaturgo noruego Hernik Johan Ibsen: "¡Qué cosa tan extraña es la felicidad!  Nadie sabe por dónde ni cómo ni cuándo llega, y llega por caminos invisibles, a veces cuando menos se le aguarda.", sonrió de no solamente contar con buena memoria, sino de navegar con la Felicidad a su lado.


Marisol



La foto es mía tomada el 3.10.2010
en el lago de Wannsee, Berlín.