miércoles, 13 de julio de 2016

Soy lazo, pero no nudo

Bildergebnis für mujer pintando cuadro

"¿Será cierto que Dios me creó para ser otro lazo más en la sociedad? Esa sociedad donde no todo se sabe, pero aunque yo me encuentre al límite de mis fuerzas y no pueda sustraerme a su influjo, ¿seré yo capaz de esforzarme en desatar ese nudo que me aprieta la garganta como ahora y mis lágrimas no lo pueden deshacer?".   

Y mientras este pensamiento rondaba alrededor de la mente de Mónica y la bloqueaba por completo, Dios se le apareció para decirle que Él ha creado no sólo al ser humano para ser un animal sociable, sino para que conviva también con los seres de su propia especie estén discapacitados o no. Es más, Dios también le hizo saber a Mónica que el hombre ha sido dotado por Él con un gran instrumento: su voz. Cuando Dios terminó de hablar, Mónica gesticuló con las manos de su corazón para hacerle saber que ella no tiene voz porque nació sordomuda y luego le preguntó por qué Él se había olvidado de ella. Dios mirándola misericordioso le hizo saber que ella si tiene voz: las de sus pensamientos porque ellos se entrelazan con las ideas de otros. Pero Mónica no satisfecha con su respuesta le dijo que ella se sentía más que un lazo un nudo difícil de desatar por estar lleno de inseguridades y complejos. Dios, después de escucharla le dijo que su discapacidad no radica en ser sordomuda, sino que ella no sepa entenderlo a Él. Mónica se puso a reflexionar y Dios pacientemente esperó.
- ¿Será  que debo primero aprender a no renegar de ser sordomuda? - le preguntó tímidamente Mónica desde su corazón.
- Así es - le contestó Dios y luego continuó hablando para decirle que tome nota que su nudo no se podrá nunca desatar si ella sólo lo quiere deshacer con su lengua; ella tiene que deshacerse, en este momento, de ese nudo bloqueador no sólo con sus pensamientos, sino con sus pinceles y espátulas. Allí radica su don, no sólo de su sentido común, sino también el de sus cualidades especiales. Mónica nació con gran talento, el de pintora. Ella empezó, poco a poco, a entender ...

Pues bien, Dios antes de despedirse de Mónica, le hizo saber que es normal que algunas veces ella no quiera ser sordomuda, pero que no se olvide que lo importante es no dejarse dominar por este nudo, que le aprieta el alma, porque así ella no puede pintar. Es más, también le dijo que sus cuadros no son comprados sólo por ser lindos, sino porque éstos guardan siempre un mensaje y todo mensaje vestido de amor es un lazo que conecta su corazón con el de los otros. Cuando Mónica entendió sus palabras, ella empezó a pintar febrilmente sin ningún nudo ni entre sus dedos ni en la mente de su corazón.


MARiSOL










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