lunes, 18 de noviembre de 2019

El deseo de Desirée



Desirée es una mujer de más de sesenta años con alma de niña. Ha guardado su inocencia contra viento y marea. Si bien ha hecho dolorosas experiencias en su vida, que la han ayudado a ser una persona relativamente madura, en el fondo de su alma, vive en ella una niña inocente que ve, a pesar de todo, al mundo de manera benevolente y sin malicia alguna. Y sin embargo, ella muy bien sabe, por las experiencias hechas, que la realidad es otra. Y es que la realidad, por momentos, la oprime porque si bien el mundo es bueno con todos, los seres humanos no lo son. Están lejos de serlo. Lo que pasa que la bondad de ellos tiene sus límites pero, en realidad, es porque quieren. Una verdadera lástima porque el símbolo de superioridad más hermoso es justamente la bondad porque ésta es, a mi modo de ver, la única inversión que nunca quiebra. A parte que la bondad es la mejor arma que desarma a los hombres. Me explico: Y es que a Desirée no le asombra ni el ingenio, inteligencia o memoria portentosa de los seres humanos si no hay asombro de bondad en sus almas. Así lo pienso yo igualmente y sin ningún asomo de falsa hipocresía. Y es que la hipocrecía se usa más para engañarse a uno mismo que a los demás. ¿No te parece?

Pues bien, Desirée es como esa niña que destroza su juguete porque le anda buscando el alma ... el alma al sentido de la vida. Veo que esta noche Desirée me está buscando a mí. Unos me llaman Dios, otros Alá, Jehová, Zahveh, Adonai, Hashem .... ¡Qué importa!  En este momento ella deja los nombres de lado y se entrega al silencio de la noche (tan profundamente mágica e incalculablemente sorprendente como el mismo infinito universo que yo he creado) para verse mejor por dentro. Es allí donde yo le hago saber que para poder juzgar cosas grandes y nobles, es muy importante y necesario poseer un alma igualmente de grande y noble. Tarea difícil pero no imposible de cumplir.

Desirée no pone en duda mis atributos: que todo lo puedo, que todo lo abarco, que todo lo sé y que soy absolutamente bueno. Y aunque mis críticos lo nieguen, Desirée siente que me necesita para poner en orden su mundo interno, por momentos, caótico. Esta noche ella quiere hablar conmigo para que yo le dé fuerzas para que así ella pueda seguir  avanzando, creciendo, para que se esfuerce en ser mejor persona... Y es que aunque te parezca mentira, yo vivo no sólo en el corazón de Desirée, sino en el corazón tuyo también. Sólo abre tu mente para entender esta idea en toda su dimensión, querido lector.

Es cierto que el concepto teológico, filosófico y antropológico de Dios hace referencia a una suprema deidad. Y es cierto también que una deidad es un ser al que se le otorgan poderes sobrenaturales el cual es adorado por considerarlo divino, sagrado o inmortal. Es respetado o temido por sus adeptos y seguidores. Pero Desirée (de naturaleza emotiva,  de pensamiento deductivo y que se deja llevar más por la intuición que por la razón) sabe que dejándome entrar en su alma de niña, puedo ayudarla a que la mujer adulta, que ella es, se esfuerce en mantenerse fuerte y tranquila mientras trata de entender el verdadero sentido de la vida. 

Para tu información: Algo que yo le estoy enseñando a Desirée es que ella esté divinamente consciente para que se dé cuenta de una vez por todas (al igual que tú, querido lector) que en el fondo sólo son las relaciones con las personas (sin importar sus ideologías culturales, políticas y/o religiosas) lo que da verdadero sentido a la vida porque solamente el ser humano se autorrealiza en la misma medida en que él se compromete al cumplimiento del sentido de la vida. ¿Y sabes por qué? porque encontrarle un sentido a la vida requiere tener no sólo coraje, sino también valentía, además de una buena dosis de fe y confianza. No importa cuán largo o corto sea tu camino. Lo importante es que cuando uno está a la búsqueda del sentido de la vida como lo hace Desirée, es lo más elevado a lo que ella pueda llegar para estar a mi altura. Espero que tú también.


Marisol
 


Son al señor
José  Luis Guerra

Poderoso y majestuoso
Admirable y siempre digno 
(siempre digno)
Exaltado sea tu nombre
Por los siglos de los siglos

Tú pagaste por mi vida 

(por mi vida)
Te ofreciste en sacrificio (sacrificio)
Y no olvide el alma mía
Ninguno de tus beneficios

El perdona tus errores 

(dime, ¿qué más?)
Y te sana las dolencias 

(¡Ay! como no)
Te rescata de lo oscuro
Y te muestra su grandeza

Mi Señor te hace justicia (mira que sí)
Y te colma con sus bienes (te digo yo)
Te revela sus caminos
Poderoso, Rey de Reyes

El perdona tus errores, por amor
Rey de reyes
Y te sana las dolencias mi Señor
Rey de reyes

Te rescata de lo oscuro, mi Pastor
Rey de reyes
Es Poderoso y Majestuoso mi Señor
Rey de reyes

Y yo a ti te canto un son 

Pa' que me bendigas, de noche y de día
Pa' que me bendigas, de noche y de día
Pa' que me bendigas, de noche y de día
Pa' que me bendigas

El Señor me liberó y yo bailo son
Rey de reyes
Y te quita toda angustia y depresión
Rey de reyes

El te añora y te protege 

¡Oh! mi Dios
Rey de reyes
Es Poderoso y Majestuoso mi Señor
Rey de reyes

Y yo a ti te canto un son
Pa' que me bendigas, de noche y de día 

(Santo mi son)
Pa' que me bendigas
Pa' que me bendigas, de noche y de día
Pa' que me bendigas

El perdona tu errores 

(dime ¿qué más?)
y te sana las dolencias 

(¡Ay! como no)
Te rescata de lo oscuro
Y te muestra su grandeza 

Mi Señor te hace justicia 

(mira que sí)
Y te colma con sus bienes 

(te digo yo)
Te revela sus caminos
Poderoso, Rey de reyes

Y yo te canto a ti, 
y yo te canto a ti mi Buen Pastor
Rey de reyes
Tu me diste la alegría y bailo son
Rey de reyes

Te llevaste toda angustia Santo Dios
Rey de reyes
Es Poderoso y Majestuoso mi Señor
Rey de reyes

Y yo a ti te canto un son
Pa' que me bendigas, de noche y de día

 (Santo mi son)
Pa'que me bendigas
Pa' que me bendigas, de noche y de día


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