viernes, 24 de enero de 2014

Pero, ¡qué mujer!


Ernesto se quedó boquiabierto cuando la vió. Ella era alta, con el pelo pelo rojizo recogido en un moño, de proporciones no sólo perfectas (90-60-90), sino con una mirada enimágtica que provenían de sus hermosos ojos verdes. Esa mujer parecía una actriz de cine sofisticada, o ¿sería alguna modelo extranjera? Seguramente que la lista de admiradores era inacabable.

- ¡Qué mujer! ¡Qué porte! ¡Qué distinguida! ¡Aquélla! la del vestido verde, es una mujer muy segura de sí misma. ¿La ves? - comentó Ernesto a su amigo Fernando mientras la contemplaba.
- No es una preciosidad, pero es una mujer, sin lugar a dudas, con algo muy especial. Tiene carisma - respondió Fernando sin poderle quitar la vista de encima.

http://artns.us/illustration/1920s-dancing-couple.jpg- ¡Oye! yo la ví primero. Me le voy a acercar - le dijo Ernesto a su amigo mientras las manos le sudaban y la frente también.... ¿y el corazón? le palpitaba agitadamente. ¿Sería amor a primera vista? ¿Sería posible? Rápidamente se tomó un trago de whisky para calmar su nerviosismo.
Si bien Ernesto se consideraba un hombre de éxito, en el fondo, cuando se encontraba ante una mujer que le impresionaba mucho, era bastante tímido. A los pocos minutos -cuando el efecto del alchohol calentaba su cuerpo, y de paso su mente también- se le acercó a la mujer del vestido verde.
- ¡Hola! Me llamo Ernesto. Me gustaría conocerte. ¿Cómo te llamas?

-  Adriana desde hace tres meses.
- Y esto ¿cómo se entiende? -le preguntó Ernesto riendo nervioso y confundido ante semejante respuesta. ¿Sería el alcohol lo que le impedía entender?
- Muy sencillo, cariño. Antes de la operación me llamaba Adrián y ahora que me siento una mujer en su totalidad me llamo Adriana. ¡Sácame a bailar! Me encantaría. ¿De acuerdo?

Ernesto todo caballero la sacó a bailar. No quería ni a ella defraudarla ni él podía sacarle los ojos de encima. Estaba como hipnotizado.... Y mientras, poco a poco, Adriana y él se iban conociendo, Ernesto se olvidó por completo de su amigo. Fernando tendría que regresarse a casa en taxi.

Esta noche no sólo estaba vestida de una brillante luna llena y muchas estrellas... una gran curiosidad tanto femenina como masculina bailaba muy cerca de ellos dos. Les rozaba la piel. La atracción era inevitable. La música sensual que tocaba la orquesta los llevó a partir de esta noche a un mundo nuevo por conocer. Siguen juntos como pareja hasta el día de hoy.


Marisol


La imagen se titula: "First dance" (2006) 
y es de la ilustradora ucraniana-norteamericana, 
Natascha Sazonova (1978). 
Para saber más de ella, ház clic ACÁ