miércoles, 27 de julio de 2022

Don Conocimiento y Doña Sabiduría

 

Me encuentro reunida con Don Conocimiento y con Doña Sabiduría porque me necesitan como mediadora para aclarar ciertos puntos entre ambos no sólo para así no caer en malos entendidos, sino para que la convivencia entre ellos sea mejor. Bien, mientras Don Conocimiento explica que si él llega desde dentro es el verdadero conocimiento, Doña Sabiduría le hace saber a Don Conocimiento que si no sabe aplicar bien su conocimiento, entonces, él es peor que la ignorancia. Don Conocimiento sabe que Doña Sabiduría tiene razón porque si él crea problemas, no es a través de la ignorancia que puedan los seres humanos resolverlos. 

Por suerte, Doña Ignorancia no se encuentra aquí con nosotros como para decirnos que ella es de la opinión que en la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber. Pero, mejor que Doña Ignorancia esté fuera de esta conversación porque saldría muy mal parada porque tanto Don Conocimiento como Doña Sabiduría piensan que la verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimiento, sino la negativa a adquirirlo. Sin embargo, lo que no me queda claro es si Doña Ignorancia es consciente de su propia ignorancia porque de ser así sería un gran paso hacia el saber.  Pero por las ramas no me quiero ir, pues, no quiero hablar de Doña Ignorancia, sino más bien, de Don Conocimiento y Doña Sabiduría.


La verdad que no hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría ya que el primero nos sirve para ganarnos la vida mientras que la sabiduría nos ayuda a vivir.  Te preguntarás quien soy yo. Para tu información soy Doña Inteligencia. A decir verdad tanto Don Conocimiento como Doña Sabiduría me necesitan y te explico por qué, querido lector. Y es porque la sabiduría es la habilidad que tú adquieres al aplicar tu inteligencia y conocimiento para tomar decisiones correctas, discernir entre el bien y el mal y buscar la verdad. Al fin y al cabo, el conocimiento sin sabiduría es realmente infructuoso. Y ¿sabes por qué? Pues, porque ser sabio no es tener conocimiento, sino cuestionarlo.

Y mientras converso con Don Conocimiento y Doña Sabiduría, les recalco a ambos que deben de darse la mano y aceptar sus diferencias porque los dos son conceptos completamente diferentes. Y es que un conocimiento son hechos o información adquiridos por una persona mientras que la sabiduría es un carácter que se desarrolla aplicando la inteligencia y la experencia. ¡Uy! Doña Experiencia tendría mucho de qué hablar porque nada se sabe bien si no es por medio de la experiencia. Será porque nuestra experiencia se compone más de ilusiones perdidas que de sabiduría. ¡Ay! pues, qué bien que las señoras Ilusiones no se encuentren acá con nosotros porque ellas son de la opinión que una vida sin ilusiones es completamente estéril porque sin ellas no existe ni paz ni esperanza. Y la verdad que tanto Doña Paz como Doña Esperanza tendrían también mucho qué decir. Ellas, seguramente, que preguntarían no sólo dónde está la sabiduría que los seres humanos han perdido en conocimiento, sino dónde está el conocimiento que los seres humanos han perdido en información.

Mientras sigo conversando con Don Conocimiento y con Doña Sabiduría yo les hago ver que mientras él viene desde el pasado, ella, más bien, se queda en el futuro. Al decir esto, ambos no sólo se contentan con esta idea mía porque les resulta original, sino porque se dan cuenta que los seres humanos no deben apartarse nunca de Dios porque no sólo Él todo lo sabe y todo lo conoce, sino porque la sabiduría se encuentra en la inteligencia pura, en esa luz divina que los guía. Y es que, finalmente, te hago saber que cuando tú, querido lector, desarrollas tu potencial de inteligencia con mira hacia el bien y en humildad, entonces, cuentas con la iluminación y aprobación de Dios más allá de todo conocimiento y sabiduría terrenal.


MARiSOL