jueves, 31 de julio de 2014

La Gran Muralla

Julio es un niño de diez años bastante inteligente. Él se encuentra en este momento dando un exámen oral de Geografía en su colegio, ubicado en Lugo, Galicia. El tema escogido por Julio es el de la Gran Muralla China. Su profesor de Geografía, el señor Morales, quien es bastante antipático, le preguntó primero por el largo de la muralla.
- Ésta tiene más de 21,000 kms - le respondió Julio sonriendo. 
El profesor no contento le pidió la cifra exacta.
- 21,196 kms, profesor, pero sólo se conserva un 30% de ésta - respondió Julio. Su sonrisa no era desafiante. Todavía no lo era.
- ¿Con qué países colinda esta muralla? - le preguntó a manera de reto el profesor de Julio.
- Desde la frontera con Corea, al borde del río Yalu, hasta el desierto de Gobi, a lo largo de un arco que delinea aproximadamente el borde sur de Mongolia Interior, señor Morales - le respondió Julio seguro de sí mismo
- A ver si sabes cómo se le llama a la muralla en chino. El profesor piensa que esta pregunta es difícil, pero Julio se la contestó. 
- Se le conoce como "Cháng Chéng".
- ¿Y sabes su significado en español? - le preguntó el profesor esperando que Julio no supiera qué decir.
- "Larga Fortaleza" - contestó Julio tranquilo.
- ¿Desde cuándo es Patrimonio de la Humanidad y quién la declaró como tal? - le preguntó el profesor. A ver si Julio sabe la respuesta.
- Desde 1987 y fué la Unesco, profesor.
-  ¿Cuándo fué construída la Gran Muralla China? - le preguntó desafiante el profesor.
- Fue construída en el siglo V a.C. y reconstruída en el siglo XVI.
- ¿Por qué? - le preguntó el profesor. Seguro que el Sabelotodo de la clase no sabe el verdadero motivo de la reconstrucción. 
- Pues, fué construída la Gran Muralla para proteger la frontera norte del  Imperio chino, durante las sucesivas dinastías imperiales, de los innumerables ataques de los nómadas Xiongnu de Mongolia y Manchuria - la respuesta ahora sí es desafiante. El tono de voz le ha cambiado a Julio.
- Me imagino que sabrás que tamaño tiene esta construcción, ¿verdad Julito? - le preguntó de manera sarcástica el sr. Morales.
- En primer lugar no me llame Julito. En segundo lugar le puedo responder su pregunta sin ningún problema. La muralla mide de 6 a 7 metros de altura y de ancho de 4 a 5 metros. Es más, durante la dinastía Ming fue custodiada por más de un millón de guerreros ... ¡como Usted, profesor! - le respondió Julio ahora sí desafiante.
- ¡¡¿Qué?!! - gritó el señor Morales. ¡Que falta de respeto es ésta! ¡Exigo una explicación!
- ¿Qué culpa tengo yo de ser un niño inteligente? Es un don que tengo y el cual yo valoro, pero Usted no, profesor - le dijo seriamente Julio y continuó hablando - Es una lástima que Usted custodie una muralla muy alta entre mi inteligencia y la suya. Pero ¿sabe algo más? Su inteligencia emocional no es más alta que la mía. Aquí yo lo gano, le guste o no.
- ¡No me hables de esta manera, muchacho insolente! - le gritó el profesor delante de toda la clase. ¡Te voy a reprobar este exámen por grosero! ¡Ya verás!

En el momento que el señor Morales gritaba el director del colegio entró molesto exigiéndole al profesor de Geografía que se disculpara ante Julio y ante toda la clase por su mal comportamiento porque de lo contrario lo expulsaba del colegio. Él no iba a permitir que se levantara una muralla de envidias, odio y antipatías en su querido colegio. Julio sonrió agradecido no sólo por obtener una buena nota, sino por obtener, por fin, el respeto de toda su clase. Ésta se quedó impactada por la última respuesta dada de Julio ante su profesor y también por la intervención valiente del director. 


Y, tú querido lector, ¿sabías que la Gran Muralla China está hermanada con la Muralla Romana de Lugo, también designada Patrimonio de la Humanidad?


MARISOL


jueves, 24 de julio de 2014

La cuenta bancaria


Hoy día Gladys siente una gran satisfacción al ver que su cuenta bancaria está bien llena de ceros. Atrás queda la época donde ella tenía deudas porque el dinero no le alcanzaba para poderse comprar ropa y zapatos de boutiques. Pero no pienses que Gladys es una mujer superficial, con sus veintitres años está ya casi lista con sus estudios de Arquitectura. Pero una cosa es ser una persona estudiosa y otra querer lucir bien ante la sociedad, sobre todo, si sabemos que ella es una mujer no sólo muy guapa, sino inteligente y ambiciosa, sobre todo, porque tiene el propósito de llegar a tener su propia oficina de arquitectos. Y cuando ésta le dé mucho dinero, entonces se dedicará sólo a este trabajo y no al otro, que por el momento, tiene.   

Pues bien, Gladys es una "sugarbaby" desde hace un año atrás. Cuando me lo contó las venas se me congelaron del susto. Pero ella me aseguró que se cuidaba mucho y hasta ahora no le había pasado nada a pesar de haber conocido a uno que otro hombre raro. Pero como ella nunca se había visto en peligro, ella me ha animado, más de una vez, a seguirle los pasos, pero yo no puedo, por más que me he informado sobre este tema en el internet.

Gladys me ha contado que no necesariamente un "sugardaddy" es un hombre muy mayor; también hay hombres jóvenes empresarios que por algún motivo no quieren casarse y prefieren tener una "sugarbaby" a su lado ya sea para salir de viaje, a una fiesta o sólo para que lo acompañen en sus horas de soledad para que les endulcen la vida agitada que llevan.

No me importa si soy una tonta, una ingenua o una mujer enamorada del amor. Sea como sea, prefiero ir por el mundo pensando no sólo en poseer bienes materiales. Si bien yo estoy también casi lista con mis estudios, pero no de Aquitectura, sino de Teatro, trabajo como camarera en un restaurante de lujo dos veces a la semana desde las 7 pm hasta la 1 a.m. y una vez  a la semana doy clases de español, por la tarde, a cuatro alumnos de manera privada. No gano mal. Puedo pagar mi departamento, mi seguro médico, mi vestimenta (bonita es, pero no de marca), alimentarme bien y salir, una vez al año, de viaje ¡Qué más quiero! ¡Ah! y lo más importante es que cuento con buenos amigos, una simpática familia y un novio muy bueno (trabaja como abogado en un bufete de renombre) que quiere casarse conmigo. Y como yo estoy muy enamorada de él, para mí él es mi "sugardaddy" y no uno de los de mi amiga Gladys.

MARISOL 



 

viernes, 18 de julio de 2014

El oso de Olga


Olga es una niña que se niega a crecer porque el mundo de los adultos no le gusta, sobre todo, cuando escucha como sus padres comentan las noticias del periódico, de la televisión o radio. Olga piensa que si se hace adulto sólo va a estar expuesta a la maldad que se da en casi todas partes. Por este motivo Olga no quiere crecer. Ella quiere que su cuerpo se siga quedando de niña y su mente también. Pero su oso de peluche sabe que no será así.Y para darle ánimo le dice:
- El mundo de los adultos tiene dos caras, el bueno y el malo. Y tú tienes que aprender a vivir con ello. Pero no vivas con miedo; más bien piensa en  hacer de tu vida un ejemplo para los demás - le dijo su amigo, el oso de peluche.
- Por el momento, quiero disfrutar de mi infancia - le contestó Olga. 
- Eres privilegiada. Otros niños como tú tienen que trabajar desde temprana edad, por ejemplo, para ayudar a sus padres - le dijo el oso y luego continuó hablándole a Olga - Ahora mientras tú eres niña no tienes necesidad de adquirir responsabilidades, pero a medida que vayas creciendo vas a a tener que aprender a asumirlas.
- ¿Y si yo no quiero? - le preguntó Olga.
- Yo no creo que tus padres quieran criarte como una incapaz que no sabe enfrentar por sí misma las dificultades que te  puede traer la vida y tampoco creo que ellos acepten tener siempre que resolver tus problemas. 
- No me hace gracia lo que dices - le dijo Olga a su oso de peluche.
- Te guste o no, con el tiempo aprenderás a hacerte responsable de tu vida. Aprenderás a enfrentarte a la realidad del mundo de los adultos. 
Olga miró a su oso largamente. No dijo nada más. Ella no quiere pensar en el futuro, más bien, ella quiere seguir disfrutando de su presente.

Mientras su oso de peluche sabe muy bien que si bien el crecer es un tránsito doloroso y difícil, yo, como su madre, sé que Olga no sólo abandonará su cómoda inocencia, sino que ella abandonará también a su oso de peluche, dejándolo sentado en alguna esquina de su niñez.


MARISOL 


 

 

Imagen sacada de Google