martes, 23 de diciembre de 2014

Mi tigre de Bengala

El Tigre de Bengala y yo  nos pusimos de acuerdo en hablar en un idioma en que ambos pudiéramos entendernos.
- ¿Qué te sucede? - le pregunté. ¿Estás triste?
- No. Estoy aburrido de ver a mucha gente pasar cerca de mi jaula con la mirada vacía, esa misma gente que va a hacer sus compras obligatorias de Navidad.
- Pero, ¿tú  quién eres para juzgar de manera tan tajante a la gente? - le pregunté molesta.
- Pues, ¿quién crees que soy? Nada más y nada menos que el Tigre de Bengala, también llamado tigre de Bengala Real o tigre indio. Tú bien sabes que yo soy una subespecie representativa de la India y Bangladesh y que pertenezco a la especie de tigre que más abunda en el mundo. Y también sabes que se pueden encontrar bengalas, como yo, en países como Nepal, Bután, Myanmar, Birmania y China.
- Pero, tú no te encuentras en ningún país de los que has mencionado, sino en el zoológico donde yo trabajo como cuidadora de animales.
- Es cierto. Estoy atado a esta cárcel en la que vivo. Hay momentos que me gustaría morir. Me han robado no mi inteligencia, pero sí mi libertad - me dijo el tigre con voz queda.
- Lo lamento. Es verdad lo que dices, pero tú acá naciste, en cautiverio. Éste es tu hogar y todos los que trabajamos en este zoológico te tratamos bien al igual que a los otros animales - le hice saber y luego le dije que tenía un regalo para él. 
- Yo no quiero ningún regalo - me respondió el tigre con voz amargada.
Y, cuando ya me iba, el tigre me llamó.
- ¡Ey, aguarda un momento! No quise ofenderte. No hay necesidad que me des ningún regalo ya que el regalo que yo más deseo nadie me lo puede dar ni tú tampoco. 
El tigre tenía razón. Pero yo le hice saber que si no se puede cambiar la situación, hay que vivir lo mejor que se pueda con lo que nos toca vivir. Hacernos la vida agradable es lo mejor y no sólo presentarnos como víctimas de las circunstancias. 
Al final, mi regalo se lo dí a un oraguntán que está solo igual que el tigre. Él me lo recibió agradecido sin pensar demasiado en el por qué o cómo, porque él entiende bien mi lenguaje ya que los que de corazón se quieren con el corazón se hablan.

Te preguntarás cuál era el regalo: Tiempo. Le había regalado un vale donde decía que yo le dedicaba todo un día mi íntegra atención. Seguro que al Tigre de Bengala le hubiera gustado recibir este regalo.  No pierdo la esperanza que cambie de opinión para la próxima Navidad. 


MARiSOL


   

viernes, 19 de diciembre de 2014

Luna de Navidad



En esta Navidad no habrá luna llena, sino sólo tendremos luna nueva, también denominada "novilunio" o "interlunio". En esta fase lunar cuando la Luna se encuentra situada exactamente entre la Tierra y el Sol, su hemisferio iluminado no puede ser visto desde nuestro planeta. Pues yo no sé si al lobo, que habita un bosque cercano a donde yo vivo, esto le resulte importante o no. Para averiguarlo, tendré que ir a buscarlo y entrevistarlo. Es así como después de encontrarlo le pregunté si le causaba tristeza que la luna no se muestre como luna llena, y también le pregunté si no le causaba tristeza no poderla ver  en la noche de Navidad.
El lobo me miró serio. Y después de meditar su respuesta me dijo:
- No entiendo su pregunta.
- Pues, porque Usted no podrá aullar como suele hacerlo cuando hay luna llena - le hice saber.
- En primer lugar - me dijo el lobo - déjeme decirle que nosotros los lobos no aullamos cuando hay luna llena. Ésto es sólo un mito y nada más. En segundo lugar, yo como lobo real, de la variedad Canis lupus, no suelo aullar ni cuando hay luna llena, ni cuando hay luna nueva y ni cuando hay luna creciente o menguante, aúllo cuando motivos tengo. Déjeme  informarle, señora periodista, que nosotros los lobos aullamos para unir a nuestra manada, cuando queremos atraer a nuestra pareja, cuando marcamos nuestro territorio, cuando ahuyentamos a los enemigos, cuando damos una señal de alarma o comunicamos nuestra posición. Pero esto no es todo. A veces, aullamos cuando nos despertamos por la mañana, como ustedes, los humanos cuando bostezan al desperezarse.
- ¡Ah, qué interesante! - le dije fascinada de esta nueva información que yo desconocía.
- Interesante le resultará también saber que nosotros los lobos cuando aullamos también tenemos razones emocionales como cuando queremos, por ejemplo, expresar inquietud, ansiedad, estrés, frustración, soledad y excitación. ¿Algo más quiere Usted saber, señora periodista? - me espetó el lobo.
- Sí, ¡por supuesto! - ¿Usted celebrará la Navidad? - le pregunté mirándole fijamente a sus ojos. 
El lobo retuvo mi mirada, pero la expresión de su mirada había cambiado de un momento a otro. ¿Por qué? El lobo, sin dar ninguna explicación, se alejó de mí en silencio.

Al llegar la noche de Navidad el lobo aulló, aunque él no pudiera ver a la luna, para hacerle saber que él estaba pensando en ella porque la extrañaba. El lobo solitario no miró hacia arriba para aullar, como suelen hacer normalmente los otros lobos, sino que miró dentro de su corazón para que la luna pudiera realmente escucharlo. Y cuando la luna lo escuchó, ella le pidió a muchas estrellas que le ayudaran a escribir en el cielo despejado: ¡Feliz Navidad, querido lobo! 

Y yo al leer este mensaje escrito en el cielo, entendí por qué el lobo se había alejado de mí triste y cabizbajo. También entendí que la luna así no se dejara ver, le quiso hacer ver al lobo que su mensaje era de amor y lealtad. A lo lejos escuché yo al lobo aullar.


MARiSOL



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domingo, 14 de diciembre de 2014

El buzón rojo de Santa Claus

En el pueblo donde vivo ha aparecido, desde hace pocos días atrás, un buzón rojo de cartas sólo para niños. Este buzón no pertenece al Servicio de  Correos de mi pueblo, sino que éste pertenece a Santa Claus. Él ha mandado colocar en una noche de luna llena este buzón porque sabe que quedan pocos niños en mi pueblo ya que la mayoría son adultos y ancianos.
Pues bien, para que no peligre la ilusión de los pocos niños de mi pueblo (quedamos exactamente setenta y tres) de una población de tres mil habitantes, ha hecho colocar este buzón en la plaza principal del pueblo, a vista de todo mundo, para que nosotros, los niños, podamos enviar cartas con lo que cada uno de nosotros deseamos de regalo para esta Navidad. 
He de confesar que yo hace una semana atrás le envié una carta con un solo pedido (no le pedí ni muñecas, ni ropa ni juegos; sólo le pedí salud), pero lamentablemente, hoy día he recibido una carta personal de Santa Claus donde me pide que lo disculpe, pero que mi pedido no lo puede cumplir. Él sólo se dedica a repartir juguetes, nada más.



Demás está decir que me sentí triste y decepcionada. Santa Claus se convirtió ante mis ojos en un ser de carne y hueso, ya no más en un ser mágico. Pero, para no decepcionar a los otros niños, me callé. Con la respuesta de Santa Claus había aterrizado rápidamente en el mundo de los adultos a pesar de contar sólo con ocho años. 

Si existieran buzones repartidos por todo el mundo donde éstos recibieran cartas con pedidos netamente espirituales, llámese pedir paz en el mundo, eliminar el hambre, la pobreza, las enfermedades, la corrupción, las tristezas, ... ¡Ay! la lista es larguísima ... este mundo sería mejor, ¿no crees?

Pero, yo puedo entender a Santa Claus ya que estos últimos pedidos nombrados son, más bien, desafíos que el ser humano tiene consigo mismo. Pero yo soy sólo una niña que quiere sanarse pronto para poder disfrutar de las fiestas navideñas.
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Dos días después ....

Santa Claus como se había quedado preocupado con la carta de Laurita y con la respuesta que él le había enviado, sincera y franca, la invitó al Polo Norte a visitarlo, después de Navidad, pero ella declinó la invitación porque ella está con fiebre en el hospital; tiene pulmonía.
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Tres días después ... el 24 de Diciembre.

Ya estando un poco mejor, aunque débil, pero ya  en casa de sus padres, Laurita recibió otra carta más una regalo de Santa Claus donde no sólo le deseaba una pronta mejoría, sino que le decía que su invitación seguía en pie, que lo podía visitar cuando ella se sintiera fuerte y bien sana. Y que cuando ella quisiera podía hacer uso del trineo mágico que le había envíado. Le indicó, eso sí, que el trineo sería mágico dos veces (en el viaje de ida y de regreso), y que después sería un trineo como cualquier otro. Pues bien, le recalcó Santa Claus a Laurita que no se sentara en el trineo hasta que ella estuviera bien sana, y sobre todo, que sus padres estuvieran de acuerdo con su invitación, porque en el momento de sentarse ella dentro de él, eso sí, bien abrigada (se lo recomendó), un venado se aparecería para llevarla (jalando el trineo) a su mundo .... a ese mundo de fantasía que tanta falta nos hace falta para vivir mejor no sólo a nosotros, los niños, sino también a los adultos, ¿no crees?


MARiSOL






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La Leyenda del velero

Cuenta la leyenda de un velero que se deja ver pocos días antes de Navidad. Si tienes la suerte de vivir junto al mar aguza tu mirada porque allí va él navegando para llegar a puerto ... al tuyo. Hay personas que lo han visto o muy temprano por la mañana o cuando el sol está por irse a dormir. Por si no sabes, este velero no es visible a simple vista, sino a la vista del corazón; espero que del tuyo también.

Este velero es especial porque en sus velas tiene pintado los colores del Amor, y el mástil, quien es el Espíritu Santo, las sostiene para que no sólo se luzca con grandeza, sino para que este velero enrumbe por la ruta indicada, el de la Fe; espero que de la tuya también.

La leyenda cuenta también que este velero tiene una tripulación que es muy simpática, porque cada una de las personas que la conforman, no sólo cantan hermosas canciones navideñas en casi todos los idiomas, sino que esta tripulación representa a los sentimientos más buenos que deben existir en todo ser humano; espero que sepas de cuáles se tratan y que éstos existan en ti también.  

Yo, si bien no vivo cerca al mar, pero cruzo todos los días las aguas tranquilas  e intranquilas del mar de la vida, he visto anoche a este velero en uno de mis sueños. Lo único que no me gustó, y por este motivo espero volver a soñar con él, es que no paró en mi puerto. El velero pasó muy cerca mío; pude ver a toda la tripulación saludándome alegremente, pero no hicieron esfuerzo alguno por detenerse. Por más que les pedí que anclaran en mi puerto, me dijeron que no era el momento porque la Fe, sobre todo, la mía, no estaba preparada para recibir a su velero. Cuando pregunté por qué, el capitán me dijo a voz en cuello que la fe  no sólo debe tratar de conocer el significado de la vida humana, sino que la fe no se debe racionalizar, sino sentirla en la libertad de querer llegar a Cristo. 
Al escuchar las palabras del capitán, desperté. ¡Cuánta razón tiene! porque  yo estoy todavía muy lejos de Él, y no precisamente del capitán, sino de Dios. 

MARiSOL

Dejo este vídeo con una canción navideña
en inglés sobre tres barcos que traen regalos al niño Dios.



jueves, 11 de diciembre de 2014

Espíritu de león


Cada uno de nosotros no hemos nacido siendo valientes o cobardes, fuertes o débiles sea ya físicamente o emocionalmente; simplemente las experiencias hechas desde pequeños han formado nuestra personalidad. Muchos de nosotros tiene su parte fuerte y segura bien marcada y otros tenemos la  parte débil e insegura, mucho más marcada. A estos últimos me quiero referir. No para burlarme de ellos, sino todo lo contrario, porque, a veces, uno no sabe cómo realmente ayudar a este tipo de personas que merecen también ser felices.

Si bien esto lo entiende Peggy, ella no sabe qué hacer con su pájaro azul. Desde hace poco tiempo que él ha comenzado a hablarle con mensajes crípticos. Al principio, Peggy pensó que era un juego. Luego, con el pasar de los días, ella se comenzó a poner nerviosa porque se ha dado cuenta que su pájaro azul necesita de ayuda médica. Los mensajes que él le envía la están perturbando mucho.

Peggy me ha comentado que quisiera sacar de su vida al pájaro azul, pero no sabe cómo. Ella se siente cansada emocionalmente.  Y quién ¿no? Yo la puedo entender, así que le dije:
 - Quizás, debas hacer oídos sordos y no escuchar al pájaro azul cuando te hable. Ház un esfuerzo, Peggy. Mantente fuerte como un león aunque el pájaro azul piense que tú eres arrogante o corta de inteligencia emocional. Pero si él no te explica con claridad por qué te habla de manera extraña, entonces, tendrás que sacarlo de tu vida. Yo estoy acá para ayudarte.
- La verdad,  - me hizo saber Peggy - que él, en un momento de absoluta sinceridad, me abrió su corazón y me explicó lo que le pasaba. Pero como yo no puedo ayudarlo, no sé qué hacer. ¿Debo emprender la retirada? ¿Soy fuerte o débil al dar ese paso? Tengo cargo de conciencia si realmente me alejo de mi pájaro azul porque pongo en peligro nuestra amistad. Él vive en mí.

La verdad que a Peggy la veo no sólo preocupada, sino triste porque no sabe cómo relacionarse más con su pájaro azul. Sé también que él no sólo habla,  recita y canta de manera críptica, sino que sus cambios de humor no le hacen bien a Peggy.

Pues bien, Peggy es paciente mía desde hace ya tiempo. Te diré que ella tiene mútliples personalidades, entre ellas se encuentran un león llamado "Scar" y un pájaro azul llamado "Topacio". También viven en ella diferentes personas, sean hombres o mujeres con sus respectivos nombres y personalidades. Que yo sepa son nueve y yo soy una de ellas también.


MARiSOL


Acá dejo este cortometraje titulado "Inside"
con subtítulos en español que lo encuentro realmente no sólo estupendo, sino instructivo.
Si ves este vídeo sabrás por qué.  



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miércoles, 10 de diciembre de 2014

La Navidad de Satanás



Como a Satanás no le gusta ni la Nochebuena ni la Navidad; mejor dicho, las detesta, pues, más bien, él está pensando en organizar un "concurso de rituales" durante una semana (del 24 al 30 de Diciembre) en un hotel de cinco estrellas de mi ciudad. Lo bueno de este concurso es que todos nos podemos alojar gratis (así perdamos) con desayuno, almuerzo y cena durante estos días. El "check in" se hace el mismo 24 a partir del mediodía y el "check out" es el 30 también a mediodía. Satanás ha invitado a las personas más malas de mi ciudad. Cerca de ochenta personas competiremos durante esta semana. El ganador o ganadora, a pesar de sus maldades, se ganará un premio de lujo. Consistirá en poder entrar al Reino de los Cielos a partir del 31 de Diciembre y salir de éste el 2 de Enero. Y es que allá arriba, Satanás tiene una decena de ángeles (son sus "buenos" espías) que trabajan para él.  Ellos se encargarán que la persona ganadora conozca de cerca las bondades de este lugar y que disfrute de todas ellas durante dos días y con la garantía de poder regresar luego a la Tierra sin ningún problema. Es más, sé que habrá una tremenda fiesta de Año Nuevo con todos los cantantes ya muertos y super conocidos en el mundo entero como Elvis Presley, Frank Sinatra, Freddie Mercury, Donna Summer, Whitney Houston, Amy Winehouse, etc. Sé que Michael Jackson tiene permiso para actuar en esta fiesta. Será un invitado especial traído desde el Infierno, según las malas lenguas.

Pues bien, Satanás (el ángel caído, el que se rebeló contra los mandatos de Dios) ha organizado este concurso junto con Lucifer y Belzebú (quienes conforman el triunvirato junto con él; ellos tres gobiernan al infierno y sus legiones del mal). 

Que yo sepa en este concurso se formarán varios grupos para hacer rituales  p.e. del Juego de los lápices (consiste en formar una especie de rectángulo con seis lápices (cada jugador sostiene tres). Una vez que ambas personas estén listas, se lanzan preguntas. Si hay espíritus en el lugar (se mueven los lápices), del Álgebra Baldor (este libro se abre en la página 143, justo en el capítulo que hace referencia a una filósofa y matemática llamada Hypatía. Ella es quien entabla contacto con los espíritus); también se jugará a María Sangrienta (se dice que el fantasma de la joven aparece cuando se encienden tres velas frente a un espejo mientras se peina el cabello unas cien veces y al final se repite “María sangrienta” tres veces. Cuando el espíritu de la joven aparece, se dice que lo primero que hace es asesinar a quien la convoca; pero en este concurso Satanás le ha pedido a ella que no mate por ningún motivo, pero sí que hiera levemente). Y por último, el ritual más peligroso, que se jugará será el de la "Ouija" (es un tablero dotado de letras y números con el que supuestamente se puede entablar contacto con los espíritus de los difuntos, de preferencia, con los malos). 

De más está decir que si bien no nos cuesta nada el alojamiento en el hotel, serán dos días de suspenso y miedo entre los invitados. Yo haré todo lo posible por ganar este concurso, porque curiosidad tengo (como la de los demás invitados), de disfrutar no sólo de la fiesta de Año Nuevo y de todas las bondades ofrecidas en el Reino de los Cielos, sino hasta de pronto, de tener oportunidad de conocer no sólo al gran rival de Satanás, Dios, sino también a su hijo Jesucristo.


MARiSOL



martes, 9 de diciembre de 2014

El cuervo y la luna


Hace pocos días atrás, un cuervo, que estaba posado sobre un árbol ubicado en mi jardín, desafió a la luna llena diciéndole:
- Tú, que te crees tan linda, te ves sólo como cualquier vulgar piedra que yo puedo encontrar tirada en cualquier sitio. Tú no eres nada especial como muchos creen. Yo soy más bonito que tú. Yo soy esbelto mientras que tú eres gorda ¡Ja, ja, ja!
La luna muy soberana le dijo al cuervo que si él conseguía encontrar una piedra redonda como ella, le daría a él la razón en lo que le había dicho.
El cuervo pensando que la tarea sería fácil se hizo a la búsqueda. Pues bien, tan fácil no le resultó. Pasaron varios días hasta que, por fin, dió con una piedra bien redonda que encontró en una playa. Y para encontrarla le tocó al cuervo volar bien lejos. 
Cuando él se la enseñó muy orgulloso, la luna le dijo:
- Sí, es una piedra, pero no es blanca como yo. 
- ¡Pero es redonda, igual de gorda que tú! - gritó el cuervo indignado.
- Es de color gris. ¡No vale! - dijo la luna sin hacer menor caso de la rabia del cuervo. ¡Vé y busca otra piedra o algo parecido a ésta y que sea de color blanco, por favor!
Pasaron varias semanas. El cuervo desesperado como no encontraba por ningún lado una piedra blanca y bien redonda, se rindió ante la luna.
La luna muy seria le dijo:
- Rendirse no es de cobardes, pero si no eres capaz de saber cuando rendirte a tiempo, sí que lo eres.
- ¿Me dices que soy un cobarde? - gritó el cuervo.
- No te he dicho que lo seas, sino que te has rendido muy pronto. Eso es todo. Si tú no me sabes entender, es tu problema y no el mío - le espetó la luna imperturbable.
- Pero, no he encontrado ninguna piedra blanca y redonda - le dijo molesto el cuervo. 
- ¡Sé perseverante en tu búsqueda! - le desafió la luna sin alzar su voz.
Pasaron muchos meses, hasta que un día el cuervo sí encontró una piedra redonda y blanca. Cuando la luna la vió le dijo:
- La piedra será redonda y blanca pero no brilla como yo.
- ¡No es posible que me hagas esto!  - gritó el cuervo desaforadamente.
- Abre los ojos y mira a tu alrededor. Lo que tú buscas está mucho más cerca de lo que tú te puedes imaginar. ¡Piensa! ¡Usa tu inteligencia e intuición! - le dijo la luna muy seria.
De pronto, por fin el cuervo entendió lo que la luna le había dicho y salió volando en dirección a un campo de golf cercano. Allí encontró una pelotita. Era blanca, bien redonda y brillante. Al mostrarle ésta a la luna, ella le dijo:
- Misión cumplida. Ahora tú puedes jactarte y decir que eres más lindo que yo, si te resulta todavía importante.
El cuervo avergonzado se disculpó ante ella por haberla desafiado de esa manera tan tonta. Desde ese momento, la luna y el cuervo se hicieron buenos amigos. Es más, el cuervo se enamoró de la luna. ¡Cómo le hubiera gustado que ella tuviera el tamaño de una pelota de golf para poderla llevar con él a todos sitios! Pero, que yo sepa, la luna está de novia con el sol y, yo sé, que el cuervo no se atreve a desafiarlo. Y como, además, la luna vive muy lejos del cuervo, el amor del cuervo por ella se mantiene sólo como un amor platónico. Al final, la belleza espiritual se impuso ante la belleza física.

MARiSOL



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Alma de niña

 
Mi abuela Gloria fuma no sólo expulsando el humo de sus pulmones, sino tratando de quitarse entre las volutas de humo al hombre que aún ella quiere. Pues bien, los años han pasado y mi abuela ya con sus 95 años, quien es una fumadora empedernida pero con una salud a prueba de balas (cosa rara, porque hoy en día más de uno muere de cáncer al pumón), hasta ahora ha tratado, sin éxito, de fumar sólo por placer manteniendo la mente en blanco, pero no lo consigue por más que ella quiere, porque su mente es más poderosa y la obliga a seguir recordando y esperando por su amado, a quien ella le ha perdido la pista desde hace mucho tiempo. Seguramente él ya habrá muerto, ¡quien sabe dónde y cuándo!  Y si vive, ¿dónde está? Debe tener 97 años. Mi abuelo vive y tiene la misma edad que mi abuela y no ignora la existencia de este gran amor. Ni yo tampoco.

 

Yo sé que a mi abuela Gloria nunca le desesperó esperar. Todo lo contrario, ella piensa que la espera existe sólo  en los relojes cotidianos, pero no en el corazón porque allí el tiempo no existe. El amor vive, vibra y nunca se apaga. Mi abuela esto lo sabe mejor que yo. Por más que ella se esfuerce en olvidar a su amado, él siempre regresa. Va y viene a su antojo, despierta con ella y se duerme con ella, mejor dicho, en ella. Y sin palabras me lo recuerda mientras ambas guardamos silencio mientras tomamos sol ante el porche de su casa.

 

Y mientras mi abuela fuma y se deleita en sus recuerdos, yo la acompaño con mis recuerdos aunque sin cigarrillo en mano (yo no fumo desde hace más de veinte años; la mejor decisión tomada ya que soy asmática). Me pregunto yo ¿qué espero de la vida?  (soy discreta en no mencionar mis motivos o mis secretos; perdóneme Usted, querido lector, si no lo hago partícipe de éstos). ¿Será cierto que aquella persona que siempre espera, sufre más que aquella que no lo hace? ¿No es acaso mejor no esperar nada del exterior (ni lo bueno ni lo malo), sino más bien, lo que yo espero de mí misma? Pues, algo tendrá de verdad aquel proverbio que dice Quien espera, desespera. Y yo, la verdad, que no he nacido para vivir desesperada. Todo lo contrario, defiendo a capa y espada mi tranquilidad espiritual a costa del no entedimiento de otros que esperan de mí otra actitud, quizás negativa, como la mayoría, que me queje como muchos y ande renegando de la vida. Por momentos, me gustaría fumar para expulsar como mi abuela Gloria, las ideas que, por momentos, me perturban, pero yo soy más fuerte que ella. ¿O me equivoco? Pues, porque no fumo. ¿Hago bien? Por salud, quizás, aunque mi querida abuela fuma y está más sana que yo. Le sonrío en este silencio compartido, de complicidad.

 

Los ojos de mi abuela Gloria se clavan en los míos. No sólo son hermosos, sino que reflejan su alma de niña. Quizás, por este motivo, ella sigue esperando porque el corazón, en el fondo, es un niño (en su caso, niña) que espera lo que desea aunque su deseo nunca se cumpla. Y el mío tampoco.  

 

MARiSOL  

 


Acá dejo este tango inolvidable y su letra

   


 Fumando espero
Tango 1922
Música:  Juan Viladomat

Letra: Félix Garzo

 

Fumar es un placer
genial, sensual.
Fumando espero
al hombre a quien yo quiero,
tras los cristales
de alegres ventanales.
Mientras fumo,
mi vida no consumo
porque flotando el humo
me suelo adormecer...
Tendida en la chaisse longue
soñar y amar...
Ver a mi amante
solícito y galante,
sentir sus labios
besar con besos sabios,
y el devaneo
sentir con más deseos
cuando sus ojos veo,
sedientos de pasión.
Por eso estando mi bien
es mi fumar un edén.

Dame el humo de tu boca.
Anda, que así me vuelvo loca.
Corre que quiero enloquecer
de placer,
sintiendo ese calor
del humo embriagador
que acaba por prender
la llama ardiente del amor.

Mi egipcio es especial,
qué olor, señor.
Tras la batalla
en que el amor estalla,
un cigarrillo
es siempre un descansillo
y aunque parece
que el cuerpo languidece,
tras el cigarro crece
su fuerza, su vigor.
La hora de inquietud
con él, no es cruel,
sus espirales son sueños celestiales,
y forman nubes
que así a la gloria suben
y envuelta en ella,
su chispa es una estrella
que luce, clara y bella
con rápido fulgor.
Por eso estando mi bien
es mi fumar un edén.

 

 

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domingo, 7 de diciembre de 2014

Paseo en bicicleta


Que yo sepa los caminos conocidos son los que recorremos a gusto porque nos resultan familiares y porque nos sentimos seguros. Pero, y ¿los caminos desconocidos? Normalmente nos atemorizan. Pero, a Carla, no.  Ella no le tiene miedo a nada. Pues bien, ella se ha propuesto hoy día entrar en el bosque, que queda no muy lejos de donde ella vive. Quiere adentrarse en éste con su perrito "Bobby" y su bicicleta para recorrerlo con tranquilidad. Y como ella no tiene ninguna cita ni ningún compromiso para hoy día, ella ha decidido explorar el bosque, a pesar que vecinos suyos le han advertido de no hacerlo ya que algunas personas han desaparecido en él y nunca más han regresado.

Pues bien, después de haber pedaleado un buen trecho, Carla frenó para que "Bobby" pudiera bajar ya que él quería orinar. Lo dejó correr y luego lo perdió de vista porque él se había escondido detrás de un arbusto grande. Todo parecía estar bien, pero al ver que su perrito no regresaba Carla lo llamó. Su voz se volvió aguda a medida que los minutos pasaban y porque él no daba señales de vida. Agotada de gritar y sin saber si continuar su paseo o si desandar el camino, se sentó un momento para pensar qué hacer. Luego, ella se paró y caminó en dirección al arbusto por tercera vez y al acercarse más a éste vió que tenía una entrada. Era un pasadizo oscuro y al fondo de éste se veía luz. Siguiendo la luz caminó Carla cerca de unos cien metros y luego se paró sorprendida porque vió a su perro que ladraba, pero no lo podía escuchar porque había una puerta de vidrio gruesa entre ellos dos. Carla vió también como él jugaba feliz con otros perros.

Carla  al darse cuenta que la entrada era a un mundo paralelo, emprendió de puntillas la retirada. Ella no podía imaginarse vivir en otra dimensión que no fuera la que ella ya conocía. Esta otra sí la llenaba de temor. Y si aún así a ella no le pasara nada malo en ese otro mundo, ella no quería renunciar a su mundo, así éste no fuera mejor que aquel otro donde se encontraba ahora su perrito. Es así como Carla emprendió la retirada. Al estar ella ya afuera del arbusto, agarró rápidamente su bicicleta, pero antes de regresar a su mundo conocido, vió a un gnomo que la observaba detrás de un árbol; él tenía entre sus manos la correa de "Bobby". Ahora ella sabía que su perrito tenía nuevo dueño. 

Un escalofrío sintió Carla. Ella no pensaba contarle a nadie, sólo a mí, del descubrimiento hecho, de la entrada a esa otra dimensión y del gnomo que ella vió. Carla temía que si contaba de este otro mundo, muchísima gente estaría con ganas de entrar a éste y como ella no sabía lo que había realmente detrás de esa puerta de vidrio, ella no podía garantizarle a nadie una vida feliz.

Quizás, un día de estos, yo me anime a hacer un paseo en bicicleta con Carla para que ella me indique la entrada a ese otro mundo. 

MARiSOL 



Acá dejo un vídeo interesante que, quizás, llame tu atención.





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jueves, 4 de diciembre de 2014

La rosa y el ruiseñor


Este cuento se basa en el amor fiel e incondicional entre una rosa y un ruiseñor a pesar de sus diferencias ... Érase, pues, una vez  una rosa, de rojo intenso, que enamoró no sólo con su perfume a un ruiseñor y un ruiseñor que enamoró, a su vez, a su rosa, no sólo con su canto. 
Bien, que yo sepa, al ruiseñor lo que le fascinó de la rosa cuando la conoció, la Primavera pasada, no fué sólo su perfume, sino su hermosura. Lo único que a él no le gustó fué la arrogancia de la rosa vestida de espinas; éstas no sólo podían herirlo, sino hasta matarlo ya que eran muy puntiagudas y cortantes. Por este motivo, el ruiseñor sólo se contentó en cantarle canciones de amor mientras aspiraba el perfume intenso que ella despedía. En el fondo, el ruiseñor sufría al ver que la rosa era intocable. Nunca podría ser suya; se tenía que resignar con amarla a través de su canto.

También me enteré que la rosa no sólo se enamoró del canto del ruiseñor. A ella lo que más la conmovió de él, desde un principio, fué su amor incondicional y fiel traducido en sus cantos vestidos de deseos y devoción. Él la veneraba hasta la locura. Pero, ¿y ella? 

Pues, te contaré que, hace un par de meses atrás, al salir a regar a mi jardín me acerqué a mi rosa y al verla triste y preguntarle qué le sucedía, ella me respondió que le había pedido al ruiseñor que no viniera más a visitarla. Te preguntarás por qué. Pues bien, la rosa me explicó que al darse cuenta que la Primavera estaba ya por terminar para darle paso al Otoño y luego al frío inevitable del Invierno, ella como las demás rosas y flores del jardín perderían sus pétalos y caerían en un sueño largo y profundo hasta la próxima Primavera. Y esta pena quería ella evitarle al ruiseñor.

Lo que la rosa no sabe todavía es que el ruiseñor, a pesar de haber escuchado los argumentos de ella, siguió viniendo a mi jardín y le siguió cantando canciones de amor. Yo, por mi lado, como a mí me conmovía ver al ruiseñor al lado de la rosa, le dejaba comida y agua. Hasta le compré una casita y la colgué a un árbol para que allí el ruiseñor se protegiera de la lluvia, viento, frío y nieve.  

Lamentablemente, hoy día, que amaneció muy frío: -5C°, encontré muerto al ruiseñor al lado de la rosa. Apenada yo de su muerte, lo enterré muy cerca de ella. Cuando la rosa despierte, en la próxima Primavera, tendré que darle la mala noticia. 
 ---------
Los meses pasaron ... Cuando llegó la Primavera la rosa despertó junto con las demás flores. No fué necesario darle la noticia de la muerte del ruiseñor porque ella había adquirido un tono azulado ... el color del ruiseñor.  Él seguiría cantando canciones de amor dentro del corazón de la rosa hasta sus últimos días.

MARISOL


  Aquí dejo este otro cuento con mensaje

 


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lunes, 1 de diciembre de 2014

Mi Flor de Pascua

A la Flor de Pascua se le conoce también como Noche Buena, Pastora, Pascuero, Estrella Federal o Poinsetia. Esta planta proviene del género: Euphorbia y su especie se llama Euphorbia pulcherrima. Esta planta (en realidad, es un arbusto o pequeño árbol) se la conoce comúnmente por este nombre dado el color rojo intenso que adquieren algunas de sus hojas en esta época del año. Las brácteas (que se les confunden con flores) de esta planta son pequeñas vainas de color rojo, rosa, blanco verdoso o blanco amarillento.
Las Euphorbias forman un género de más de 100 variedades cultivadas de esta especie. Y la pulcherrima fue descubierta en México en 1834. En su hábitat natural es un arbusto que alcanza hasta unos 3 metros de altura.

Pues bien, hoy día me compré en el supermercado una Flor de Pascua y cuando salí con ella a la calle, ella empezó a tiritar mucho de frío porque afuera habían -2C°. 
- ¡Apúrate! - gritaba asustada - ¡Llévame rápido a tu casa! 
- Esto es lo que hago - le contesté nerviosa - Estoy caminando rápido para que no te congeles. Llegando a casa te colocaré en un lugar iluminado, a la ventana, de preferencia.
- Gracias - me dijo tiritando de frío la Flor de Pascua.  Te pido que me dé directamente el sol, por favor. 
- ¿Y por qué? - le pregunté.
- Porque el sol del invierno no quema como el del verano. Yo sólo soporto una temperatura máxima de 25C° - me respondió la Flor de Pascua y luego me pidió que no permitiera que ella  nunca se seque.
- ¿Algo más? - le pregunté un tanto enervada y luego le dije - Ya no me gustan tus pedidos. Te encuentro un tanto exigente comigo.
- Lo lamento - me dijo tímidamente la Flor de Pascua. Pero es que yo quisiera festejar contigo la próxima Navidad.
- ¿Por qué? - le pregunté curiosa.
- Porque no me quiero morir - me respondió. Y luego  seguido me preguntó si yo la querría igual aunque ella no tuviera más hojas rojas para la próxima Navidad.
- Sí, claro - le contesté. Pero no creo que te pondrás celosa si yo comprase otra Flor de Pascua, ¿verdad?
- No - me respondió ella y continuó hablando - Lo único que me importa, en este momento, es que me cuides bien para poder vivir otro año más. Ahora que yo he salido del invernadero tengo estas hojas rojas, pero está en tus manos mantenerme con vida aunque mi hojas ya no vuelvan a tener este color. ¿Prometes cuidarme mucho?
- Me esforzaré en que no te marchites - le respondí. Y al decir estas palabras la Flor de Pascua  comenzó a llorar amargamente.
- ¿Qué sucede? - le pregunté preocupada.
- Es que los antiguos mexicas llamaban, en su idioma náhuatl, a mis antepasados "Cuetlaxóchitl" - me respondió entre lágrimas la Flor de Pascua.
- ¿Y qué significa esta palabra en español? - le pregunté intrigada porque no entendía el por qué de su llanto.
- Por ... por ... que ... que... pro ... proviene de ... de la u ... unión de dos pa ... palabras, "cue ..." "cuetlahui" que sig... significa "mar ..." marchitar" y "xochitl" que ... que es "flor" - me dijo ella tartamudeando.
Entendí. La "Flor que se marchita" sabía que su vida no era larga.  Tomé conciencia que si yo no la exponía a ella a cambios bruscos de temperatura, recibía buena iluminación, contaba con un riego moderado y una buena humedad ambiental para evitar la caída de las hojas, lograría vivir por largo tiempo mi delicada Flor de Pascua.

MARISOL



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