viernes, 22 de enero de 2016

El beso de la luna llena



Cuando siento una necesidad imperiosa de religión, mis palabras vuelan hacia mi querida luna llena. Necesito no sólo hablar con ella, sino también de su compañía y "last but not least" también de sus consejos porque con ella puedo encender la luz que me ayuda a evitar ver mi propia oscuridad. 

Es así como le digo a mi querida luna llena que necesito reconectarme con mi alma ... esa alma que se llena sólo con eternidad cuando necesito estar en paz conmigo misma. Y para lograrlo quiero tomar conciencia de quién soy con su ayuda. 

La luna llena al ver que me dirijo a ella me pregunta sonriendo si yo estoy a la búsqueda de mi propia piedra filosofal. Al ella recibir mi respuesta afirmativa, se da cuenta que yo necesito de su sabiduría porque yo estoy cansada de no encontrar respuestas. La luna al escucharme decir ésto, me hace saber que las respuestas pueden ser mucho más indiscretas que las preguntas. ¿Cuál, es en realidad, mi problema? Pues, en realidad, es no saber quién yo soy realmente, le hago saber.

La luna llena me queda mirando y luego me dice que yo, en el fondo, estoy destrozando mi vida tratando de buscar respuestas que jamás voy a encontrar. Más bien, me pide que me relaje, que aspire hondo y que bote todo lo que me perturba.

Comienzo el proceso... después de varios minutos le pregunto a la luna:
- ¿Cómo hago para caminar por la vida sin dolor?
- Es imposible lo que me pides - me responde la luna y continúa - Tú tienes que aprender a integrar el dolor y sufrimiento como parte inseparable de tu crecimiento personal.
- Pero, es que vivir sufriendo no es vida. Mi voz siente un gran cansancio, quizás porque no he aprendido hasta la fecha a vivir plenamente.
- Veo que has perdido la orientación. - me dijo la luna llena y luego de hacer una pausa, volvió a hablar - Estás yendo por un camino que no te lleva a ninguna parte.  
- ¿Y qué hago para regresar al camino correcto? 
- Es sencillo. Si logras recordar de dónde vienes y  para qué  estás aquí,  encontrarás tu camino - me respond la luna y luego me dijo - Pero no te olvides que los obstáculos que te impiden avanzar son parte del desafío para fortalecer tu espíritu y si logras vencerlos, podrás encontrarte a ti misma.
- Pero, ¡esta prueba me puede tomar toda una vida!  
- Y, ¿qué importa? - me respond la luna llena. Lo importante es que estás en tu camino porque deseas  encontrar a tu propio Dios interno para alcanzar así la total plenitud. Y estar consciente de ésto, ya es un gran triunfo personal. Así que ¡ánimo y adelante, caminante! 

Finalmente, la luna llena antes de despedirse de mí, me dió un beso tierno en la mitad de mi corazón. Yo me fuí a dormir agradecida de contar con su amistad y sabiduría para poder seguir caminando a su lado no sólo esta noche en mis sueños, sino para siempre intentar de seguir por el camino correcto de mi vida ... el de la paz interior.




MARiSOL







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