lunes, 22 de febrero de 2010

Una, dos y tres*

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Maricarmen abrió los ojos. Otro día más para el calendario. Otro año más.  Hoy día no quería cuestionarse la vida buscando una verdad. La suya propia. No sólo deseaba pasar un bonito día recibiendo llamadas telefónicas, cartas electrónicas -porque las de correo ya casi ni se dan-, sino que el cuerpo y el alma  lo que más deseaban era que hubiera luz ¡y mucha! aunque fuera sólo por cinco minutos. Y es que el invierno -que había llegado cargado de mucho frío y nieve- la estaba oprimiendo... una lágrima rodó con tal fuerza del rostro de Maricarmen que al caer al suelo hizo un ruido como un estallido de cristales que despertó sin querer al sol.

Es así como el sol se levantó de un salto y rápidamente estiró su largos brazos para apartar las espesas nubes que cubrían Berlín, la ciudad de Maricarmen. Y  con todo su inmenso cariño el rey de los astros no sólo se dejó ver por un largo momento, sino que  le regaló a Maricarmen otra mirada ... una que le sonriera a la vida.

Y es así como ella se levantó decidida a vestir su cumpleaños de una hermosa primavera aunque afuera el invierno le cortara por momentos la respiración. Ya en la cocina mientras  Maricamen se preparaba el desayuno prendió la radio... empezaba una canción que le gustaba mucho. La puso a todo volumen y la empezó a cantar a todo pulmón. Sí, su cumpleaños había empezado mejor que se lo imaginó... aunque las nubes hubieran ya cerrado el paso a su querido sol, amigo benefector de millones de seres que lo necesitaban tanto o más que ella.

El sol antes de retirarse hizo un pacto con las nubes... regresaría en pocas semanas para quedarse por una larga temporada para ayudar a la primavera a parir muchas hermosas flores no sólo en parques y jardines  berlineses, sino también en el jardín de Maricarmen. 

Marisol

Inspirada en esta canción* de Antonio Carmona
escribí este corto cuento que lleva el mismo título.



Una, dos y tres, volver a empezar,
la vida va pasando y todo sigue igual,
que importa lo que pudo ser y no será,
yo sigo aqui tranquilo cantando al compás,
arriba los de siempre juegos del poder,
mentiras que ya suenan como las de ayer
y en medio de este ruido y esta tempestad,
busco una verdad.

Una, dos y tres, volver a empezar,
la vida va pasando y todo sigue igual,
a veces estás lejos otra más allá
y el tiempo va pasando y todo sigue igual,
después de subir alto y volver a caer,
después de tanta noche y tanto amanecer
y en medio de este ruido y esta tempestad....
busco una verdad.

Y el reloj
no se parará por ti,
pasa el mundo y el dolor,
sólo contigo y sin ti.
sale el sol cada mañana es abril,
no te olvides del amor,
no dejes de sonreir.

Una, dos y tres, volver a empezar,
la vida va despacio y todo pasará,
yo sigo despacito sé que llegara
y alguno ve desierto donde sólo hay mar.
Los ojos de los niños sin saber mirar,
hay demasiadas cosas para recordar,
detrás de cada noche hay un amanecer
y algo que aprender.

Con este corazón que me han dado a mí,
intento darte vida y hacerte feliz,
mi gloria es que algún día me digas que sí,
me digas que sí.

Con este corazón que te llama a ti,
me asomo a la ventana que hay en tu jardín,
que sin tu cariño que sería de mí,
que seria de mí.

Y el reloj no se parará por ti,
pasa el mundo y el dolor,
sólo contigo y sin ti.
sale el sol cada mañana es abril,
no te olvides del amor,
no dejes de sonreir.
y el reloj no se parará por ti,
pasa el mundo y el dolor,
sólo contigo y sin ti.
sale el sol cada mañana es abril,
no te olvides del amor,
no dejes de sonreir.
sale el sol cada mañana es abril,
no te olvides del amor,
no dejes de sonreir.

La imagen fué sacada de: