jueves, 18 de noviembre de 2010

El sol y la sombra

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, 
y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
Oscar Wilde (1854-1900)
Dramaturgo y novelista irlandés



Como la sombra desea tener cerca, en este preciso momento, a su querido sol, se arma de valor y le dice:
- ¡Ven! ¡Acércate a mí! No quiero vivir solamente en oscuridad.
- ¡Imposible!- exclama el sol. Entre los dos debe existir una distancia física. Además, a tu lado me sentiría inseguro.
- ¿Por qué? - le pregunta sorprendida la sombra y luego continúa hablando-  ¿Tú crees que por ser una sombra me gusta  ocultar mis sentimientos? Estoy cansada de no decirte lo que realmente siento por ti. Acaso, ¿no crees en la pasión? La vida es irrepetible. Vivamos el momento. Si me tienes solamente de lejos nunca sabrás que se siente al estar juntos.
El sol la mira con ternura y le contesta:
- Tengo miedo de no ser más dueño de mi mismo si te hago caso. Además, ¿no crees que sería un gran error despertar una pasión entre los dos solamente para satisfacer un capricho tuyo?
- ¡No es un capricho! ¡Nooooo! - grita la sombra. Sin pasión la vida no vale nada. Quiero sentir tu calor de cerca, solamente por un momento. ¡Por favor!
El Sol se queda pensativo y, luego,  al darse cuenta que la fuerza del amor es más poderosa que la razón, salta sobre su propia sombra, llega al lado de su querida Sombra, la abraza y al oído le susurra:
- No hay sol sin sombra ni sombra sin sol, sin luz,... sin amor.
Viviremos este instante intensamente. Pero, no quiero que después te lamentes por lo sucedido. ¿De acuerdo?
La sombra antes de besarlo le dice dulcemente:
- No te preocupes. Antes de morirme quiero tener la certeza que no solamente he existido, sino que  he amado y sufrido... que he vivido con plenitud.



Marisol

La foto es de mi hijo Philipp Jonathan
tomada en las dunas de Ica, Perú.
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