lunes, 20 de octubre de 2014

La realidad de Carla




Había llegado el momento de dejar partir a su velero. Carla lo había tenido amarrado a sus manos desde hacía tiempo. Dolía tomar esta decisión, pero ya no tenía otra opción. Y es que la realidad, ha tocado hoy día, a la puerta de Carla.

- He venido a a decirte que sueltes a tu velero, Carla - le dijo la realidad mientras la miraba seriamente y continuó hablando - Siento causarte dolor, pero es necesario que lo dejes ir.
- ¿Por qué me dices esto? - le preguntó Carla con la boca seca y paralizada del susto.
- Porque tú tienes en ese velero a tu esposo Enrique - le respondió la realidad - y no lo dejas desembarcar en puerto seguro. 
- ¿Por qué me dices esto? - Carla seguía gritando de la rabia mientras lloraba.   ¡Tú no tienes derecho a meterte en mi vida matrimonial!
- Aunque no lo quieras aceptar, Enrique necesita  recuperar a su verdadero yo, ya que él anda navegando en la dirección equivocada.  ¿Me entiendes? - la voz de la realidad era serena pero firme.
Carla comenzó a llorar de la pena al darse cuenta que sólo con su amor y sus palabras, no podían ayudar a su esposo. Desde hace más de seis meses que él está irrascible y malhumorado, depresivo y cansado, tiene problemas gastrointestinales, dolores de espalda y de cabeza, aparte que desde hace un par de años que tiene problemas de alcoholismo y de insomnio. Fue así que el colegio de secundaria, donde trabaja Enrique como profesor de Historia y Geografía desde hace más de veinte años, le pidió hace pocos días atrás que se tome un descanso médico por varios meses aunque Carla no quiera aceptarlo (¡qué vergüenza, el qué dirán!)

Cuando Carla abrió la puerta a la realidad, dejó que los médicos se llevaran a su esposo Enrique a una casa de reposo, después de haber sufrido un ataque de nervios, para que cure un fuerte Burnout no sólo a nivel emocional, sino también físico. Veremos cuánto tiempo él necesita para recuperarse del todo y veremos si él decide seguir trabajando como profesor o no. Si bien Enrique todavía tiene 59 años y trabaja desde hace 32 años como profesor de Historia y Geografía, no se puede imaginar seguir trabajando hasta los 65 años. Esta idea le perturba mucho. Por momentos, Enrique escucha voces que se ríen y burlan de él. Mmmm... entonces, es más que un Burnout.

Mientras tanto Carla se ha dado cuenta que es mejor que su esposo se encuentre en tratamiento psicoterapéutico estacionario y no ambulatorio. En divorcio ella no piensa. Son treinta años de casados los que llevan juntos. Hijos no tienen.  Esta prueba difícil la tendrán que superar juntos aunque se encuentren separados por el momento. 

Y mientras Carla suelta su velero, ve como su esposo se aleja  sobre éste. Enrique tendrá que aprender a recuperar el control del timón de su velero para navegar  de mejor manera sobre el mar de su propia vida.



MARISOL 

  




Imagen sacada de Bing