viernes, 26 de febrero de 2010

Nieve en mi corazón

 http://nylarej.files.wordpress.com/2008/07/broken-heart.jpg

Norbert:
Si bien numerosas nostalgias navegan como naves sin timonel nuevamente en esta noche nublada de nubes negras y en mi garganta nace un nudo al pronunciar tu nombre, no pienso negociar contigo de ningún modo.

En su momento pensé, naturalmente, que nada ni nadie nos separaría nunca. Fuí naif como una niña. La noticia dada por nuestra amiga Norma hizo que mis nervios naufragaran. Ahora ya no.  Solamente siento nieve en mi corazón en este momento.

No sé por qué no te odio, Norbert.  ¿Por qué no me dijiste que tienes otra novia? Acaso, Nelly ¿es una ninfa de nácar, de nivel? Yo no fuí lo suficientemente buena para ti, supongo.

Negar mi noble amor por ti, no puedo. Y sin embargo, aunque no quiera, dejaré tu número telefónico sin marcar. No te necesito nunca más. No pienso negociar contigo de ningún modo para narrar de otra manera la novela de mi vida. No es necesario que me contestes,

Nuria


Marisol

He tratado de jugar con la letra "N"



La imagen la he sacado de:

lunes, 22 de febrero de 2010

Una, dos y tres*

http://2.bp.blogspot.com/_v6hDwSNp3YQ/Sdn4N6pTZSI/AAAAAAAACWA/vLpgAW35ncs/s400/flowergardenweb.jpg

Maricarmen abrió los ojos. Otro día más para el calendario. Otro año más.  Hoy día no quería cuestionarse la vida buscando una verdad. La suya propia. No sólo deseaba pasar un bonito día recibiendo llamadas telefónicas, cartas electrónicas -porque las de correo ya casi ni se dan-, sino que el cuerpo y el alma  lo que más deseaban era que hubiera luz ¡y mucha! aunque fuera sólo por cinco minutos. Y es que el invierno -que había llegado cargado de mucho frío y nieve- la estaba oprimiendo... una lágrima rodó con tal fuerza del rostro de Maricarmen que al caer al suelo hizo un ruido como un estallido de cristales que despertó sin querer al sol.

Es así como el sol se levantó de un salto y rápidamente estiró su largos brazos para apartar las espesas nubes que cubrían Berlín, la ciudad de Maricarmen. Y  con todo su inmenso cariño el rey de los astros no sólo se dejó ver por un largo momento, sino que  le regaló a Maricarmen otra mirada ... una que le sonriera a la vida.

Y es así como ella se levantó decidida a vestir su cumpleaños de una hermosa primavera aunque afuera el invierno le cortara por momentos la respiración. Ya en la cocina mientras  Maricamen se preparaba el desayuno prendió la radio... empezaba una canción que le gustaba mucho. La puso a todo volumen y la empezó a cantar a todo pulmón. Sí, su cumpleaños había empezado mejor que se lo imaginó... aunque las nubes hubieran ya cerrado el paso a su querido sol, amigo benefector de millones de seres que lo necesitaban tanto o más que ella.

El sol antes de retirarse hizo un pacto con las nubes... regresaría en pocas semanas para quedarse por una larga temporada para ayudar a la primavera a parir muchas hermosas flores no sólo en parques y jardines  berlineses, sino también en el jardín de Maricarmen. 

Marisol

Inspirada en esta canción* de Antonio Carmona
escribí este corto cuento que lleva el mismo título.



Una, dos y tres, volver a empezar,
la vida va pasando y todo sigue igual,
que importa lo que pudo ser y no será,
yo sigo aqui tranquilo cantando al compás,
arriba los de siempre juegos del poder,
mentiras que ya suenan como las de ayer
y en medio de este ruido y esta tempestad,
busco una verdad.

Una, dos y tres, volver a empezar,
la vida va pasando y todo sigue igual,
a veces estás lejos otra más allá
y el tiempo va pasando y todo sigue igual,
después de subir alto y volver a caer,
después de tanta noche y tanto amanecer
y en medio de este ruido y esta tempestad....
busco una verdad.

Y el reloj
no se parará por ti,
pasa el mundo y el dolor,
sólo contigo y sin ti.
sale el sol cada mañana es abril,
no te olvides del amor,
no dejes de sonreir.

Una, dos y tres, volver a empezar,
la vida va despacio y todo pasará,
yo sigo despacito sé que llegara
y alguno ve desierto donde sólo hay mar.
Los ojos de los niños sin saber mirar,
hay demasiadas cosas para recordar,
detrás de cada noche hay un amanecer
y algo que aprender.

Con este corazón que me han dado a mí,
intento darte vida y hacerte feliz,
mi gloria es que algún día me digas que sí,
me digas que sí.

Con este corazón que te llama a ti,
me asomo a la ventana que hay en tu jardín,
que sin tu cariño que sería de mí,
que seria de mí.

Y el reloj no se parará por ti,
pasa el mundo y el dolor,
sólo contigo y sin ti.
sale el sol cada mañana es abril,
no te olvides del amor,
no dejes de sonreir.
y el reloj no se parará por ti,
pasa el mundo y el dolor,
sólo contigo y sin ti.
sale el sol cada mañana es abril,
no te olvides del amor,
no dejes de sonreir.
sale el sol cada mañana es abril,
no te olvides del amor,
no dejes de sonreir.

La imagen fué sacada de:

jueves, 18 de febrero de 2010

Otra opinión

http://farm3.static.flickr.com/2364/2042597264_2dfd134a22_m.jpg

 
La octogenaria de Olga Ottenberg  viuda de Opperman observa las olas del océano con sus ojerosos ojos.  Es obvio que a sus ochenta y ocho años Olga no pueda obstar que el ocaso llegue a la orilla de su vida otoñal.

Olga antes tiene que resolver algo de manera objetiva.... y aunque su nieto Oscar se oponga a su decisión y se obstine obsecadamente en ofrecerle ocasionalmente obsequios ostentosos, no obtendrá lo que quiere: la herencia total de su "Oma" (de origen alemán,  oriunda como el "Opa" de Osnabrück). La octava parte de los ocho millones de euros será repartida entre sus nietos: Octavio, Ofelia, Olga, Olimpia, Olivia, Olaf, Osvaldo y Oscar y sus hijos: Ornellia y Otto. Y el resto será donado a ONG's. Cumplirá el deseo de su esposo Ottfried (fallecido hace ocho años).

Olga no quiere ser más obediente ante Oscar. No lo odia, pero su amor se oxidó por el ocioso, omiso, oneroso, oportunista, opresor y orgulloso oligarca de su nieto. No le prestará más oídos a sus opiniones ominosas, a sus obsesivas objeciones y osadas órdenes, pues, la ofuscan, oprimen y ofenden. Obviamente Olga es todo lo opuesto a Oscar. ¡Ojo! Ella ocupa su tiempo en ofrecer ayuda  económica en diversos orfanatos y orienta sus obligaciones en organizar obras de caridad. 

Después de orar ante el océano y oxigenar su mente, un optimismo se apodera de Olga y le pide a su chofer Omar que primero la lleve al oculista, el Dr. Orellana, y después a la oficina de Orlando Orejuela, su notario, antes de que oscurezca. 

Olga sabe que Ottfried la está ovacionando desde la otra orilla... ¡Oh!

Marisol


He tratado de jugar con la letra "O"



VOCABULARIO
obstar: impedir
Großmutter: abuela (en alemán). Trato más familiar: Oma
Großvater: abuelo (en alemán). Trato más familiar: Opa
ominoso: abominable
omiso: negligente y descuidado 
oneroso: pesado 
opresor: que oprime a alguno
ovacionar: aplaudir



Imagen sacada de Bing

viernes, 12 de febrero de 2010

Meditando (un plan)

http://www.johnlund.com/images/NT5377758.jpg

-Mamá, ¿Le temes a la muerte? -me pregunta mi hijo Sandro de 8 años con sus ojos color miel vestidos de una gran curiosidad. Ha entrado sin tocar la puerta. Ha interrumpido mi momento sagrado de meditación. Indudablemente que esta pregunta lo inquieta a mi querido hijo. Siento un nudo en la garganta. No sé por donde empezar...
-A veces sí, otras no- le respondo un poco nerviosa y continúo - Al final, vamos por la vida caminando hasta llegar a nuestro paradero final querramos o no.
- Te refieres a que vivimos para morir - comenta Sandro; sigue sin sonreir.  Desde hace cuatro meses que ya no sonríe. Y esto me preocupa mucho.

Yo hago un esfuerzo por no darle importancia al tema...¡ay! la muerte. ¿Será por este motivo que trato siempre de relajarme? Pienso en la horrible muerte de Eduardo. Se me encoge el corazón una vez más. Pongo la música a todo volumen para no pensar más en los motivos que tuvo él para abandonarnos de la manera que lo hizo. No quiero llorar más...

Sandro sabe que de mí no obtendrá más respuestas. Me conoce bien.  Antes de dejarme sola me da un beso y a voz en cuello me dice: 
-Te quiero mucho mamá. Nunca lo olvides. 
Yo le sonrío y me pongo a bailar. Giro y giro. Quiero entrar en trance para no pensar...

Al llegar Sandro a su dormitorio abraza a su oso de peluche y le dice al oído: -Panchito, termino de despedirme. Ya estoy listo para llevarte conmigo.  Le daremos  muy pronto la sorpresa a mi papá, ¿de acuerdo?

Mientras Panchito le guiña un ojo en señal de complicidad, Sandro ya tiene un plan... el frasco de pastillas somníferas de su padre y la botella de agua esperan por él. Y por primera vez sonriendo sale Sandro corriendo escaleras arriba... hacia el ático.  Panchito lo acompaña en este viaje sin retorno.

Marisol




Foto sacada de internet