domingo, 19 de enero de 2020

Doña Herejía y yo



Mientras Doña Herejía está vestida con una opinión o un conjunto de ideas que se oponen a las creencias consideradas irrevocables en un contexto social, me pregunto si Don Ideal Hegemónico debe seguir respondiendo a un arquetipo religioso mientras él se basa en la imposición de una doctrina o dogma de fe que debe ser respetado a raja tabla por todos. Pienso que por este motivo Don Ideal Hegemónico no debe enamorarse de Doña Herejía. Sería muy contraproducente, creo yo.
- ¿Por qué no?  - le preguntó Doña Herejía a Don Ideal Hegemónico mientras ella tenía ganas de ser abrazada por él. Ella anhelaba que él la tomara en sus brazos de una vez por todas.
- ¡Qué más quisiera, pero nosotros dos entendemos la verdad de la existencia de distintas maneras! - le contestó un tanto incómodo Don Ideal Hegemónico.
- ¡Explícate mejor! - le retó impaciente Doña Herejía. 
- Pues bien, mientras yo defiendo, por ejemplo, a capa y espada los dogmas de la iglesia católica y condeno a todas aquelllas personas que se opongan a la verdad, tú sólo me criticas mañana, tarde y noche.
- ¡No es cierto! - sentenció Doña Herejía. Yo lo que más quiero es hacerte reflexionar y hacerte saber que a lo largo de la historia se han cometido muchas persecuciones y asesinatos a todas aquellas personas que han manifestado o siguen manifestando una línea de pensamiento distinta a lo establecido por la iglesia (sea cual sea ésta).
-  A ver, ¡nómbrame a alguien en especial que sea defendido por ti! - le instó a responder Don Ideal Hegemónico a Doña Herejía.
- Sí, te lo haré saber en este preciso momento. ¿Recuerdas al fraile católico agustino y teólogo alemán Martín Lutero? 
- ¡Ay, no me nombres a ese antipático y sabelotodo! - le dijo rabioso Don Ideal Hegemónico a Doña Herejía. ¿Será que estaba él celoso?
- Pues, te guste o no a mí Martín Lutero sí me cae bien simpático porque exhortó a la iglesia cristiana a regresar a las enseñanzas de la Biblia. Es más, gracias a él se produjo una reestructuración de las iglesias cristianas en Europa - le contestó muy segura de sus palabras Doña Herejía a Don Ideal Hegemónico y seguidamente le hizo saber que aquellos que aprueban una opinión, la llaman opinión, pero los que la desaprueban la llaman Herejía como a ella.
- La verdad que tú me resultas muy controvertida y conflictiva. Eres tan distinta a mí que tus opiniones no las puedo tolerar ya que yo soy el dogma establecido, soy el fundamento o punto capital de toda doctrina o religión - le hizo saber malhumorado Don Ideal Hegemónico a Doña Herejía. 
- ¡Mira guapo, tú te crees la última chupada del mango! ¿Por qué estás tan seguro que tú por ser una proposición que se asienta por firme y cierta como principio innegable hay que hacerte caso ciegamente?
- ¡Porque lo digo yo y punto! - alzó la voz Don Ideal Hegemónico y continuó gritando - ¡En verdad no te soporto! ¿Quién te crees tú para poner en duda mi autoridad? No te olvides que yo soy el gran Don Ideal Hegemónico, yo soy aquella verdad incuestionable. Soy más importante que tú porque no sólo yo soy esa doctrina revelada por Dios, sino que tú eres considerada un pecado a causa de tu propia naturaleza, destructiva de la fe cristiana o de cualquier otra fe existente sobre la faz de la Tierra.
Doña Herejía haciendo un esfuerzo por controlar su mal humor, y sabiendo que su relación de pareja no tenía futuro, le hizo saber a Don Ideal Hegemónico que si bien ella nace de una divergencia entre escuelas sobre el significado de la verdad (aquélla formulada por el dogma), ella se desarrolla a la vez en el plano intelectual (por la oposición irreductibe de las tesis) y en el plano comunitario (por la imposibilidad práctica de vivir en hermandad con todos aquellos que pertenecen a otra escuela) y tan mala no es como él piensa. 

¿Tú que opinas, querido lector? ¿Prefieres aceptar la totalidad de todo lo que nos propone Don Ideal Hegemónico o prefieres sólo aceptar aquellas partes que tu juicio te recomientda creer igual que Doña Herejía? Personalmente pienso que el concepto de herejía es relativo. Me explico: Por ejemplo, mientras para un católico un hereje es toda aquella persona que no sigue las dogmas de la religión cristiana, para el islamismo un católico puede ser considerado un hereje por no creer en esta otra religión. Por este motivo, el concepto de herejía varía de acuerdo con las enseñanzas y características de cada religión; sobre todo en función del grado de tolerancia o intolerancia que imponga cada religión a sus fieles seguidores hacia las otras creencias existentes. 

Y "last but not least", ¿sabías, querido lector, que la etimología de la palabra "hereje" proviene del latín "haeretĭcus" que a su vez procede del griego "αἱρετικός" (hairetikós) y que significa "libre de elegir"? Lo que quiere decir que un hereje es una persona que asume la posibilidad de elegir libremente seguir un dogma diferente del que le es impuesto por una doctrina sea religiosa o política dictada por la sociedad. Por este motivo, yo te pregunto, querido lector, después de haberme leído con quién te identificas más en este momento? ¿Con Don Ideal Hegemónico o con Doña Herejía?


MARiSOL