domingo, 6 de enero de 2013

Examinando el pasado



Como una sombra llega nuevamente a la vida de Susana ese recuerdo que viene de muy lejos. Llega a cubrirla toda y una pena la sacude de arriba a abajo. Ella sabe que lo pasado, pasado está. Tratar de revivir lo vivido no es lo mismo. Nunca será igual se dice ella una y mil veces. Y, sin embargo, algo en ella se rebela a obedecer las órdenes que le da su mente. Tal vez llegó el momento de no ser más rebelde para arrancarse del corazón a esa sombra que la persigue desde hace tanto tiempo, sobre todo, que ahora la sombra ya no sólo la observa, sino que le habla y le pide que no lo olvide.

Susana mientras piensa  que debe liberarse de ese recuerdo vestido de tiempos idos, le da permiso a su mano derecha para que se mueva sobre un papel en blanco y así dejar que las palabras fluyan, que se desborden de su cauce. Ella busca en este preciso momento a través de sus palabras la purificación emocional, corporal, mental y espiritual. Pero ella sabe que si bien las palabras escritas la ayudan a hacer una catarsis de manera momentánea, las mejores palabras son las que salen del alma cuando se miran cara a cara.

Marisol



Sombras nada más
Música: Francisco Lomuto
Letra: José María Contursi


Quisiera abrir lentamente mis venas,
mi sangre toda verterla a tus pies,
para poderte demostrar
que más no puedo amar
y entonces morir después.

Y sin embargo tus ojos azules,
azul que tienen el cielo y el mar,
viven cerrados para mí
sin ver que estoy aquí
perdido en mi soledad.

Sombras nada más
acariciando mis manos,
sombras nada más
en el temblor de mi voz.

Pude ser feliz
y estoy en vida muriendo
y entre lágrimas viviendo
el pasaje más horrendo
de este drama sin final.

Sombras nada más
entre tu vida y mi vida,
sombras nada más
entre tu amor y mi amor.

Qué breve fue tu presencia en mi hastío,
qué tibias fueron tus manos, tu voz;
como luciérnaga llegó tu luz
y disipó las sombras de mi rincón.

Y yo quedé como un duende temblando
sin el azul de tus ojos de mar
que se han cerrado para mí
sin ver que estoy aquí
perdido en mi soledad.

Sombras nada más
acariciando mis manos,
sombras nada más
en el temblor de mi voz.

Pude ser feliz
y estoy en vida muriendo
y entre lágrimas viviendo
el pasaje más horrendo
de este drama sin final.

Sombras nada más
entre tu vida y mi vida,
sombras nada más
entre tu amor y mi amor.