lunes, 30 de diciembre de 2013

El caballo indómito





Últimamente en mis noches de insomnio me veo o bien cruzando desiertos vestidos de rocas y arena o campos vestidos de flores y colinas verdes. Nadie me puede detener... ni yo misma.

Hay momentos que me siento como un caballo indómito, salvaje que ha perdido de vista a su querido jinete. Una sensación de vacío me revienta en el pecho, sobre todo, cuando siento que estoy bordeando el abismo de la vida y ante un mar de preguntas sin respuestas en mis noches interminables sin sueños, sobre todo, cuando en éstas no puedo escribir ni una sola línea pudiendo hacerlo.

Quizás debo andar con paso más pausado durante el día para poder escribir como antes... porque no quiero, llegada la noche, ni sentirme perdida entre las horas interminables del tiempo ni quiero estar corriendo sin un sueño a la vista ni tampoco quiero tener la sensación que no sé ni hacia dónde ni por qué razón estoy corriendo como un caballo sin nombre en mis noches en blanco.


Marisol



martes, 24 de diciembre de 2013

Estrella de Belén





En la tradición cristiana se dice que después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos del Rey Herodes, unos magos llegaron de Oriente a Jerusalén, guiados por la estrella de Belén, preguntando: "¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo." 

Esta noche, 24 de diciembre, se celebra el nacimiento del Niño Jesús. Ana María no solamente quiere celebrarlo junto con su familia, sino también ella quiere celebrar su liberación de falsos pensamientos, emociones negativas y de ese miedo que le pisa los talones desde hace dos años, desde que los médicos le diagnosticaran cáncer al seno. Ella desea que el hijo de Dios la ayude a  recuperar nuevamente su fe perdida.

Así como la Estrella de Belén fue la guía para que los Reyes Magos llegaran hasta donde había nacido Jesucristo Nuestro Señor, deseo sinceramente que Ana María brille a partir de esta mágica noche como la estrella de Belén para que la ayude a iluminar nuevamente su camino de vida  hasta el mismo día que  ella se una con el universo.
 

 Marisol





La estrella de Belén
José Luis Rodríguez

Sigan, sigan la luz
Sigan la estrella  hasta Belén 
(2x)

Desde Oriente van andando
Una luz los guiará
Cruzarán aldeas, pueblos
porque el nuevo rey nacerá

Contra vientos, noches, días
el desierto cruzarán

En  los brazos del silencio
la voz  de un ángel les advertirá

Sigan, sigan la estrella
que hasta Jesús los guiará

Sigan, sigan la luz
que hasta Jesús los guiará

Sigan, sigan la estrella
que hasta Jesús los guiará

Tres sabios, tres Reyes Magos
traen regalos para el rey
con la esperanza entre las manos
al pesebre llegarán

Desde Oriente van andando
Una luz los guiará
La alegría viene al mundo
en los brazos de la paz

Sigan, sigan la estrella
que hasta Jesús los guiará

Sigan, sigan la luz
que hasta Jesús los guiará

Sigan, sigan la estrella
que hasta Jesús los guiará

Sigan la luz
que hasta Jesús los guiará 



martes, 21 de mayo de 2013

La escalera del éxito

Si hay un secreto del buen éxito reside en la capacidad
 para apreciar el punto de vista del prójimo 
y ver las cosas desde ese punto de vista así como del propio. 

Henry Ford (1863-1947) Industrial estadounidense.


- ¿Sabes lo que es el éxito? - le preguntó la escalera a Roberto mientras él se encontraba bien arriba de ésta.
- ¡Claro que sí! - le contestó Roberto riéndose a carcajadas. Si lo tengo todo. La mayoría se queda abajo o llega hasta la mitad. Pero yo, he llegado muy alto. Yo, sobresalgo, estoy encima de los demás. ¡Ha!
- Eso es lo que tú crees - le dijo la escalera. En realidad, la noción del éxito es subjetiva o relativa. Normalmente el éxito está asociado con la riqueza material y fama. Pero esto no es cierto.
- ¿Por qué me dices esto? le preguntó Roberto.
- Porque  es una visión pobre y distorsionada de la realidad.  Es un esquema simplificado de la vida que separa a exitosos de fracasados.
- No te entiendo - dijo Roberto un tanto irritado. Normalmente él es una persona muy inteligente, pero la respuesta de la escalera no lograba entenderla.
- Es muy sencillo, Roberto.  Tú para mí no eres un hombre exitoso al 100%. Ante mis ojos tú eres un fracasado.
- Pero, ¡qué dices! - gritó Roberto. Su voz temblaba de la indignación. ¡Qué se había creído, la estúpida escalera!
-  ¡No estoy sorda! - le dijo la escalera fría y distante. La escalera estaba cansada de ver tanta gente igual como Roberto. 
- ¡No es cierto!  ¡Yo no soy un fracasado!- le dijo furioso Roberto. 
- Te equivocas - lo contradijo la escalera. Tú podrás tener muchos bienes materiales, pero todo eso no es importante para mí. A tí te falta lo más importante.
- Y ¿qué es?  Roberto no tenía más ganas de seguir hablando con la escalera. Él estaba perdiendo su tiempo valioso. Cada minuto de él costaba miles de dólares.
- Ser del todo feliz - le contestó la escalera y luego agregó: El éxito está entendido, por ejemplo, como el resultado feliz de un negocio. Pero, ¿qué es un resultado feliz? ¿solamente importa el resultado? ¿O acaso no es más importante que la persona que logra un éxito se considere una persona feliz? Mira, Roberto, me da lástima ver como personas como tú piensen que el éxito es medido por la cantidad de dinero, posición social, fama o poder que uno tiene y... 
- ¡Cállate! Roberto  no quería seguir escuchando a la escalera.
- Es de mala educación interrumpir - dijo la escalera. Te guste o no, Roberto, el éxito no es solamente obtener lo que quieras ¿De qué te sirve lograr objetivos si tu salud está comprometida, si has descuidado tu cuerpo, a tu familia la ves de vez en cuando porque tú siempre estás viajando por tus innumerables proyectos, si no tienes casi nada de contacto con tus amigos y tu espíritu está afligido porque te falta el amor? Es importante que tú reflexiones sobre el verdadero significado del éxito, ¿no crees?
Al escuchar estas palabras, Roberto bajó peldaño por peldaño. Al llegar al primer escalón, se sentó.  La escalera lo había impactado. El éxito en su vida recién llegaría a felicitarlo cuando él se sintiera del todo feliz.

Marisol 


  
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jueves, 16 de mayo de 2013

Jugando a las escondidas


- ¡Juguemos ahora a las escondidas, Lorena! 
- ¡Bien, pero no hagas trampas! Tú sabes, Eduardo, que no me gusta que mires dónde yo me escondo.
- ¡Es que tengo miedo de perderte de vista, Lorena!
- No seas tonto, Eduardo. Mientras le decía estas palabras Lorena reía alegremente. Era feliz. Eduardo también. Disfrutaban de tenerse el uno al otro. Eran inseparables. Eduardo le había dicho que cuando fueran grandes se casarían, tendrían dos hijos y vivirían en el extranjero. 

Esta conversación como tantas otras más se habían dado hacía cuarenta y cinco años entre Eduardo y LorenaCuando Eduardo llegó desde el extranjero al barrio donde solía jugar con su primer gran amor, Lorena, recordó palabra por palabra todo lo conversado con ella. Eduardo bajó la cabeza; le había fallado porque no había cumplido con su palabra. Sacudió la cabeza para no pensar....pero, ¡si habían sido solamente niños con sueños estrafalarios!  


El barrio había cambiado bastante. Habían otras casas; se veía diferente. La casa donde sus padres habían vivido cinco años ya no existía; se había construído un edificio en su lugar.  ¿Y la casa de los padres de Lorena? Caminó tres cuadras y la reconoció. Allí seguía en pie. Una  casona antigua, pero bien cuidada. Se acercó y tocó el timbre.

Le abrió la puerta una mujer de unos setenta años. Era la hermana mayor de Lorena, Gladys.  
- ¿Qué desea? - le preguntó Gladys
- Buenas tardes. Soy Eduardo Villalta, amigo de barrio y de su hermana Lorena.
Gladys después de mirarlo fijamente a los ojos le dijo sorprendida:
- ¡Ah! el amiguito español de mi hermana. Tengo algo para Usted. Espere un momento, por favor. Y luego ella cerró la puerta.
Afuera quedó Eduardo, desconcertado. ¡De qué le servían sus millones amasados -a través de la venta de petróleo crudo- cuando en este momento se le trataba como a un extraño y lo dejaban esperando en la calle como a un mendigo!    ¡Vaya, vaya!
Después de unos diez minutos llegó Gladys con una carta y se la entregó. Eduardo miró a Gladys desconcertado. Ella, después de haberle entregado la carta, cerró la puerta. 
¡Bastante huraña esta mujer! pensó Eduardo mientras abría el sobre. Era una carta corta de Lorena.

"Recordado Eduardo:
Espero que algún día tus pies te traigan hasta la casa de mis padres. Ellos ya no viven más (y yo tampoco estaré entre lo vivos cuando leas estas líneas), pero mi hermana Gladys con su hija, yerno y dos nietas habitan esta hermosa casa. Bueno, como Gladys es la persona en la que más confío, le he entregado esta carta para que te la dé. Ella sabe todo de mí... ¡de cuánto te quise!  ¿Te acuerdas cuándo jugábamos a las escondidas de pequeños? Teníamos cinco años cuando empezamos y diez años cuando dejamos de jugar... cuando te fuiste con tus padres a otro país porque tu padre trabajaba como embajador. Me prometiste de regresar. Y como yo me cansé de esperarte, me casé con veinte años con un buen hombre, Carlos, y tuvimos tres hijas: Elisa, Marcela y Susana. Nunca trabajé; me dediqué por completo a mi familia. Fuí feliz, o por lo menos, pienso que lo fuí. ¿Qué es la felicidad? Espero que tú hayas entendido el significado de esta palabra.
Te dejo un fuerte abrazo,
Lorena

PD: Quién sabe si en el momento en que tú estés leyendo mi carta, yo te observe desde mi escondite. ¡Cómo me gustaba jugar a las escondidas contigo!   Tal parece que la vida se encargó de que yo nunca te pudiera encontrar. Te busqué por el internet, pero nunca dí contigo.

Eduardo, después de leer la carta, tocó el timbre de la casa de Gladys.
- ¡Ah! Usted nuevamente - le dijo Gladys secamente.
- ¿Cuándo y de qué murió Lorena? - preguntó Eduardo. Temblaba.
- Murió de cáncer al pulmón hace tres años atrás - respondió Gladys y luego agregó- Perdone, pero tengo que hacer. Estoy cuidando a mis nietas. Buenas tardes.
  
Eduardo como un autómata regresó al auto alquilado. Allí lo esperaban su chófer y secretario. No tenía ganas de reunión alguna. La canceló. Quería estar solo. La carta de Lorena lo había estremecido. ¿De qué le servían sus millones si sus dos matrimonios no habían funcionado, si sus hijos lo buscaban solamente para pedirle dinero y la gente que lo rodeaba lo quería por interés? Hubiera querido dar todo su dinero en este preciso momento y dejar de ser el hombre sesentón desconfiado, irascible y duro que era, para volver a ser el chiquitín inocente de antes que jugaba con Lorena a las escondidas.
 
Marisol 

 
 
 


domingo, 12 de mayo de 2013

Misión secreta



Todos sabemos que la doble vida de un agente secreto en la ficción parece emocionante, pero en el mundo real la cosa es más complicada. Sinceramente no creo que sea una buena elección de vida. Sin embargo, aquellos que logran tener éxito se convierten en una suerte de creadores seriales de nuevas identidades. Y es que llevar existencias separadas es como crear novelas diferentes con distintos repartos de personajes. Pues bien, si bien vivir día a día como dos personas diferentes puede implicar una peligrosa existencia, el caso de Milli Wilson, es completamente distinto. 

Milli es una niña de 10 años, hija de mexicanos. Su madre, quien tiene una tienda de flores en la ciudad de San Diego donde Milli la ayuda una vez a la semana por un par de horas, estuvo casada con mexicano antes de volverse a casar con un ingeniero  estadounidense

Milli no llegó a conocer a su verdadero padre. Él abandonó a su madre cuando ella era una recién nacida. Si bien su madre nunca habló mal de él, tampoco le gusta hablar de su primer esposo. Tampoco le ha enseñado fotos ya que su madre no tiene ninguna foto de él.

Pues bien, Milli (quien en realidad se llama Milagros Vargas, así se apellida su padre) lleva el apellido Wilson, porque su padrastro la adoptó después de casarse con su madre. Pero ahora sí, voy al grano... Desde hace un par de meses que Milli se ha convertido en un agente secreto. Una vez a la semana ella, los jueves por la tarde, sale en bicicleta a repartir cuatro rosas; las coloca sobre los parabrisas de cuatro autos diferentes estacionados en el aparcamiento de un supermercado cercano a su casa.  En realidad, es un acto de bondad el de Milli. Ella, de manera anónima, lleva alegría a quienes puedan estar atravesando por un mal momento, si bien nunca se queda para ver quién es la persona que los encuentra. Pero yo sí. 

Como yo conozco la vida que hace Milli, la sigo, normalmente, en esta misión secreta. Cuando yo no puedo, lo hace su madre. Su madre como buen agente secreto (la tienda de flores, protegida por el gobierno, es un lugar de encuentro de agentes secretos para intercambiar información), la sigue sin que Milli se dé cuenta. No solamente su madre está orgullosa de Milli, sino yo también puesto que yo soy su padre. Pero, sh....., más no cuento porque como buen agente secreto no debo hablar más de la cuenta.

Marisol




miércoles, 1 de mayo de 2013

El borrador

- Te voy a borrar. ¡Ya verás! -  le dijo Antonia a su dibujo. No le gustaba como había quedado. Antonia sentía que todo lo que hacía, lo hacía mal.
Cuando Antonia vió como el muñequito de su dibujo corría en dirección contraria a su mano, paró de borrar. Y luego le preguntó:
- ¿Por qué corres asustado? 
- No quiero desaparecer. ¡Déjame vivir! 
- ¿Y para qué quieres vivir? - le preguntó Antonia de manera sarcástica. 
- Para compartir tu mundo - le respondió el muñequito y luego le dijo- Yo soy parte de ti.
- No me convence tu respuesta - le dijo Antonia. Luego continuó hablando- Pero si me das una explicación valedera, agarro otro papel y empiezo de nuevo con otro dibujo.
El muñequito la miró con miedo mientras temblando le dijo a Antonia lo siguiente:
- Si me borras, estarás tú borrando todos los errores de tu pasado. Y esto no es posible. Debes aprender a vivir con ellos, son parte de tu historia de vida, de tus experiencias hechas. 
Antonia lo miró desconcertada. Dejó el borrador de lado. Luego ella colgó el papel con el dibujo del muñequito en la pared para que le recordara por todos los errores cometidos hasta ahora. A partir de ese momento el muñequito se convirtió en la voz de su conciencia. Mejor dicho, en la sabiduría de su presente

Marisol 

 

domingo, 21 de abril de 2013

El baúl de los recuerdos


Había llegado el momento de repasar el pasado... Carmen no quería abrir el baúl. Pero lo hizo cuando el mismo baúl le dijo que haciendo un balance de las horas vividas en positivo y en negativo en base a sus recuerdos la ayudaría a tomar la decisión que necesitaba para poder vivir en paz.
- Tengo miedo de abrirte, baúl - le dijo Carmen.
- ¡No temas! - le contestó el baúl y continuó hablando- Deja salir los recuerdos. Arturo se hará presente en cuanto me abras. ¡Ya lo verás! Además, te tengo otra sorpresa. Creo que te gustará.
- La tentación es grande - comentó Carmen. Se sentía insegura. Comenzó a temblar de emoción y de miedo al abrir con sus dedos vacilantes su baúl.
En el preciso momento que Carmen lo abrió, Arturo se apareció con todo lo que él le había regalado en el transcurso de su romance.... hacía ya tiempo atrás. 
No solamente se le apareció Arturo, sino que Carmen dejó de ser la mujer madura de cincuenta y cinco años y se convirtió en la joven de veinticinco. Allí estaba Arturo, al pie del baúl, también joven, sonriéndole. Él no le había hechos muchos regalos mientras habían estado ellos juntos como pareja durante dos años. Él le había regalado flores y un vestido, y un bolsa de dormir  que él le la había prestado; ella se olvidó de devolvérsela
- Hola - saludó Arturo a Carmen tímidamente.
Carmen estaba muda. No le salía la voz de la emoción.
- Como ves, tu baúl me trajo a ti. Hacía tiempo que quería verte.
- Pero tú nunca me llamaste por teléfono o me escribiste una carta- le reprochó Carmen. Ahora sí su voz se dejó escuchar.
- No es verdad, Carmen - se defendió Arturo y continuó - Te he llamado varias veces, pero colgaba el teléfono. Solamente quería escuchar tu voz. Y también te he escrito, pero es cierto, mis cartas, en ellas donde te decía todo lo que todavía siento por ti, quedaron sin ser enviadas.
- Yo también te he escrito, pero más bien, muchos poemas y cuentos pensando en ti - le dijo Carmen casi en un susurro.  Era una forma de sentirte cerca.
- Me gustaría que recomenzáramos. O mejor dicho que continuáramos como si yo nunca te hubiera dejado - le dijo Arturo. ¿Qué dices?
Carmen al escuchar sus palabras se dió cuenta que no era posible. El deseo de Arturo era egoísta. Y el riesgo que la vida la volviera a golpear la asustó. Había pasado demasiado tiempo... un tiempo de silencios. Ya no eran los jóvenes de antes. Cada uno de ellos había hecho distintas experiencias... La vida los había llevado por diferentes caminos. Y difícil era volver a ser una pareja. No era posible o ¿acaso sí? Ella tenía cuatro hijos y un esposo al que le debía no solamente respeto, sino que la había salvado del abismo... No. No era posible.
Carmen no quiso escucharlo más. Ya lo había visto. El pasado era irrepetible. Armándose de valor, cerró rápidamente el baúl. Volvió a ser la mujer que era. Arturo desapareció de su vista, pero no de su corazón. Allí prefería ella tenerlo. Verlo en ese otro baúl. 

Marisol 
 
 

El baúl de los recuerdos
Karina
 
Que poco significan las palabras
uuuh
Si cuando sopla el viento se las lleva tras él
Y queda solamente los recuerdos
uuuh
Promesas que volaron y no pueden volver
Vive siempre con ilusión
si cada día tiene diferente color
Porque todo llega a su fín
después de un día triste nace otro feliz

Buscando en el baúl de los recuerdos
uuuh
Cualquier tiempo pasado nos parece mejor
Volver la vista atrás es bueno a veces
uuuh
Mirar hacia delante es vivir sin temor
 

Los recuerdos son el pasado
Cuando queda tanto por andar
Uuuuuh
 

Buscando en el baúl de los recuerdos
uuuh
Cualquier tiempo pasado nos parece mejor
Volver la vista atrás es bueno a veces
uuuh
Mirar hacia adelante es vivir sin temor
Si cada día tiene diferente color
Después de un día triste nace otro mejor
 

Buscando en el baúl de los recuerdos
uuuh
cualquier tiempo pasado nos parece mejor
Volver la vista atrás es bueno a veces
uuuh
Mirar hacia delante es vivir sin temor
Si cada día tiene diferente color

Después de un día triste nace otro mejor
 

Vive siempre con ilusión
si cada día tiene diferente color
Porque todo llega a su fin
después de un día triste nace otro feliz
Vive siempre con ilusión
si cada día tiene diferente color…
   
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Imagen sacada de bing

jueves, 18 de abril de 2013

El amor no duele


Wilson se preguntaba  si sería cierto que el amor es la única fuerza que puede romper las barreras de la distancia, edad, cultura, religión o estilo de vida. Y mientras esto él pensaba rodaron lágrimas por sus mejillas. El mar al verlo así le preguntó qué le pasaba.
- Mi corazón sufre - contestó triste Wilson.
- ¿Por qué?  - le preguntó el mar curioso y preocupado. 
- Porque la niña de mis sueños no está conmigo
- ¿Quieres que te la devuelva? - le preguntó el mar cautelosamente.
- ¡¡¡¡¡Sí!!!!!! - gritó emocionado Wilson. 
- Mmmmm - dijo el mar pensativo y continuó hablando - Eres egoísta, Wilson.
- ¿Por qué? - preguntó el niño sin poder entender.
El mar al ver el desconcierto en la mirada de Wilson, le hizo saber que él estaba confundiendo el amor con la necesidad. 
- No te entiendo - contestó Wilson
- Es muy sencillo. Lo que sucede es que el amor no duele, pero no obtener lo que uno quiere, sí que duele - dijo el mar.
- ¡Y cómo! - suspiró Wilson mientras miraba al mar con sus ojos tristes.
- ¿Me has entendido? - preguntó serio el mar.
- Sí, creo que sí - respondió Wilson resignado. Anita se había ido con sus padres a vivir a un país lejano. Viviría en sus recuerdos.

Al otro lado del oceáno la niña de sus sueños, sentada frente a sus libros de colegio y ante su computadora, se encontraba leyendo una y mil veces un e-mail de Wilson donde le contaba muchas cosas, pero la frase que se le quedó grabada en su corazón partido fué: "Hoy día me acordé de ti. Te extraño". Pero ella conociendo lo romántico que es Wilson, le contestó: "Yo también te extraño, pero la vida nos lleva por diferentes caminos. Algún día nos volveremos a ver aunque nos lleve toda una vida reencontrarnos".
Wilson sonrió imaginándose cómo se verían los dos de adultos. Quizás se volverían a ver cuando fueran ya viejos con bastón y dentadura postiza.  Y el mar al ver a Wilson sonreir, se durmió.

Cuando Wilson despertó de su sueño, se acordó de la frase: "Hoy día me acordé de ti. Te extraño". Él ya no era el niño ni joven de antes, solamente un hombre sesentón todavía enamorado de la "mujer de sus sueños". ¿Quién será? Yo no lo sé. Quizás tú la conozcas.

Marisol 


 
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viernes, 5 de abril de 2013

La confianza


Este pensamiento de Paulo Coelho me gusta mucho. Pero, ¿qué pasa cuando no existe confianza entre dos personas? ¿Será cierto que confiar en todos es insensato, pero no confiar en nadie es neurótica torpeza?

Ana había sido amiga de Clara por mucho tiempo, pero ahora Ana ya no  no tenía ganas de seguir envenenando su alma... Por este motivo había decidido cortar la amistad con Clara, porque ella no confiaba ni en su sombra. 

Yo también fuí amiga de Clara. Yo la tuve que dejar de lado al igual que Ana. En realidad, un poco de desconfianza es saludable, pero serlo siempre como Clara, te quita las ganas de seguir siendo su amiga.  

- Cuando uno se da cuenta que no puede haber ningún tipo de conversación, es cuando la confianza no existe, ¿no es cierto, Rita?
- Sí, es verdad. En una conversación no se trata de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la preguntas - le dije a mi amiga Ana y continué hablando - La situación con Clara se volvió insostenible... sin confianza, no puede haber diálogo. Y donde no hay confianza, no hay amor. 
- Brindemos, por lo menos, por nuestra amistad - me dijo sonriendo Ana. En ella yo confío a ciegas. Y me alegro por ello. 

Marisol 

 


 Mi confianza
Luz Casal

Si un día perdiera mi calma y mi paz
Tú sabrías que hacer, cómo ayudar.

Si perdiera la fe tendría en ti
Algo en lo que creer.

Pongo mi confianza en ti
Tú no me dejarás, nunca me traicionarás
Dos impulsos y un sólo ser.

Haciéndome pensar que puedo mantenerme en pie
Nunca perderé mi confianza en ti
No, nunca perderé mi confianza en ti

Tu aliento me llevó al abrigo del mar
Lejos de la traición de tanta falsedad.

El tiempo inútil y gris no inyectará
Nunca su veneno mortal.

Pongo mi confianza en ti
Tú no me dejarás, y tienes tanto que decir
Dos impulsos y un sólo ser.

Haciéndome creer que puedo
Mantenerme en pie
Nunca perderé mi confianza en ti
No, nunca perderé mi confianza en ti

No, nunca perderé mi confianza en ti,
No, nunca perderé mi confianza en ti,
No, nunca perderé mi confianza en ti,
No, nunca perderé mi confianza en ti.