jueves, 25 de noviembre de 2010

El alma de Alma

Hace pocos meses atrás Luis y Carla Sartorelli se compraron la casa de sus sueños. Una casa antigua. Y como ellos dos forman un matrimonio joven,  dinámico y adinerado, la renovaron. Hace pocos días se mudaron a su nueva casa con su hija Emily de siete años.  Si bien, por un lado, Emily está feliz, porque en el vecindario hay otros niños simpáticos casi de su misma edad, por el otro lado, hay una niña un poco extraña...

Hoy día mientras Carla llevaba a su hija al colegio, Emily le dijo:
- Mamá, a mi nueva amiga Alma le gusta jugar a las escondidas conmigo y quiere que juguemos con... Emily calla. Se le ve seria.
Y Carla, su madre, para animarla a que su hija siguiera hablando le dijo:
- Que yo sepa en tu clase no hay ninguna niña que tenga ese nombre. ¿Es del vecindario?
- No. Alma vive también con nosotros en casa - respondió Emily.
- No te entiendo - le dijo su madre. Solamente tu padre, yo y tú vivimos en casa y nadie más.
- Pues, Alma me ha contado que ella vivió hace 100 años en nuestra casa. Y que la casa era más grande y más bonita que la nuestra.
- ¡No puede ser! Esta casa no tiene más de 60 años de construída.
- Pero es verdad, mamá - exclamó Emily. Alma me ha dicho que antes había otra casa en lugar de ésta donde nosotros vivimos.
- Hmmm.... - contestó Carla desconcertada y siguió hablando - Cuando compramos la casa el dueño nos entregó los planos pero no nos dijo que antes hubiera otra casa.  En fin, más bien, ahora quiero saber algo sobre tu nueva amiga.  ¿Por qué te parece extraña Alma?
- No me deja ver su rostro - respondió Emily. Dice que le da vergüenza. Se cubre con un manto de pies a cabeza. Y por este motivo no le gustan los espejos. Dice que me envidia porque yo soy más linda que ella.
- Si Alma siente envidia, entonces, no es buena amiga- respondió Carla mientras dejaba a su hija en la escuela. Y antes de despedirse, Carla le hizo una última pregunta a su hija:
- Díme, ¿cuál es el otro juego de Alma? Carla siente la garganta seca.
- Ella quiere jugar conmigo con fuego. Pero como es peligroso le he dicho que no. Y por este motivo Alma está molesta conmigo.
 
Carla después de darle un beso a su hija, salió directamente a la Municipalidad de su distrito. Ella tenía que saber si su hija le decía la verdad o si, más bien, la tenía que llevar a un psicólogo. 

Ya en la Municipalidad Carla se enteró de algo que la intranquilizó. Su hija le había dicho la verdad. Pero había algo más... La casa de Alma - construída en enero 1910 - fué  víctima de un incendio en diciembre del mismo año. La prensa de esa época cuenta que Alma, la única hija de ocho años, de Hans y Sally Wellington, los dueños de la casa, murió carbonizada pocos días  antes de Navidad. Se desconoce los motivos del incendio. Luego, en 1920 otra casa fue construída en su lugar y no pasó nada hasta Diciembre de 1960...  el matrimonio Anderson se mudó a ésta cinco años antes con su pequeña hija  Liliana de tres años y Mark de cinco. Cuando Liliana cumplió los ocho años a principios de Diciembre, murió carbonizada el mismo día de su cumpleaños. Si bien sus padres y su hermano mayor sobrevivieron a la terrible tragedia, como la casa se incendió completamente, se mudaron. Y vendieron el terreno  recién en 1962. Allí el matrimonio Appleton -sin hijos- se construyó una casa. Al morir la señora Appleton hace un año, su esposo vendió su casa en abril 2010 al matrimonio Sartorelli, los padres de Emily.

Carla intranquila con esta información fué a buscar a su esposo al trabajo.  La casa recién comprada no solamente tiene que ser vendida, sino que se tienen que mudar cuanto antes de allí. Es una marcha contra el reloj porque Emily cumplirá ocho años el último día de Noviembre. ¡Ay! y Diciembre está ya por empezar...

Marisol

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La foto es mía.