Los sueños de Ana María de día son realistas, pero cuando llega la noche y la toma entre sus brazos, sus sueños son surrealistas. Su imaginación subconsciente llega a ese mundo irracional donde las imágenes que ella ve en su mundo interior expresan emociones fuertes.
Anoche Ana María soñó que veía a una niña echada en una fosa. Lo terrible era que veía que la niña estaba atada a unos cables y sobre su barriga había colocada una bomba. Cuando Ana María le preguntó a la niña quién la había metido en esa fosa, ella le contestó molesta:
- ¡No importa quién lo haya hecho! -y suavizando después su voz continuó hablando - Lo que importa es que tú ya estás aquí. Te esperaba.
Ana María sin entender bien su respuesta, le preguntó:
- ¿Quieres que te ayude?
- ¡Claro! ¡Sácame de acá!- dijo la niña alegremente mientras le sonreía. Pero esa sonrisa era artificial. Esa niña era mala. Algo en su mirada no le gustaba. Ana María sintió miedo ya no tanto por la niña, sino por ella también. ¿Qué pasaba?
Ana María no quería morir y menos que su cuerpo volara en mil pedazos. Era una muerte brutal a la que no quería estar expuesta. Y, sin embargo, una fuerza invisible la obligaba a acercarse más a la fosa y a tocar a la niña. Cuando explotó la bomba, Ana María despertó temblando. En ese momento no entendió el mensaje del sueño, pero cuando se calmó, se dió cuenta que ella hablando por teléfono con su madre ayer por la tarde, ella le había dicho que la bomba ya había estallado... Contar el por qué no es importante.... para Ana María lo que más le importa es que ella no solamente despertó con vida, sino que se prometió a sí misma que no se metería más en problemas ajenos, suficiente tenía ya con los suyos propios.
Anoche Ana María soñó que veía a una niña echada en una fosa. Lo terrible era que veía que la niña estaba atada a unos cables y sobre su barriga había colocada una bomba. Cuando Ana María le preguntó a la niña quién la había metido en esa fosa, ella le contestó molesta:
- ¡No importa quién lo haya hecho! -y suavizando después su voz continuó hablando - Lo que importa es que tú ya estás aquí. Te esperaba.
Ana María sin entender bien su respuesta, le preguntó:
- ¿Quieres que te ayude?
- ¡Claro! ¡Sácame de acá!- dijo la niña alegremente mientras le sonreía. Pero esa sonrisa era artificial. Esa niña era mala. Algo en su mirada no le gustaba. Ana María sintió miedo ya no tanto por la niña, sino por ella también. ¿Qué pasaba?
Ana María no quería morir y menos que su cuerpo volara en mil pedazos. Era una muerte brutal a la que no quería estar expuesta. Y, sin embargo, una fuerza invisible la obligaba a acercarse más a la fosa y a tocar a la niña. Cuando explotó la bomba, Ana María despertó temblando. En ese momento no entendió el mensaje del sueño, pero cuando se calmó, se dió cuenta que ella hablando por teléfono con su madre ayer por la tarde, ella le había dicho que la bomba ya había estallado... Contar el por qué no es importante.... para Ana María lo que más le importa es que ella no solamente despertó con vida, sino que se prometió a sí misma que no se metería más en problemas ajenos, suficiente tenía ya con los suyos propios.
Marisol
Pintura realista titulada : Muchacha en la ventana" (1925) de Salvador Dalí.