Mientras Nina abría su ventana de par en par para dejar entrar un poco de aire fresco a la habitación, dijo en voz alta:
- ¡Como me gustaría que los copos de nieve que caen en este momento pudieran cubrir no solamente mi jardín, sino hasta mis penas y preocupaciones!
El deseo de Nina fue escuchado por los copos de nieve. Ellos se metieron a la habitación y la cubrieron rápidamente de pies a cabeza. Nina agitada comenzó a gritar:
- ¡Déjenme en paz! No me gusta lo que hacen ustedes conmigo.
- Pero si tú dijiste que nosotros cubriéramos tus penas y preocupaciones. Y esto es lo que estamos haciendo - respondieron a coro los miles de copos de nieve.
- Pero yo no dije que me cubrieran a mí de pies a cabeza - respondió Nina. Apenas ella podía hablar y moverse.
- ¡Claro que sí! Tus penas y preocupaciones viven en ti. Y por tal motivo, te cubrimos toda - argumentaron en coro los miles de copos de nieve entre risitas.
Nina se dió cuenta que ellos tenían razón. Temblaba de frío, pero también de miedo. ¿Qué hacer?
Los copos de nieve le hicieron una propuesta.
- Nos iremos por donde vinimos pero con una condición, Nina.
- ¿Cuál? La voz de Nina era muy débil. Apenas podía respirar y hablar.
- Que sepas vivir con tus penas y preocupaciones - le contestaron a coro los miles de copos de nieve y siguieron hablando - Ellos existen aunque tú no quieras. Pero lo importante, es que no dejes que ellos te aplasten con todo su peso como lo hemos hecho ahora nosotros contigo. Empieza tú ahora a seleccionar qué penas y preocupaciones son importantes y cuáles no lo
son.
- Haré el esfuerzo por hacer lo que ustedes me piden. Es más, lo prometo - Nina apenas tenía fuerza en su voz.
En ese momento los miles de copos de nieve cayeron a sus pies y luego rápidamente salieron volando casi todos por la ventana abierta. Digo, casi todos, porque unos pocos se quedaron allí.
- ¿Qué pasa? - preguntó Nina intrigada.
- Nos quedamos aquí - respondieron los copos de nieve.
Nina no entendía y les preguntó qué motivos tenían para quedarse en su habitación.
- Para que veas tú con tus propios ojos como, después de haber cerrado tu ventana y con el calor de la calefacción, nos vamos a derretir - contestaron los copos de nieve.
- ¡Me van a estropear el piso! - gruñó Nina.
- Pues, ¡agarras un trapo y lo secas! - le respondieron impacientes los copos de nieve y luego le dijeron - Esto no es tan importante. Lo que te queremos hacer ver es que así como nosotros vamos a dejar de ser copos de nieve, pues nos convertiremos en un pequeño charco de agua y tú te encargarás de hacernos desaparecer del todo, tus penas y preocupaciones también desparecerán tarde o temprano. Todo depende de ti.Nuevamente los copos de nieve tenían razón. Nina fue a la cocina por un trapo con una sonrisa en los labios. Y cuando ella regresó sobre el charco de agua había escrito una frase que decía claramente: ¡Mantén limpio el piso y tu mente también!
Marisol
Amid the falling Snow
Enya
How I remember sleepless nights
When we would read by candlelight,
And on the windowpane outside
A new world made of snow;
A million feathers falling down,
A million stars that touch the ground,
So many secrets to be found
Amid the falling snow.
Maybe I am falling down.
Tell me should I touch the ground?
Maybe I won't make a sound
In the darkness all around.
The silence of a winter's night
Brings memories I hold inside;
Remembering a blue moonlight
Upon the fallen snow.
Maybe I am falling down.
Tell me should I touch the ground?
Maybe I won't make sound
In the darkness all around.
I close my window to the night.
I leave the sky her tears of white.
And all is lit by candlelight
Amid the falling snow.