¿Cuál es el sentido de la vida?
Una vez más Amanda se hace esta pregunta, sobre todo, porque la muerte la mira desde hace algún tiempo directamente a los ojos. Ella siente la necesidad de construir su personalidad, sacarle brillo a su manera de ser y adquirir nuevos valores espirituales porque no quiere ni basar su vida en la existencia del más allá... en esa otra vida después de la muerte ni tampoco quiere ver a la vida con malos ojos, sobre todo, cuando se siente deprimida pensando en que no recuperará su salud por más terapias que haga. 70% de probabilidades de sobrevivencia le han dado los médicos. Pero, ¿dónde queda el 30%? Amanda quiere confiar que sanará.
Yo también quiero confiar que Amanda sanará. Hasta finales de junio tendrá mi amiga que someterse a radiaciones en el seno derecho. Si bien Amanda supo llevar la quimioterapia relativamente bien durante seis meses, ahora esta otra terapia, terapia de radiaciones (son 36 sesiones en total) la ha vuelto a enfrentar con el sentido de la vida.
Amanda me contó que ayer mientras ella se mantenía echada e inmóvil ante la máquina de radiaciones, ella se preguntó qué sentido tiene la vida. Quiero pensar que hoy día, en su segunda sesión, Amanda no se hará más esta pregunta ni en las otras sesiones tampoco. ¡Ánimo, querida amiga! La vida, a pesar de todo, vale la pena ser vivida.
Marisol
