martes, 12 de marzo de 2013

¡Gracias!

Cuento de la vida real

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Dános hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Amén.


Ir los domingos a la iglesa de mi barrio me gusta. Si bien mis padres me hicieron bautizar como católica, voy a misa evangélica*. A mí lo que me importa es escuchar los sermones del cura o de la cura (éste es uno de los motivos por los cuales me identifico con esta religión ya que las mujeres también pueden oficiar misas).

Este domingo en la iglesia me pasó algo curioso. Pues bien, he de empezar con mi relato: Pero antes, debo hacer saber que hace un mes atrás fuí a la misa del día domingo llevando un pedazo de papel con la oración en alemán del "Padre Nuestro" ya que no me la sé de memoria (estoy aprendiéndomela). Feliz estuve de poderla rezar en voz alta (así la leyera) junto con todos los demás feligreses.


Pues bien, después de rezar esta oración, el pedazo de papel lo metí en un misal de la iglesia, que se me había entregado a la entrada, antes de que empezara la misa. En este misal hay canciones. Después de terminada la misa, lo devolví. En casa me dí cuenta que había dejado olvidado mi pedazo de papel dentro del misal.  ¿Lo recobraría?

El domingo pasado yo misma agarré, antes de que empezara la misa, un misal que se encontraba junto con otros en un anaquel. Había una persona que los repartía, pero como estaba ocupada atendiendo a otra gente, por este motivo, yo misma lo saqué del anaquel. Otros también hicieron lo mismo.

Cual sería mi sorpresa que al abrir el misal encontré mi pedazo de papel. Estaba esperando por mí. Me dí cuenta que no era una simple casualidad. Después de rezar el "Vater Unser", cantamos los feligreses junto con el coro de niños de la iglesia, "Danke für diesen guten Morgen" (Gracias por este buena mañana).  

El mensaje era claro: tenía que estar agradecida por mi familia, por los amigos que tengo, por haber perdonado a mis enemigos, por lo que tengo, por la música, por cada buena palabra y por tantas otras cosas más. Y, sobre todo, debo estar agradecida por la alegría de saberme viva.

Marisol 


 
*Las iglesias evangélicas o movimiento evangélico son diversas congregaciones y denominaciones cristianas protestantes que se hallan difundidas por todo el mundo y que afirman tres creencias básicas dentro de su doctrina: la Trinidad, la salvación sólo por medio de la fe en Cristo y la infalibilidad bíblica. (Wikipedia)
Más información obtienes en este enlace: Iglesias Evangélicas