domingo, 9 de noviembre de 2014

¡Adiós, Camus!

Érase una vez un gato persa llamado Camus.  Este gato tenía el mismo nombre que el escritor francés Albert Camus porque su dueña, Madame Tocqueville, una viuda millonaria, le puso ese nombre  ya que su esposo había sido un ferviente lector de este famoso autor conocido de "La Peste" y de otras novelas más que se encontraban en su enorme biblioteca. 

Pues bien, a Camus, el gato, le interesaba un libro, en especial, titulado "El exilio y el reino" también de Albert Camus. Te preguntarás por qué, pero antes he de informarte que este libro es una colección de seis cuentos que se titulan: 
La mujer adúltera" ( "La Femme adultère"), "El renegado o espíritu confundido" ( "Le Renégat ou un esprit confus"), "El hombre silencioso" ( "Les Muets"), "El invitado" ( "L'Hôte"), "Jonas o el artista en el trabajo" ( "Jonas ou l'artiste au travail") y "La piedra que crece" ( "La Pierre qui pousse").
Todos ellos siguen un mismo propósito ético y estético ya que tratan no sólo sobre la fraternidad humana, sino también sobre el sentido de la existencia y la añoranza de un universo moral que nos proteja del destructivismo ético y social. 

Pues bien, desde que la dueña de Camus había quedado viuda (desde hace dos años), ella ya no le prestaba más atención a su gato, ya ni lo mimaba ni lo acariciaba sobre sus rodillas. Eran, más bien, otras personas, como la cocinera o el chófer, quienes se encargaban de darle de comer a Camus. Pero, como ellos no tenían ninguna relación afectiva con él, esto abatió tanto a Camus que preferió sumergirse en esta novela de Albert Camus para poder ir en busca de su propio exilio personal. Y cuando digo "sumergirse" no se trata que si el gato sabía leer, no, sino que se metió dentro de este libro para escapar de su realidad.

Es así como Camus, un buen día, entró a la biblioteca de su dueña en busca de aquel libro y al encontrarlo sobre el escritorio del señor Tocqueville (ya fallecido) después de dar un salto de alegría, se metió dentro de éste y desapareció para siempre de la vida de su dueña.

Hoy día yo he visto a Camus feliz corriendo entre un cuento y otro de "El exilio y el reino" y me alegré por ello, ya que yo puedo entender a Camus. Aunque yo sea la señora de la limpieza y venga de Marruecos a mí también no sólo me gusta leer a Albert Camus, sino que también he ido en busca de mi propio exilio personal. Tal vez deba, después de haber terminado de limpiar la biblioteca, sumergirme también en este libro para ir en busca del gato persa y preguntarle si él quiere vivir conmigo para hacerle regresar a la realidad, pero a la mía y no a la de su antigua dueña.

MARISOL




 Imagen sacada de Bing

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