jueves, 19 de noviembre de 2015

La conciencia


 


"Cuando la culpa abruma la conciencia resulta una gran imprudencia no cumplir con las promesas hechas, ¿verdad?"

- Ay! mi conciencia me está retando nuevamente - se dijo así misma Helena. ¿Por qué yo no puede ser como muchas otras personas, fría y egoísta?  
Pues bien, la conciencia de Helena está atenta a cada pensamiento, a cada palabra suya. Si bien Helena no quiere tener una conciencia intranquila, está indecisa ... la blusa de seda le queda pintada, pero es muy cara para ella. En este momento, tendría la posibilidad de robársela, podría metérsela a la cartera ya que nadie se encuentra en la boutique (ella acaba de abrir la tienda ya que trabaja allí como vendedora. La dueña llega recién en media hora y la otra vendedora está enferma).

Al darse cuenta la conciencia lo que está pensando Helena le preguntó  que dónde está su honor. Helena se muerde los labios. Es verdad, mientras el honor es la conciencia externa, la conciencia es el honor interno. ¿O es al revés? Sea lo que sea a Helena le pican las manos... ¡la blusa de seda es tan bonita! Y por más rebaja del 30% que le haga la dueña no baja de 200€. 

La conciencia de Helena no sólo le está llamando la atención, sino que es más que eso ... la está ayudando no sólo a que se descubra a sí misma, sino a que ella misma sea capaz de denunciarse y de acusarse a sí misma. Quiere evitar que Helena cometa un gran error. Y mientras Helena tiene la blusa entre sus manos, y está casi por meterla en su cartera, su conciencia le gritó:
- ¡No lo hagas! Te aseguro que si no robas, te sentirás mejor. ¡Créeme!  
- ¡Pero si nadie me ve! - le hizo saber Helena en tono enojado.
- ¡No es cierto! - le refutó su conciencia. Yo como tu voz interior te prohibo que robes la blusa. Recuerda que yo sirvo no sólo de juez o fiscal, sino también de testigo ante ti.   ¿Acaso no tienes moral?  
- Hmmm.... - más no dijo Helena.
Su conciencia se apresuró a decirle que si bien con la moral se corrigen los errores, sobre todo, de nuestros instintos, es con el amor que se logran corregir los errores de nuestra moral.
Helena sabe que su conciencia tiene razón. Al fin y al cabo, la moral es el resultado de aceptar la verdad. Su conciencia la ha ayudado a que no sólo ponga la blusa en su lugar, sino a no hacerse prisionera de una mala conciencia. 

Al final, nuestra conciencia solamente puede existir de una sola manera, y es la de tener nosotros conciencia de que ésta sí existe ya que nuestra conciencia es nuestro mejor libro de moral ya que nos ayuda no sólo a conocernos a nosotros mismos, sino a saber diferenciar el bien y el mal de nuestras acciones.  ¿Y sabes por qué? porque yo quiero creer que la conciencia es, al fin y al cabo, la presencia de Dios en el ser humano. Y mientras digo esto, la conciencia de Helena me sonríe aunque otros se rían o se burlen de ella.


MARiSOL


A propo " conciencia" dejo una bonita salsa con su letra




Conciencia
Gilberto Santa Rosa




Ella tiene la magia de un instante de amor
y su mirada un toque de misterio.
Cuando ella llega siempre, suelo perder el control
no vuelvo a ser el mismo si la beso
La conciencia me dice que la debo olvidar
y el corazón me dice que no puedo.
La conciencia me frena, cuando la voy a querer y
el corazón me empuja hasta el infierno
al abismo dulce y tierno de sus besos.

CORO:
Cuando se aferra un querer al corazón
y la conciencia no tiene la razón
no valen los consejos.
Cuando se prueba del fruto del querer,
cuando se aprende a sentir mas de una vez
no queda más remedio que darle cielo y alas al amor
y hacer de lo difícil lo más bello

La conciencia me dice que la debo olvidar
Y el corazón me grita que no puedo
La conciencia no sabe que no se puede hacer más
Cuando te vuelves preso de unos besos, de un te quiero, 

del deseo, del corazón.

CORO:

Me dice el corazón
que la quiera y me entregue sin condición.
Pero me grita la conciencia
que lo piense bien que no cometa esa imprudencia.
Me dice el corazón
olvidar es mejor la pasada experiencia
Pero me grita la conciencia
peligro cuidado utiliza la razón.
Me dice el corazón
no pierdas por nada esta ocasión
Pero me grita la conciencia
equivocarte de nuevo no puede ser coincidencia

Me dice el corazón
dale paso al amor que está tocando tu puerta.
Pero me grita la conciencia
te va hacer llorar te va hacer sufrir traerá decepción
Me dice el corazón
ríndete el amor te venció
Pero me grita la conciencia
parece pero no es eso pasa con frecuencia
Me dice el corazón
Que debo quererla
Pero me grita la conciencia
Que no es hora de querer no hace falta una desilusion.
Me dice el corazón
Que no se puede querer con inteligencia
Pero me grita la conciencia
Y que no se ponen de acuerdo la conciencia y la razón.





Imagen sacada de Bing








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