domingo, 30 de marzo de 2014

Mi arcoiris



¡Cuánta gente se queja de la vida. ¡Todo lo ve gris!  Con o sin razón no hay que pensar de manera negativa las veinticuatro horas del día toda una vida. Un desperdicio vivir así. Aunque no seamos felices mañana, tarde y noche, disfrutemos de lo poco o mucho que nos da la vida. La cantidad no es lo que cuenta, sino lo que nosotros hacemos de nuestras vidas. 

Anita le sonreía a la vida tercamente. Y es que si te dan a escoger entre la peste y el cólera ¿con cuál de las enfermedades te quedas?   Ella no tiene mucho por perder (¿o acaso sí?). Su ginecóloga y oncóloga, hace pocos días atrás, le dijeron que su tratamiento antihormonal no lo seguiría ella sólo por cinco años, sino por diez años, en total, porque si no corre el riesgo que su cáncer al seno le regrese de vuelta. No tanto fueron los tumores sacadas de su seno derecho, sino los ganglios sacados de su brazo derecho. De tres que estaban con cáncer encapsulados, tres más habían estado abiertos. Las células cancerígenas que habían sido combatidas tanto con quimioterapia como con radiaciones y, desde hace dos años con Letrohexal (luego seguirán Tamoxifen por tres años más), podían regresar a reproducirse en su cuerpo.

Pues bien, desde que Anita se enteró de esta noticia, se juró así misma no perder su tiempo con el color gris, sino más bien, dedicarle más tiempo al arcoiris que ella lleva dentro de su alma y que reclama por salir para ayudarle a vestir su vida de colores agradables para llevar mejor su realidad ... la que le toca actualmente vivir.

MARISOL




1 comentario:

Sara O. Durán dijo...

Fíjate que no me permite sumar tu blog a mi lista. =( Insisitiré después. Noto ciertas inconsistencias en esas funciones, no sé que estará pasando.
Más besos.

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