miércoles, 10 de junio de 2015

¡Viva la cotidianidad!



La cotidianidad de Carla no sueña con la destrucción del mundo, sino todo lo contrario, con la construcción de éste ... hasta con la reconstrucción, si ella así lo quiere. Es así como en su día a día Carla construye, se reconstruye, pero no se destruye, porque si esto último ella dejara que sucediera, estaría, entonces, poniéndose en manos de la resignación. Y por ningún motivo, Carla permite que la resignación (ese gran suicidio cotidiano que nos asalta más de una vez; unos lo combaten, otros, no), le arrebate el pan de lo cotidiano. Aunque Carla sabe que no es tan sólo un pan cualquiera ... es el pan de la vida. Aquél que ella lleva día a día bajo el brazo, después de comprarlo fresco en la panadería cercana a su casa, para luego compartirlo con su familia y con la vida, porque sólo relacionándose con las personas más cercanas (familia, amigos, colegas o vecinos), la vida cobra sentido incluyendo a la propia cotidianidad ya sea para bien o para mal. ¿No es acaso cierto que la vida tiene dos caras? Pues, reir y llorar van de la mano de nuestra cotidianidad aunque no queramos.

Y mientras Carla desayuna a solas (su marido e hijos ya salieron antes que ella), ella piensa que lo cotidiano no sólo hace referencia a algo diario como levantarse a una determinada hora, desayunar, viajar (en bus, tren o en auto propio) al trabajo o a la escuela o universidad, cumplir con las obligaciones, regresar a casa, almorzar (si el horario lo permite), cenar, ver tv o a la computadora un par de horas y luego acostarse con un buen libro antes de dormir para despertarse a hacer lo mismo que el día anterior, sino es más que todo esto. 

Carla piensa que la cotidianidad le sirve para caminar con cierta seguridad en su día a día. Y mientras ella está convencida de lo que piensa, una gran tranquilidad la arropa para continuar desayunando en paz aunque las noticias del periódico, que tiene sobre la mesa de su cocina, le hagan saber que el mundo no encuentra paz en ninguna parte. Por este motivo, Carla quiere gozar de su cotidianidad hoy día (mañana nadie sabe lo que pasará) y comenzar, a pesar de las noticias, su día con una sonrisa aunque ella misma sepa, que por algún motivo, será difícil de mantenerla todo el día. 

Es cierto que no todos sonreímos mientras hacemos nuestros rituales rutinarios, pero Carla no se resigna a perder su sonrisa en su día a día. De lo contrario su sonrisa terminaría muriéndose de pena al no poder hacer feliz a su querida cotidianidad y a la de los demás.


MARiSOL

 

Dejo la letra en español


Cotidiano
Chico Buarque 
Cada día ella siempre hace todo igual
me despierta a las seis antes que el sol
me sonríe con sonrisa puntual
y me besa con boca de mentol

Todo el día ella dice "te has de cuidar"
cosas que dice siempre una mujer
dice que está esperándome a almorzar
y me besa con boca de café

Todo el día yo pienso en poder parar
al mediodía pienso en decir no
luego pienso en la vida y continuar
y me callo con boca de arroz

En la tarde, a las seis, era de esperar
ella viene y me espera en el portón
dice estar como loca por besar
y me besa con boca de pasión

Cada noche me pide a su lado estar
medianoche y me jura eterno amor
y me aprieta hasta hacerme sofocar
y me besa con boca de pavor





Imagen sacada de Bing

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