viernes, 18 de diciembre de 2015

La santa idea de Santa Claus


 


- ¿Qué te parece la orden dada por Santa Claus? - me preguntó Óscar, un duende que, se encuentra, junto con otros duendes más, empacando millones de regalos en la nueva fábrica de juguetes de Santa Claus, ubicada en un hermoso lugar, pero que no puedo hacerte saber, querido lector, por motivos de seguridad. La mayoría cree que ésta está ubicada en el Polo Norte, pero no es así. La antigua, sí, pero como quedó chica, se construyó una más grande, donde ahora me encuentro.

- Sinceramente me parece una hermosa idea, sin lugar a dudas - le hice saber al duende.

- A mí me parece que es una idea descaballeda - dijo Óscar, quien es el jefe de la sección de empaque de regalos.

- Para mí no lo es - le contesté. Quiero que sepas que Santa Claus me ha pedido no sólo a mí, sino a otros ángeles más, que supervisemos bien, a ustedes, los duendes, para que no cometan ningún error, pues, muchos de los regalos destinados, para esta Navidad 2015, para niños de familias millonarias y otros de familias muy pudientes tienen que tener, como tú bien sabes, dentro de sus respectivas cajas, la carta de Santa Claus.

- ¿Y por qué se le ha ocurrido a él esta idea? - me preguntó Óscar bastante curioso de escuchar mi respuesta.

- Mira, Óscar, queremos saber cuántos de estos niños le harán caso - le respondí batiendo mis alas. Es que Santa Claus quiere saber si los corazones de estos niños millonarios y de aquellos que viven sin apuros económicos siguen siendo todavía bondadosos. Y, también, para saber a cuántos de ellos es mejor sacarlos de su lista porque no son merecedores de su cariño.

- Si muchos de ellos no están de acuerdo con la carta de Santa Claus, entonces, no sólo los eliminará de su lista, sino que nosotros, los duendes, tendremos menos trabajo - dijo sonriendo Oscar de manera pícara y guiñándome un ojo.

- Pues, no me parece chistoso lo que dices - le hice saber a Òscar - Yo espero que la mayoría se desprendan de sus regalos y muestren interés por aquellos otros niños que les falta tanto, porque muchos de estos niños están a la espera de un regalito.

- Pero, quiero que sepas que nosotros, los duendes, estamos muy sobrecargados de trabajo. No paramos desde hace días. Trabajamos en tres turnos al día - replicó Óscar y siguió hablando - Yo espero que la mayoría de los niños escogidos no estén de acuerdo con la carta escrita por Santa Claus, para que en la próxima Navidad tengamos nosotros, los duendes, menos trabajo.

Me quedé pensativa. Razón tenía Óscar. El velaba por sus propios intereses y por los de sus duendes. Tendré que hablar con Santa Claus para que ponga a trabajar a más duendes.

Aquí te hago partícipe de la carta escrita por Santa Claus, que dice así:

Querido(a) ..... (nombre del niño o niña)

Esta noche te he escogido a ti para que tú me hagas un gran favor. Me explico: Como tú bien sabes ... hace mucho tiempo atrás nació en Belén un niño llamado Jesús de Nazareth, un niño pobre, pero con un corazón de oro. Yo te pregunto: ¿serías capaz de desprenderte de un regalo tuyo, de los varios recibidos, y dárselo a un niño que no tiene nada o que se encuentra en una situación difícil, sea que esté, por ejemplo, en un orfanatorio u hospital? Sólo abre tu corazón para que realmente disfrutes de estas fiestas navideñas.

Si tú cumples con mi pedido, ten por seguro, que ésta será la primera y última vez que recibas esta carta. Pero si no cumples con lo que te pido, a partir del próximo año no vendré a dejarte ningún regalo más. Sé que lo que acá escribo suena a chantaje emocional, pero espero que tú seas capaz de dar de corazón (y no por obligación) un regalo tuyo a un niño o niña que no se encuentra en la misma posicion privilegiada como tú. Si lo hicieras, esto sería para ti el mejor regalo que tú mismo te hayas hecho.

Recibe un muy cordial saludo,

Santa Claus (alias Papá Noél)

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Sé que en la noche de Noche Buena y en Navidad fueron pocos los niños millonarios y pudientes que rompieron esta carta. Por suerte, muchísimos otros hicieron llegar en esos dos días sus regalos a otros niños que fueron encontrados, bien, en la calle, en orfanatarios, en hospitales o en refugios para asilados políticos donde viven muchos niños ya sea solos o con sus padres y aunque la mayoría de estos niños no sea cristiana, el solo hecho de no dejarlos de lado es una forma de integrarlos mejor en la nueva sociedad en que se encuentran viviendo.

Así como muchos de los niños escogidos cumplieron con el pedido de Santa Claus, otros tuvieron la idea de no desprenderse de sus regalos, sino, más bien, de regalar dinero para que los otros niños se compren lo que realmente quieren o necesitan, pero pocos días después. Tendré que concertar una cita junto con los otros ángeles para preguntarle a Santa Claus si la idea de regalar dinero también es valedera.

Y para finalizar este cuento, tú, querido lector, ¿serías capaz de desprenderte de un regalo tuyo y dárselo a otra persona que se encuentre en una situación difícil o muy distinta a la tuya? Noble ... hasta santa es esta idea, pero no todos tenemos alma de santo, ¿verdad?


MARiSOL 




Aquí dejo este simpático corto animado en español




Imagen sacada de Bing

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