lunes, 16 de agosto de 2010

La mariposa y la flor


Érase una vez una mariposa que iba en busca de la Verdad. Y para llegar a ella iba de flor en flor. No solamente la mariposa se deleitaba con el néctar de cada una de ellas, sino que a cada flor le hacía las preguntas fundamentales de la vida. Si bien todas le habían dado su propia respuesta, ninguna le había convencido del todo hasta que un buen día se encontró con una flor especial. 

- Me parece bien que vayas en busca de la Verdad,- dijo la flor- pero yo creo que nadie tiene la respuesta exacta para las preguntas fundamentales de la vida. Y luego de decir esto, la flor sonrió.
- ¿Por qué? - le preguntó desconcertada la mariposa.
- Porque las respuestas no son tan importantes como las preguntas - le contestó la flor mientras le regalaba su néctar y su perfume. 
- No te entiendo. Tu respuesta me desconcierta - le respondió la mariposa.
- Es muy sencillo. Cada vez que recibes una respuesta, la rechazas o aceptas. Pero, al final, se queda estática porque tu mente ha llegado a una conclusión.
- Hmmm, si pero... -la mariposa confundida agregó- ...yo creía que era bueno formular preguntas,  porque casi todos dependemos de otros para que nos ayuden con sus respuestas a resolver nuestros problemas  o a que  nos estimulen a seguir en el camino de la vida.
-  Esto está correcto. Pero no te olvides que la Verdad se encuentra más allá de cualquier respuesta. Y como tú no eres una mariposa superficial, tú me has entendido muy bien - le contestó la flor. Nuevamente sonrió.
- Me halaga que pienses eso de mí, pero acaso, ¿la vida no está llena de preguntas y respuestas?
- Es cierto. Pero me repito,- dijo la flor- más importantes son las preguntas que las respuestas, porque las respuestas que se quedan solamente  en la mente como algo teórico y no se pueden vivenciar, carecen de valor. Por este motivo me gustan más las preguntas, porque éstas hacen que la vida esté en movimiento como tú, que vas de flor en flor.
- ¿Quieres decir que para entender la Verdad debo hacer las preguntas adecuadas?- preguntó tímidamente la mariposa.
- Sí, así es - le respondió la flor. Solamente quien formula una pregunta fundamental y no solamente es capaz de seguir el curso de esa pregunta hasta su fin, sino también puede resolverla a lo largo de su vida, entonces es capaz de descubrir el sentido de la vida... de la Verdad.

Marisol

El dibujo es mío (pintado en 1999)



5 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Marisol:

La respuesta está en nuestro interior, debemos encontrarla con el corazón, es él están la verdad y la felicidad.

Gracias por visitarme.

Abrazos.

aapayés dijo...

Después de mucho tiempo.. lindo es volver a leerte..


Un abrazo
Saludos fraternos



Mis mejores deseo para esta semana..

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Me quedo meditando en las preguntas entonces!...
Un abrazo.

Pluma Roja dijo...

Este cuento tuyo es el que más me ha gustado. De los que conozco naturalmente. Interesante el diálogo entre la flor y la mariposa, para meditar.

Saludos cordiales.

David dijo...

Precioso! Lo que más me gustan de las fábulas son las moralejas que de ellas podemos sacar. Me encanta tu dibujo! ^^
Un beso!

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